HOMENAJE A KWAME TURE:
"PREPAREMONOS PARA LA REVOLUCION"

Obrero Revolucionario #985, 6 de diciembre, 1998

El 15 de noviembre de 1998, los pueblos del mundo sufrieron una gran pérdida con la muerte de Kwame Ture, quien falleció en Conakry, Guinea, de cáncer a los 57 años. Kwame fue un incansable organizador, orador y promotor de la revolución, que llegó al corazón de millones de personas. Fue un líder revolucionario que dedicó la vida al pueblo y enfrentó con osadía al enemigo en todo momento. Tenía gran fe en las masas populares y jamás dejó de luchar contra la opresión. Por eso, los pueblos del mundo lamentan su muerte y celebran su vida ejemplar.

Su nombre de pila fue Stokely Carmichael y fue de la generación de revolucionarios que se templó en la fragua de las luchas candentes de los años 60. Era uno de esos líderes que encarnó y dio vida al "espíritu de los tiempos". Un joven rebelde, odiaba al sistema, quería al pueblo y luchaba con audacia contra la injusticia. Respondió a los desafíos de una encrucijada histórica como líder de la transición del movimiento de derechos civiles al movimiento de liberación negra.

Despertar en el Sur

Stokely Carmichael nació en Puerto España, Trinidad. A los 11 años la familia fue a vivir en Harlem y después en el East Bronx. Cuando llegó a la prestigiosa prepa Bronx High School of Science, ya estaba buscando ideas y una filosofía radicales. Cuando sus compañeros de escuela todavía se la pasaban leyendo las tiras cómicas, "Yo me esforzaba por comprender a Darwin y Marx".

En ese entonces, la lucha contra las leyes discriminatorias (conocidas como Jim Crow) en el Sur estallaba y encendían el alma de chavos como Stokely. Recordó: "Una noche en la TV vi a esos chavos volviendo a acomodarse en los asientos del restaurante después de ser tirados al suelo. Tenían azúcar en los ojos y salsa de tomate en el cabello. Algo me pasó; de repente, estaba que ardía".

Stokely se matriculó en la Universidad Howard de Washington en 1960, y se metió a la lucha política. Por esos días empezaron los "Freedom Rides" o sea, la movilización contra la segregación del transporte público en el Sur. Grupos de jóvenes negros y blancos hicieron los viajes en buses, sabiendo que tendrían que encarar el terror reaccionario del Ku Kux Klan y de los sheriffs. Muchas veces los arrestaban al llegar a su destino. Stokely pasó 49 días en el calabozo Parchman de Misisipí, donde le dieron constantes palizas. Esa fue la primera de más de 30 veces que sería arrestado a lo largo de la lucha contra la segregación.

Pero Stokely y los demás universitarios no se rajaron ante el KKK, la brutalidad policial o las cárceles. De todas partes del país, jóvenes de varias capas sociales iban a Misisipí a pesar de los peligros. Construyeron escuelas, inscribieron electores negros, abrieron clínicas y combatieron la pobreza y el racismo. Fueron días que cambiaron la vida de muchos. Stokely hacía el viaje al Sur cada verano y, cuando se graduó en 1964, se fue a vivir allá.

Como organizador de tiempo completo del Comité Coordinador de Estudiantes no Violentos (SNCC, por sus siglas en inglés), fue director del proyecto del segundo distrito electoral de Misisipí, donde dos tercios de la población era negra pero casi nadie estaba inscrito para votar. Stokely recuerda: "Nuestro trabajo era ir a un pueblo pequeño o a un caserío donde no conocíamos a nadie. Cuando llegábamos decíamos que estábamos buscando a los más fuertes para que nos dieran techo porque estábamos ahí para organizar. Les decíamos que les podrían quemar la casa, balearlos y hasta matarlos. O sea, serían víctimas del peor terrorismo. Pero nuestro trabajo era encontrar a esa gente y, naturalmente, siempre la encontrábamos".

El salvajismo del sistema contra manifestantes que luchaban por los derechos humanos básicos, y los asesinatos, lo radicalizaron. Recuerda que una vez en Alabama vio a la policía golpear a un grupo de manifestantes y atacarlos con aguijones eléctricos para arrear ganado. Horrorizado, se puso a gritar incontrolablemente.

