Promesas malignas

Promise Keepers: Un peligroso movimiento machista Li Onesto

Obrero Revolucionario #941, 25 de enero, 1998

Gráfica: Promise Keepers

"¡Pónganse de pie, felicítense entre sí y digan gracias a Dios que soy hombre!"

Ed Cole, a 45.000 hombres en un estadio cerca de Dallas, Texas

"¿Quién tiene la culpa de la defunción de nuestra comunidad y de nuestra cultura? Los hombres apendejados que se dejan manejar por la mujer".

"¿No entiendes, señor, que eres realeza, que Dios te ha escogido para ser el sacerdote de tu hogar?".

Tony Evans

Cantando el himno "Lo rindo todo", miles de mujeres alzan pañuelos blancos para simbolizar su sumisión al hombre.

Concentración de "Chosen Women" (Mujeres escogidas), mayo de 1997

Desde 1992, más de 2,6 millones de hombres han participado en nuestras 61 conferencias.

Información de Promise Keepers

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Nada más las imágenes son escalofriantes: estadios de fútbol llenos de hombres que se arrodillan, se abrazan, lloran y rezan... ojos pegados a 18 enormes pantallas donde un hombre está pidiendo perdón por permitir que su esposa abortara... se postran en el suelo y prometen regresar a casa a "retomar" el mando de su mujer.

Es un movimiento espeluznante y peligroso. No tiene nada que ver con que los hombres "aprendan a conocer sus sentimientos". No tiene nada que ver con que los hombres aprendan a tratar a su esposa y sus niños con más respeto. Es un movimiento reaccionario que fomenta la supremacía masculina y el fundamentalismo cristiano.

La organización Promise Keepers (PK), fundada por Bill McCartney en 1990 en Boulder, Colorado, hoy cuenta con más de 350 empleados y un presupuesto de $117 millones. En octubre de 1997, gastó $10 millones en una concentración de centenares de miles de hombres en Washington, D.C. Dice que tiene 16.000 "grupos pequeños" por todo el país, y que miles de hombres se reúnen cada semana para estudiar la Biblia y "ser una influencia más piadosa en su familia, su comunidad y su lugar de trabajo".

En la información que Promise Keepers distribuyó a los medios en Washington se encuentran citas de esposas de miembros del grupo; dicen que ahora "tienen más respeto por la familia, el matrimonio y los niños" y que "son mejores esposos y padres". Los comentaristas de la prensa respondieron: "¿Y quién podría oponerse a esto?".

Bueno, mucha gente puede y debe.

Para atraer a los hombres, y despistar a sus críticos, Promise Keepers se dora con un barniz de sentimentalismo New Age. Trata de conectarse con hombres a quienes desagrada la imagen del típico macho.

Tras un mitin de PK, John Stoltenberg escribió en la revista On The Issues: "Durante el almuerzo hablé con un joven de 13 años que llegó de un pequeño pueblo de Texas con el grupo religioso de su padre. `El ha venido a más mítines de Promise Keepers que yo', dice el joven, un cervato larguirucho entre los ciervos. `No quería traerme hoy, pero se lo rogué'. Con voz trémula y lágrimas en los ojos dice: `Aquí hay muchachos de la misma edad. Uno no tiene que hacerse el macho. Se puede ser natural porque aquí están nuestros hermanos'".

A sus partidarios PK les dice que es muy masculino rezar, leer la Biblia, cantar himnos, ir a la iglesia, ser leal a la esposa y cuidar a sus hijos. Las mujeres no pueden ir a las concentraciones porque "los hombres necesitan un contexto masculino que les permita abrirse". O, como explicó un organizador: "Cuando un hombre ve un estadio lleno de hombres llorando, se da cuenta de que también puede llorar. Con la presencia de mujeres no podría ser tan honesto".

Pero la neta es que, a fin de cuentas, este movimiento ensalza la dominación de la mujer por el hombre. McCartney, su fundador, ha dicho: "Bueno, se puede dorar la píldora, pero el hombre tiene una responsabilidad ante Dios. Tiene que presentarse ante Dios y rendirle cuentas. ¿Ejerciste la dirección espiritual en tu hogar?.... ¿Sabes lo que la Biblia le dice a la mujer? Respeta a tu esposo. ¿OK? La manera de hacer eso es ponerse a su lado y permitir que él marque el rumbo. El, a su vez, le dedicará la vida a ella, la servirá con cariño y ternura".

