OJ2: El punto de vista del sistema

Como el sistema tramó el juicio civil

Obrero Revolucionario #892, 2 de febrero, 1997

Al cierre de esta edición, el jurado del "juicio civil" de O.J. Simpson está deliberando. Solo se necesita el voto de nueve de los 12 jurados para que haya un veredicto en la demanda por la muerte de Nicole Brown Simpson y Ronald Goldman, entablada por sus familias. Poderosas fuerzas han estado tratando de condenar a Simpson, pero si uno cree que con eso habrá justicia, se equivoca.

Cuando el jurado declaró a Simpson no culpable en octubre de 1995 (porque existía una "duda razonable") tuvo razón. Fue una buena decisión para todos. La justicia exige que el jurado del juicio civil haga lo mismo.

Con un examen detallado se ve que la "montaña de pruebas" que presentó la fiscalía está manchada de graves irregularidades, entre ellas la posibilidad de que la policía fabricó pruebas para echarle la culpa a Simpson. Desde el comienzo, el Departamento de Policía de Los Angeles (DPLA) violó sus derechos entrando a su casa y registrándola sin orden judicial. Luego un conocido racista "encontró" un guante sangriento, que ni siquiera le cabe a Simpson. Los detectives llevaron una muestra de la sangre de Simpson en un frasco durante varias horas, de un lugar a otro, donde más tarde "encontraron" gotas de su sangre. Solo presentaron varias pruebas de sangre cruciales semanas después de las primeras investigaciones, cuando el carro de Simpson y el lugar del crimen habían estado sin vigilancia. Además, varios agentes mintieron en el banquillo.

Las grabaciones de Mark Fuhrman desenmascararon la realidad brutal y racista de la policía de este país. Describieron detalladamente los motivos y métodos de policías que odian a los negros, y no solo los pobres sino también a negros como O.J. Simpson, que tienen carros lujosos y novias blancas. Para Fuhrman y los de su calaña, su misión es bajarles los humos a esos negros, ponerlos en "su lugar", humillarlos. La fiscalía sabía la verdad sobre Fuhrman desde el comienzo, pero de todos modos lo presentó como el testigo principal de su "montaña de pruebas". En vista de todo esto, el único veredicto razonable era no culpable.

La fiscalía y la policía no lograron meter a la cárcel a Simpson con sus pruebas falsificadas. Las grabaciones y demás denuncias de la policía abrieron los ojos a mucha gente. Con el veredicto, era difícil tapar lo que el juicio desenmascaró. Para millones de personas por todo el mundo, los acusados eran el Departamento de Policía y el gobierno.

Hoy, todavía no sabemos quién mató a Nicole Brown Simpson y Ronald Goldman. Y como el sistema ha estado a cargo de la investigación, es posible que nunca lo sepamos. Pero los que anhelan progreso y justicia tienen que entender lo que está en juego en este caso. Los que verdaderamente quieren defender los derechos de los oprimidos y de la mujer (y los derechos del pueblo ante un aparato estatal sumamente opresivo) tienen que ver más allá de la propaganda.

La corte de la "opinión pública"

"Personalmente pensaba que tenía la culpa, pero ahora eso no viene al caso. Hoy pienso que lo importante en esto es la violencia policial en Los Angeles.... Fue tan increíble ver la cara de los agentes cuando anunciaron el veredicto. Fue como si tuvieran una picazón que no se podían rascar, como si tuvieran escalofríos".

Dueña de negocio blanca de un barrio adinerado de Los Angeles después del veredicto de octubre de 1995

La estructura de poder resolvió utilizar el juicio civil para revocar el veredicto del juicio criminal de 1995 y sacar el veredicto "correcto" esta vez, en los tribunales y en "la corte de la opinión pública". Un aspecto de esto ha sido el prejuicio sistemático de los medios, facilitado por la decisión de no televisar el juicio.

Desde el comienzo, los medios informaron sobre lo que ha dicho la fiscalía (o sea, los demandantes) pero no las respuestas de la defensa. Luego, cuando la defensa presentó sus argumentos, empezaron a informar sobre las respuestas de la fiscalía, ¡todo con el mismo prejuicio! Cuando Simpson dio testimonio, esperado desde hace mucho tiempo, recibió muy poca atención y casi lo único que mencionaron fueron las preguntas de la fiscalía sobre unas fotos en que supuestamente tiene zapatos Bruni Magli, que tenía el asesino.

