King Kino: Contra los "Cowboys" de Haiti a Brooklyn

Obrero Revolucionario #924, 21 de septiembre, 1997

Cowboy,

de los Phantoms

cuerdo cuando era niño
lo que era todo allá en mi tierra
jamás había justicia o libertad
solo para los del gobierno (los Tonton Macoute)
al atardecer, toque de queda
porque los uniformados querían las calles vacías
para cometer sus fechorías.
Toda familia estaba en peligro
sembraban terror en el pueblo.
Domingo en la tarde
los niños jugaban en la calle
vi tantas armas
pensé que era una película de cowboys...
Incluso si no podemos contar lo que vimos,
jamás se nos olvidará:
Muchachos y muchachas que desaparecieron...
1992, Haití
"Salí después de ver a los Phantoms y la policía me rró
ahora estoy en el hospital.
Los cowboys me hicieron eso
ayúdenme a cantar
alcen la bandera..."

Nueva estrofa, Brooklyn, Nueva York, agosto de 1997

El 9 de agosto, la policía de Nueva York arrestó a Abner Louima frente al Club Rendez-Vous. Rumbo a la delegación pararon la patrulla dos veces para golpearlo. Luego, en la delegación 70, lo llevaron al baño y lo torturaron: le metieron un desatascador de inodoros por el recto y después a la boca.

Una semana después, centenares de personas llenaron el Club Rendez-Vous, ubicado en la avenida Flatbush de Brooklyn. Es uno de los pocos clubes que ofrece música haitiana y cada viernes tocan los Phantoms, un conjunto de compas (música haitiana) muy popular en Haití, Nueva York, Miami, Europa y dondequiera que haya inmigrantes haitianos.

Es una noche especial: el cantante de los Phantoms, King Kino, invita al público a prender la vela que cada uno recibió al entrar y dice: "Presente, presente por Abner". Las velas brillan y el conjunto empieza a tocar una canción que todos conocen: "Cowboy", del año 1992, una condena al ejército y los grupos paramilitares de Haití. Esta noche, Kino añade una estrofa sobre la tortura de Abner Louima.

Después de ese espantoso incidente, la policía ha atacado al Club Rendez-Vous y a los Phantoms porque quiere encubrir el crimen que cometió contra Louima. Por ejemplo, expidió una orden de comparecencia por "disturbios en el club" la noche del incidente, que dice que la policía intervino para calmar una "pelea" en el club a las 3:30 de la madrugada, ¡cuando el club ya estaba cerrado! En realidad, la policía atacó a la gente que estaba fuera del club y allí agarró a Abner.

El 10 de septiembre, la policía ofreció olvidar la orden de comparecencia, pero el abogado del club, Anthony Bramante, dijo al OR que los dueños del club van a comparecer en octubre para desenmascarar a la policía. Dijo Bramante: "La orden es totalmente fraudulenta en cuanto a las acusaciones y a la forma de dictarse. Todos los agentes involucrados están suspendidos, han cambiado de departamento o están bajo investigación criminal.... En la audiencia, a lo mejor vendrá toda una bola de policías a jurar en falso o declarar que quieren ampararse con la quinta enmienda (que dice que uno tiene el derecho de no autoinculparse). En tal caso la orden de comparecncia se anulará". Asimismo, dijo que el FBI ha tomado cartas en el asunto.

Además, la policía ha calumniado a los Phantoms, diciendo a la prensa que organizaban "alocadas fiestas homosexuales" en el club; hasta el periódico New York Times ha dicho que este rumor es falso.

Ante tan descarados ataques, la familia Dejean (los dueños del club) y los Phantoms se han mantenido firmes y solidarios con Abner, aprovechando toda oportunidad para condenar a la policía. Por ejemplo, King Kino y el conjunto salieron en noticieros nacionales de TV y hablaron contra la tortura de Louima. Asimismo, en el desfile del Carnaval el 1º de septiembre en Brooklyn, Nueva York, los Phantoms criticaron la brutalidad policial desde su carroza. El OR entrevistó a King Kino en su apartamento la semana pasada; a continuación, apartes de nuestra conversación:

OR: ¿Por qué decidieron reconocer a Abner Louima en el Club Rendez-Vous la semana después del incidente?

Kino: Bueno, Abner es un fan muy leal del conjunto. En Brooklyn se le conoce como un hombre tranquilo y siempre está allí al lado del escenario, pues le gusta escuchar la música porque está de acuerdo con nuestro mensaje, un mensaje positivo. Así que es un hombre tranquilo que siempre viene conmigo para platicar de política, de lo que pasa en Haití.