Tony Evans, un dirigente de PK, explicó lo que debe hacer un hombre después de una concentración de PK: "No sugiero que le pidas a tu esposa que te devuelva tu debido papel sino que lo hagas tú mismo. Si se lo pides, con toda probabilidad tu esposa contestará: `Mira, desde hace diez años me encargo de la casa, de los niños y de los gastos. He tenido que trabajar y cumplir mis deberes en la casa. He tenido que cumplir mis propias responsabilidades y las tuyas. ¿Realmente piensas que te lo voy a entregar todo así no más?' Y puede ser que tenga razón. Pero desafortunadamente, en eso no se puede transigir. Si vas a dirigir, hay que dirigir. Sé sensible. Escucha. Trata a la dama tiernamente y con cariño. ¡Pero dirige!"

A cambio de una promesa de fidelidad y de hacer unos pocos quehaceres domésticos, se espera que la mujer se subordine a la "dirección" del esposo.

Todo eso trae a la memoria las palabras con que se describe a los nazis alemanes: "sentimentalismo salvaje". Como ha señalado Mary Lou Greenberg: "Los nazis sentimentalizaron la maternidad, pero la salvaje realidad es que dieron al hombre el derecho, respaldado por el poder estatal, de obligar a la mujer a tener hijos contra su voluntad".

PK dice que los hombres deben hacer valer sus derechos como jefe de familia "con cariño y ternura", pero ¿qué pasa si su esposa, y la mujer en general, no quiere aceptar la dominación masculina, no importa con cuánto "cariño y ternura" se la impongan (al principio)? ¿Y si la mujer (y los hombres que se oponen a la opresión de la mujer) se opone a esa dominación masculina? ¿Van a darse por vencidos y decir: "OK, en vez de dominación masculina y sumisión de la mujer, vamos a fomentar igualdad entre el hombre y la mujer en el hogar y en todas las esferas de la sociedad?" Ni modo hará eso Promise Keepers; sería repudiar todo lo que representa.

En toda la historia se ha visto que los hombres que imponen su dominación "con cariño y ternura", en ciertas circunstancias y por cierto tiempo, la impondrán con métodos violentos y salvajes si la mujer no la acepta...a menos que repudien la dominación masculina y se unan a la lucha por la liberación de la mujer.

"Segadoras de la promesa"

"Adán era un hombre responsable y piadoso cuando el Creador le trajo a Eva para ser su ayudante. Esa palabra, ayudante, nos revela el papel básico de la mujer. Dios la creó para estar al lado del hombre y ayudarlo, no para responsabilizarse del hogar y la familia".

Tony Evans

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La supremacía masculina de Promise Keepers es clara si se echa un vistazo a las esposas de sus dirigentes y a otras mujeres que apoyan el movimiento.

Los nombres de los grupos de esposas de Promise Keepers son muy reveladores: Suitable Helpers (Ayudantes Apropiadas), Chosen Women: Daughters of the King (Mujeres Escogidas: Hijas del Rey), Promise Reapers (Segadoras de la Promesa), Heritage Keepers (Guardianes de la Tradición), Women of Faith (Mujeres de la Fe), Women of the Promise (Mujeres de la Promesa), Praise Keepers (Guardianes de la Alabanza) y Women of the Word (Mujeres de la Palabra).

El grupo de mujeres Heritage Keepers, cuyo credo es "someterse es un honor", dice que la mujer debe "dejar caer las riendas" familiares cuando su esposo regresa de PK. Bunny Wilson, vocera de Chosen Women, escribió en su libro Liberated through Submission (Liberada por la Sumisión) que el hombre debe "dominar con mano de hierro y guante de seda". Exhorta a la mujer a "desobedecer sus sentimientos, pensamientos y opiniones, y `ceder gratamente' a la autoridad", o sea, "al marido, al pastor o al patrón".

PK Watch, una publicación crítica de Promise Keepers, describe esos grupos de mujeres: "El mensaje de la nueva onda de grupos femeninos cristianos es doble: apelan a la presunta necesidad de `renovación espiritual' de la mujer y al imperativo de `hacer el bien ante el Señor'; y repiten el mensaje de PK de que la Biblia dicta la dominación del hombre y la obediencia de la mujer. Por su parte, PK no se preocupa en lo más mínimo por el derecho de la mujer de determinar cómo reestructurar la familia ni la relación de los géneros; dice que el hombre toma las decisiones y la mujer obedece".

A las mujeres de PK se les ordena obedecer no solo a su esposo, sino también a otras figuras de autoridad, como maestros y patrones. En un mitin de Chosen Women, una joven explicó: "Nuestra tarea es someternos a los maestros y profesores... incluso si sabemos que no tienen razón. Está en manos de Dios".