El prejuicio de los medios es solo un elemento de una gran campaña para obtener el veredicto que quiere el sistema y crear una "expectativa pública" (o reforzar la expectativa que ya se ha creado sistemáticamente) de que la condena de Simpson es el único veredicto aceptable. Así que mientras los locutores y expertos de los medios desempeñan su papel en "la corte de la opinión pública", el sistema legal refuerza a los demandantes y socava a la defensa.

¿Por qué? Porque el veredicto del juicio criminal hirió terriblemente a la estructura de poder (en particular por la razón de ese veredicto, con su condena implícita pero inconfundible del DPLA y de la policía en general), que ahora el sistema quiere rehabilitar al DPLA y fortalecer al aparato de represión por todo el país.

Desde octubre de 1995 el sistema ha tenido una "misión": revocar el veredicto por medio del juicio civil y crear determinadas divisiones sociales, o sea, promulgar que el veredicto enfureció a todos los blancos y que todos los negros fueron "cómplices".

Es verdad que una cantidad significativa de blancos respondió de esa manera al primer veredicto, pero no todos. Según las encuestas de ninguna manera imparciales de los medios, después del veredicto el 30% de los blancos dijeron que fue justo. Y los que respondieron de una manera negativa al veredicto fueron condicionados sistemáticamente por una amplia y cuidadosamente orquestada campaña para crear opinión pública, en que participaron todos los medios (los de "entretenimiento" tanto como los de "noticias").

Cuando terminó el juicio, la clase dominante respondió a la derrota decretando que la polarización social fue una respuesta al veredicto (los negros a favor, los blancos en contra) y manejando las "noticias" para subrayar tal polarización. Luego se puso a reforzar la confusión y las divisiones que sembró con una cortina de fuego de noticias sobre esa polarización. Fue un ejemplo clásico de los métodos de la clase dominante: decirle al pueblo qué pensar informándole sobre lo que ya piensa. En todo esto la estructura de poder ha contado con muchos leales y experimentados voceros de los medios, suficientemente adiestrados en la mentalidad policial y suficientemente arrogantes que están dispuestos a anunciar la culpabilidad de una persona a pesar de las pruebas y los hechos.

Cambiar las leyes
para cambiar el veredicto

Desde el comienzo del juicio, el gobierno ha aprovechado cruelmente la indignación y frustración de muchas mujeres por la violencia doméstica, afirmando que el sistema legal está tratando de darle justicia a mujeres golpeadas como Nicole Brown Simpson. Mucha gente que esperaba que la atención del caso llevara a nuevas leyes contra la violencia doméstica quedó convencida de que "un hombre que golpeaba a su esposa la asesinó con impunidad".

Se sabe que O.J. golpeaba a Nicole y que ella tenía miedo de que la matara, pero eso no prueba que la mató. Sería muy nocivo permitir que el sistema legal condenara a una persona de homicidio nada más con sospechas y estadísticas. Pero el sistema ha manipulado los sentimientos de mucha gente para sentar un precedente legal muy peligroso: el uso de materiales que escribió Nicole poco antes de su muerte.

Antes del juicio civil, cambiaron las leyes para ayudar a los demandantes. Gracias a esos cambios, les permitieron presentar el diario de Nicole Brown Simpson como prueba, a pesar de que los materiales escritos normalmente se consideran pruebas de oídas (hearsay) y no se aceptan en juicios.

En preparación para el juicio, y con la esperanza de sacar el veredicto que quería esta vez, la legislatura estatal cambió la ley de pruebas de oídas para aceptar pruebas como el diario de Nicole. El padre de Ron Goldman, Fred Goldman (quien ha abandonado su trabajo para dirigir un grupo reaccionario de "víctimas del crimen"), fue personalmente a abogar por el cambio. ¿Cómo hubiera logrado Goldman cambiar la ley si la clase dominante no lo hubiera querido?

Las leyes de pruebas de oídas son bastante complicadas, pero lo esencial es que no se puede presentar como prueba en un juicio algo escrito, citado o grabado de una persona a quien no se puede interrogar sobre sus declaraciones en el banquillo. El propósito de esas leyes es impedir que se presenten mentiras que un acusado no puede retar.

Así que cambiar las leyes de pruebas de oídas es un ejemplo de lo mucho que está dispuesta a hacer la estructura de poder para condenar a O.J. Simpson esta vez. Estas acciones tienen impacto negativo y crean precedentes legales muy nocivos que van más allá del caso de Simpson.