Esa noche conversábamos en frente del club después de la fiesta. Dos señoras estaban metidas en una riña... En eso llegaron los cowboys [la policía]; empezaron a empujar a la gente, a patearla, entiendes, de plano no son decentes. La verdad, no puedo creerlo. Estaba allí sentado y hablaba con Abner frente al club que ya estaba cerrado. Fui a buscar mi auto; Abner cruzaba la calle y llegó la policía.

Ya después cuando lo vi por televisión, no podía creerlo. Al ver a Abner, no lo reconocí. Me habló por teléfono todo el mundo: "Kino, ¿viste lo que le pasó a Abner?". Durante cuatro días estaba suena y suena el teléfono, las 24 horas.

A las 7 de la mañana, la policía llamó al dueño del club y llevó la orden de comparecencia al mediodía. Si iban a hacer eso, ¿por qué no lo hicieron en el mismo momento en que supuestamente se cometió el delito?

En seguida la policía nos acusa a nosotros. Dicen que tenemos violentas fiestas homosexuales, que la gente pelea, llega a golpes, tiene relaciones sexuales. Quieren pintarnos así...

No somos un grupo violento. Al contrario, ofrecemos amor y dignidad a nuestra comunidad; todo mundo sabe que siempre puede contar con nosotros. Dañaron nuestra imagen con la comunidad; nos llamaban para decir que no sabían que éramos homosexuales. Bueno, yo no tengo ningún problema con la comunidad homosexual. Ellos tienen su forma de ser, les agrada y la verdad, ¿qué más puede uno desearle a otro? Pues, que sea feliz. Aun si Abner fuera homosexual, que no es, la policía no tendría el derecho de tratarlo así. Hacer eso a homosexuales, heterosexuales, blancos o negros es lo mismo y es totalmente malo.

OR: Por lo visto, también querían encubrir su propio crimen con ese rumor, es decir, la policía le dijo a una enfermera en el hospital que Abner participó en un "acto sexual anormal".

Kino: Desde luego y, asimismo, la policía quería crear toda una imagen falsa de nosotros. Ahora también los policías me amenazan cuando pasan en su patrulla y cuando estaba en la carroza en Eastern Parkway [en el desfile del 1º de septiembre]. En esa ocasión, dije por el micrófono que no tenía miedo. Antes de nacer, estaba muerto y después, igual voy a estar. De todas formas, una vez que esté muerto, pues estoy muerto. Creo que los que andan con el mal espíritu son los que deben tener miedo. Yo no tengo por qué temer; estoy aquí para hacer una buena labor. Tengo un compromiso con el que me puso aquí sobre la Tierra.

OR: ¿Qué opinas de la policía?

Kino: A mi manera de verlo, son unos tipos que están en contra del pueblo. Para mí, no hay ninguna diferencia entre ellos y el Ku Klux Klan; son racistas que odian al pueblo y que piensan que tienen poder de golpearle a uno en la cabeza, de darle una bofetada en la cara, de patearle el culo. Piensan que pueden hacer lo que quieran... Para mí son una banda.

Sin embargo, existen buenos policías que arriesgan la vida por proteger a los ciudadanos decentes de nuestra ciudad. ¡Qué lástima que haya policías en algunas delegaciones que crean una mala imagen para todos.... Los hombres de azul, pues, uno no sabe cuál de ellos pueda ser confiable y cuál no.... Si la cúpula está mal, los agentes no pueden ser buenos. Si los de arriba no son formales, si no les dan órdenes correctas, se van a comportar de acuerdo a lo que permite el jefe. En este caso es el alcalde de Nueva York, que es un demonio; él supervisa al jefe de la policía. Incluso después de lo que hicieron con Abner Louima, le rompieron las piernas a otra persona no muy lejos de la misma delegación.

OR: Entendemos que arrestaron a 110 personas la noche de la gran manifestación del 29 de agosto.

Kino: Yo estaba ahí. La verdad, no sé porque no me detuvieron pues en ocho oportunidades me iban a arrestar y cada vez cambiaron de idea. Les dije: "Soy contribuyente parado aquí sobre la acera que pagamos los contribuyentes. Usted es agente que recibe el salario de los impuestos que pago yo; así que se supone que su deber es servirme a mí". Los policías me miraban y seguro pensaban: tal vez este tipo no es tan tonto. Entonces le dije al policía que estaba delante de mí: "Lo voy a seguir fregando hasta que me canse. Lo único que puede hacer es meterme un tiro en la espalda".