La retórica de "reconciliación racial"

"Han enseñado a muchos negros a odiar al tío Tom y a tratarlo como símbolo de un acuerdo detestable con los blancos. Por mi parte, no estoy de acuerdo.... Defiendo enérgicamente al tío Tom. La comunidad negra debe dejar de criticarlo. Es un modelo, pues cuando lo pisaron como si fuera un gusano, dio muestras de tener la naturaleza del gusano modelo clásico: Jesús".

"Desde hace más de dos siglos los negros han aprendido a ser esclavos del hombre. Puede ser un requisito para prepararlos a ser buenos esclavos de Dios o a ser reyes".

Wellington Boone, encargado en 1990 de la "movilización negra" de Promise Keepers

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Promise Keepers dice buscar una "reconciliación de las razas". En la concentración de Washington, McCartney anunció su meta de celebrar un mitin multirracial de hombres cristianos frente al capitolio de todos los estados el 1º de enero del año 2000, para declarar que la iglesia ha erradicado el racismo de sus propias filas. Promise Keepers ha colocado a negros y latinos en importantes posiciones, donde reciben mucha publicidad.

Con su bla-bla-bla de "reconciliación racial", PK quiere hacer pensar que se le ha plantado a las desigualdades en este país. Pero ni siquiera habla de racismo institucional o supremacía blanca, ni mucho menos ofrece un programa para eliminar la opresión nacional.

Nunca menciona las raíces políticas e históricas de la desigualdad en este país. En vez, dice que el problema es el "pecado del prejuicio" de los individuos, y aconseja a sus miembros "forjar amistades duraderas" con hombres de otras nacionalidades.

No les recomienda luchar por la igualdad de las nacionalidades. No les recomienda oponerse a los ataques a la acción afirmativa, a la criminalización de los chavos negros, la brutalidad policial o los recortes de welfare u otros servicios sociales, que dan duro a las comunidades negra y latina.

De hecho, ¡Promise Keepers es una parte del movimiento fundamentalista cristiano derechista que respalda todos esos ataques! Esa es la realidad que tapan sus palabras de "reconciliación racial".

Prometen una agenda derechista

Cuando Bill McCartney, el fundador de Promise Keepers, era entrenador del equipo de fútbol americano de la Universidad de Colorado, obligaba a los jugadores a rezar antes de los partidos; apoyaba a la Operación Rescate y hablaba en protestas contra el aborto; y pertenecía a la junta directiva de Colorado for Family Values, un grupo que se dedicada a privar a los homosexuales del derecho a entablar demandas contra la discriminación. Eso da una idea del tipo de movimiento que McCartney se ha propuesto construir.

PK no se cansa de repetir que es un "movimiento religioso, y no un movimiento político". Pero la verdad es que está ligado con mil lazos a las más importantes organizaciones derechistas y fundamentalistas cristianas. Además, su agenda, como la de esas otras organizaciones, es muy política.

Entre quienes la apoyan están: Pat Robertson, de la Coalición Cristiana; Jerry Falwell, de la Mayoría Moral; D. James Kennedy, un televangelista; James Dobson, del grupo Focus on the Family, que publica los folletos teóricos de PK. Dobson grita a los cuatro vientos que Estados Unidos debe ser una "nación cristiana" y que "la iglesia no solo tiene el derecho, sino la obligación" de desafiar a cualquier líder del gobierno que "se oponga a la voluntad de Dios" y hacerlo "cumplir a la letra la Biblia".

Esas son las organizaciones que contribuyen dinero, conferencistas, plumíferos y publicidad para PK; todas ellas tienen una plataforma derechista.

Mark DeMoss, el vocero nacional de PK, quien le dijo al Washington Post que el grupo no tiene agenda política, fue miembro del Comité de Consulta del candidato a la presidencia Pat Buchanan y vocero de Jerry Falwell. Bill Bright, de Cruzada Universitaria por Cristo, que ha apoyado a PK con dinero y personal, hace campañas para que el gobierno haga rezar a los estudiantes en las escuelas públicas, y para que se enseñe "la posición bíblica de la creación" y no la evolución.

El movimiento reaccionario del que forma parte PK se burla abiertamente de la separación de la iglesia y el estado, como el juez de Alabama que empieza todas las audiencias con una oración y tiene en la corte los "Diez Mandamientos". Una parte importante de ese movimiento son las fuerzas que vienen librando una violenta guerra contra el derecho al aborto.