El juez Fujisaki permitió la presentación de testimonio sobre una prueba de un detector de mentiras que le hicieron a Simpson y que supuestamente "no pasó". Pero casi todos los "expertos legales" dicen que las pruebas de detectores de mentiras no son admisibles en los juicios criminales ni civiles porque no son confiables. Además, Fujisaki permitió la presentación de materiales de un libro sobre el equipo de defensa de Simpson, es decir, de las comunicaciones "privadas" entre un abogado y su cliente.

Una semana después del testimonio sobre la prueba del detector de mentiras, ¡Fujisaki respondió a las objeciones de la defensa diciéndoles a los jurados que lo "olvidaran"! Su propósito era claro: permitir la presentación de este testimonio ilegal ante los jurados, darles una semana para pensarlo y luego evitar la posibilidad de que la defensa lo usara en una apelación declarándolo inadmisible. Varios comentaristas notaron que cuando volvió a mencionar el testimonio sobre el detector de mentiras (supuestamente para decirles a los jurados que lo olvidaran), en realidad Fujisaki les recordó lo que habían oído.

Luego, permitió la presentación de otra prueba de oídas de una trabajadora de un refugio de mujeres golpeadas sobre una llamada telefónica de "una mujer llamada Nicole" que supuestamente dijo que su esposo la seguía. La defensa hizo objeciones: que el testimonio es de oídas; que la llamada no fue apuntada; y que no hay ninguna prueba de que la hizo Nicole Brown Simpson ni nadie más. Pero de todos modos el juez permitió que se presentara. Parece que su decisión sacudió a los "expertos legales" y sorprendió a los abogados de los demandantes, que probablemente no esperaban tanto. Y luego, una vez más, el juez les dijo a los jurados que "no tomen en cuenta" una parte (pero no todo) el testimonio sobre la llamada.

¿Hay un patrón en estas decisiones? Sin duda. A la conclusión del juicio, Fujisaki permitió la presentación de una carta sin fecha que Nicole supuestamente le envió a O.J....otra prueba de oídas.

Las irregularidades de este juicio son tan obvias que incluso los "comentaristas" de los medios han comentado que Fujisaki ha decidido que O.J. Simpson tiene la culpa y que "está dirigiendo al jurado hacia ese veredicto" (unos con aprobación, otros con resignación y otros con preocupación por la violación de los trámites legales).

El juez rechaza todas las pruebas de que la policía manipuló las pruebas

Fujisaki (y no cabe duda de que recibe "órdenes" de un nivel más alto) está resuelto a hacer más de lo que hizo el juez Ito en el juicio criminal para darle la ventaja a la fiscalía (los demandantes).

De hecho, una cosa que está haciendo la clase dominante por medio de la prensa es declarar que Ito le dio la ventaja a la defensa en el juicio criminal. No es verdad. Por ejemplo, Ito prohibió la presentación de la mayor parte de las grabaciones de Fuhrman, especialmente las partes en que Fuhrman describió cómo él (y, de ahí se deduce, la policía en general) pone falsas pruebas y golpea para sacar confesiones.

Uno de los elementos más decisivos del juicio civil han sido los esfuerzos del juez para no permitir (o por lo menos dificultar) la presentación del testimonio más importante de la defensa: que Fuhrman, Vannatter y otros policías no solo "chapucearon" las pruebas físicas sino que las fabricaron, y que mintieron en el banquillo. No cabe duda de que, sea culpable o inocente O.J. Simpson, la policía se puso a "crear" y "alterar" pruebas para echarle la culpa a él, y no se debe permitir que eso se olvide o se tape. Pero el juez simplemente lo declaró no pertinente.

Fujisaki ha ido más allá que Ito: no le permitió a la defensa presentar pruebas sobre el racismo de la policía ni mandar comparecer a Fuhrman. Le permitió mencionar al final del juicio lo que hizo la policía, ¡pero en el juicio no le permitió presentar pruebas de sus motivos racistas, que se ven claramente en las grabaciones de Fuhrman!

Simultáneamente se está librando una campaña, repleta de entrevistas televisadas y artículos periodísticos, para "rehabilitar" a Mark Fuhrman, a pesar de las claras pruebas de lo que es y de lo que hizo. Esto también demuestra cuánto el veredicto del juicio criminal hirió a la clase dominante y lo importante que considera limpiar la mancha que actualmente cubre a sus matones. El veredicto del juicio criminal fue justo y no hay que permitir que el sistema lo revoque.


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