En 1997, frente al club donde toco, me encuentro con la misma brutalidad policial que conocemos en Haití desde mi niñez. Así que no veo ninguna diferencia. El gobierno estadounidense manda asesores a enseñarles a los haitianos la brutalidad policial pues el mismo Estados Unidos tiene la peor brutalidad policial. Pero, la verdad, nunca oí de torturas con un palo en el culo allá en Haití. Sí torturan a la gente allá, sabemos que eso pasa, pero, ¿meterle un palo a uno? ¿Dañar la vejiga, el hígado? Hasta ahora, no he oído eso. Sin embargo, como ahora la policía de aquí ha ido a entrenar a los haitianos allá y les pone el modelo que deben seguir, pues ahora tendrán el derecho de maltratar a la gente de esa misma forma. Pasa igual en todo el mundo. Es un juego muy sucio.

OR: ¿Nos podría hablar más de los Phantoms?

Kino: Bueno, desde el principio siempre hemos sido solidarios con el pueblo de Haití.... Llevamos años participando en las marchas de protesta... yo, desde la época de Duvalier; marché en Washington cuando era joven, muy joven. Creo que nací revolucionario pues eso no se aprende en la escuela.

OR: ¿Cómo es su música?

Kino: Mi música es pura canción revolucionaria, canción de amor. Transmitimos un mensaje político muy decidido. Le decimos a la comunidad la forma correcta de comportarse, que se debe estudiar porque representa la clave para la vida. Siempre tenemos un mensaje para los jóvenes fans que concurren a las funciones para que se vayan a la casa con algo en el cerebro, con algo en qué pensar. No es cosa de beber, fumar, bailar y nada más. Orientamos a la comunidad. Aconsejamos a los padres y les decimos cómo mejorar la comunicación con los hijos. Preparamos a los hijos para relacionarse mejor con sus padres y de igual modo los padres con los hijos; además, preparamos a ambos para esta comunidad americana y para el futuro.

OR: Tienen una canción titulada "Cowboy", que describe la vida en Haití, ¿no es cierto?

Kino: Era la canción más popular de Haití. Relata una historia de mi niñez en Haití. El ejército la odiaba y mató por tocarla. Así que murió gente por esa canción, lloró por ella. Era una canción revolucionaria y hacía llorar, hacía reír también porque tenía gracia. Era la canción del país.

OR: ¿Cuando la sacaron?

Kino: Por allá por 1992 y después tuve que exiliarme porque el general Cedras [gobernante de Haití después de que un golpe militar destituyera a Aristide] le dio mi foto al ejército y dijo que al agarrarme me deberían matar. Les dijo: "No lo traigan vivo". A mí me dijo que no podía estar nunca en el país. No sabía que las cosas iban a cambiar, pero le dije: "Créame, las cosas van a cambiar". Después de un par de años en el exilio, de nuevo pisé tierra en Haití junto con toda mi familia y mis amigos.... En esos momentos, "Cowboy" era la canción del día y mi primer concierto al regresar a Haití se efectuó el 23 de diciembre de 1993. Asistieron más de 60,000 personas. Yo no canté la canción, ni una palabra. Solo empecé a tocar y el público la cantó de principio a fin.

OR: Me parece que la gente desea que los artistas den voz a los sueños del pueblo y que los compartan. ¿Estás de acuerdo con esa apreciación?

Kino: Para mí el arte es una oportunidad que nos proporciona dios, o quien sea que me puso aquí sobre la Tierra, una oportunidad de hacer algo bueno. Si estoy vivo y no puedo hacer algo bueno por otro ser, pues, no estoy vivo. Si tengo dinero y no ayudo a otros seres con lo que tengo, es un gran problema. Para mí, el arte representa un reto: he aprendido cosas que quiero transmitir. Es la oportunidad de ofrecer lo que tengo, o lo que he aprendido, y de cambiar la vida de los demás. Si van por mal camino, les puedo decir: "Tengo esta experiencia; esto es lo que puedes hacer". Para mí es una tarea, un deber y por eso no es algo que merece un gran reconocimiento ni nada. Sin embargo, me siento bien porque estoy haciendo lo que debo hacer...

Cualquier cosa que me pudieran hacer no cambiaría lo que creo ni lo que digo. Como les decía a los policías ese día en el desfile, lo mejor hubiera sido matarme allí mismo en la carroza, pues tenían francotiradores por todos lados. Hubieran acabado conmigo, pero habría muerto con lo que tengo en mi corazón, con lo que tengo en mi cerebro; eso no me lo pueden quitar. Así voy a morir; no me van a cambiar en absoluto. Además, siempre habrá otro ser igual que yo aquí en la Tierra.


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