Promise Keepers =
Fascistas cristianos

" `El sacrificio que hace el hombre en la lucha por esta nación, la mujer lo hace con la preservación de la nación en casos individuales. Lo que el hombre rinde en el campo de batalla, la mujer rinde con eterno autosacrificio, en eterno dolor y sufrimiento. Cada vez que la mujer da a luz es una batalla, una batalla por la existencia de su pueblo... en realidad, nuestro movimiento tiene un solo centro, y ese centro es el niño, esa criatura que tiene que nacer y robustecerse, ese niño es lo único que le da significado a la vida de lucha'.

"Hoy, la derecha cristiana hace eco a esas palabras de Adolfo Hitler. Por eso debemos llamarlos por su nombre: fascistas cristianos. No es un insulto, porque identifica correctamente su programa político, un programa que afecta a enormes sectores de la población.

"Debemos llamarlos fascistas porque eso es lo que son. Cultivan y promueven, abierta y agresivamente, una política reaccionaria que se propone imponer--por la fuerza si es necesario--las relaciones socioeconómicas más opresivas y explotadoras. Cuanto mejor comprendamos eso, tanto más fuerte será nuestro compromiso y nuestra unidad con todos los que se oponen a ellos".

Mary Lou Greenberg

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PK es parte de un movimiento que quiere reforzar el patriarcado y otras relaciones sociales opresivas. Es llamativo el eco que le hace a la filosofía de los nazis.

En su libro The 12-Year Reich, Richard Grunberger escribe sobre la mujer, la familia y la religión durante el gobierno nazi. Dice: "Lo que motivaba su preocupación por la familia era aumentar su poder [y elevar el índice de natalidad para incrementar la población aria], pero eso encajaba muy bien con aspiraciones populares. La consigna `Restituir la familia a su debido lugar', parecía ser un grito de batalla apolítico para aglutinar a quienes retrocedían ante la complejidad del presente.

"Sin embargo, la consigna era muy política: la familia pre-1914 tenía como centro al hombre y era muy autoritaria. Quienes se beneficiaban de esa situación, vieron en la liberalización de las relaciones familiares y las costumbres sexuales un ataque frontal a las fuentes del orden social; quienes tenían antipatía por la República Weimar atribuyeron a la misma causa el incremento de la prostitución juvenil alimentada por la Depresión.... El nuevo gobierno [nazi] se propuso demostrar ser mejor protector de la familia imponiendo restricciones a la igualdad de la mujer, el aborto, la homosexualidad y la prostitución (conspicua). A los mendigos, que se veían por todos lados como consecuencia de la Depresión, los barrieron de las calles para que las señoras pudieran salir sin temor".

A pesar de ciertas diferencias, aquí se ve la unidad fundamental que hay entre los fascistas alemanes de ese entonces y los fascistas cristianos de hoy en Estados Unidos.

La cita de Hitler muestra las similitudes entre los nazis y PK con respecto a cómo ven a la mujer. Los nazis alemanes tenían su propio programa para la mujer: criar, cocinar e ir a la iglesia. Los fascistas cristianos, si bien toman en cuenta que por necesidades económicas la mujer hoy tiene que trabajar fuera del hogar, exigen que se someta al hombre en el hogar y en la sociedad.

Para muchos fascistas de Estados Unidos, la religión, y en particular el fundamentalismo cristiano, es clave. Hay otros fascistas que no pertenecen a grupos como PK o la Coalición Cristiana, y no todos los fundamentalistas religiosos son fascistas o reaccionarios, aunque a fin de cuentas, su ideología es un obstáculo para construir un movimiento de oposición y mucho más de lucha para acabar las relaciones opresivas y explotadoras.

Así y todo, los fascistas de peso hoy son los fascistas cristianos. Su encarnación religiosa se presta muy bien como vehículo para el fascismo y les da una "legitimidad" de la que no gozan todas las fuerzas fascistas.

Para probar que no son un "movimiento político", dicen que no respaldan a ningún partido o candidato político. Pero la esencia de la política no es la contienda o rivalidad de partidos o grupos políticos.

La política es la lucha para dirigir la sociedad y los asuntos de estado, y en ese campo diferentes programas expresan los intereses de distintas clases sociales.

Si analizamos a PK bajo esa lupa, se verá más claramente su verdadera naturaleza política, ideológica, y lo peligrosa que es; y por lo mismo, se verá más claramente lo urgente que es construir un movimiento contra todo lo que representa.


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