Stokely se forjó como líder dinámico de SNCC; le infundió a la lucha audacia y humor. El escritor y fotógrafo Gordon Parks dijo que Stokely era uno de esos jóvenes capaces de "pasearse por el centro de Dixie en pleno día con la bandera de la Confederación como pañuelo". De hecho, su desafío y confianza eran palpables. Bill Strickland, otro organizar de SNCC, recuerda que Stokely era un modelo de valentía, humor y de que "todo era posible".

Stokely dijo que la gente de Misisipí le enseñó más sobre la valentía y la dedicación que la universidad. "Lo importante de SNCC era que nos enseñó a confiar en la gente. Esa lección me ha salvado, es lo que me da ánimo".

Kwame Ture jamás abandonó ese cariño revolucionario a las masas populares. En un homenaje que se le rindió en 1997 dijo: "Siempre he sabido que los pobres hacen cualquier sacrificio por quienes se sacrifican por ellos. Eso lo he sabido desde que era joven, cuando trabajaba con SNCC. En esos días me tenía que hospedar en la casucha que me diera la gente. A veces, a las dos de la mañana me venían a despertar, para llevarme a otra casucha porque se acercaban las autoridades. Me llevaban en un carro desconocido para que se encargara de mí hasta la madrugada otra persona. Siempre ponían en peligro la vida por mí; yo sé que si uno se sacrifica por el pueblo, el pueblo se sacrificará por uno.... Los revolucionarios nunca somos pesimistas, nunca, porque sabemos que por mucho que tarde, el triunfo del pueblo llegará, por más que tarde, llegará".

Desafío en el condado Lowndes

El condado Lowndes, Alabama, queda sobre la carretera 80 entre las ciudades de Montgomery y Selma; era la cuna del viejo Sur, lleno de peligros para los negros. En 1965, menos de 90 familias blancas eran dueñas de más del 90% de los terrenos. Más de la mitad de los negros vivían debajo del nivel de pobreza, muchos en casuchas en caminos no pavimentados. Muchos eran aparceros o arrendatarios. La mitad de las mujeres negras trabajaban en Montgomery limpiando casas por $4 al día. En Alabama, el lema oficial del Partido Demócrata era "Supremacía blanca". Ni un negro estaba inscrito para votar y el KKK hacía de las suyas.

Muy pocos habían oído del condado Lowndes antes de la noche del 25 de marzo de 1965. Habiendo terminado una marcha de derechos civiles de Selma a Montgomery, dos voluntarios--Viola Gregg Liuzzo, una blanca de Detroit, y Leroy Moton, un joven negro de Selma--regresaban a Montgomery. En eso, un carro lleno de klanistas se les pegó; hubo disparos y Liuzzo cayó muerta.

Al día siguiente, Stokely viajó a Lowndes para organizar la Organización de Libertad del Condado Lowndes, la cual adoptó la pantera negra como logotipo. (Más tarde el Partido Pantera Negra adoptó ese símbolo.) Stokely dijo: "La gente de SNCC había visto el terror desnudo y captaba que no tenía que ver con la moral sino con el poder. Era cuestión de poder económico, de la explotación de nuestra gente, y sabía que para liberarse, era necesario organizar políticamente a las masas".

Desde el principio el movimiento de derechos civiles tuvo que enfrentar el terror del KKK, la policía, la patrulla estatal y los sheriffs. Hubo mucho debate sobre la no violencia y el pacifismo. Unos líderes iniciales, como Robert Williams, predicaban empuñar las armas para defenderse. Los Diáconos de Autodefensa y Justicia iban a las marchas armados para defender a los manifestantes. Si bien Martin Luther King se conocía por su filosofía de no violencia y de "dar la otra mejilla", había otras organizaciones a favor de la defensa armada.

SNCC (y Stokely) reafirmó el derecho de los negros a defenderse. Stokeley recuerda una vez cuando llegó el Dr. Martin Luther King: "Yo sabía que el Dr. King predicaba la no violencia, pero él sabía que su gente no estaba de acuerdo, que lo iban a proteger. Así que cuando llegó a Greenwood, Misisipí, salí rápido a darle la bienvenida, a abrazarlo. De veras estaba muy contento porque me hacía un gran honor con su visita. Le dije: `Dr. King, el carro en frente está lleno de armas, como está el carro de atrás. Pero ninguno de los del medio tiene armas y, como usted está en el medio, está rodeado por la no violencia, pero nosotros tenemos violencia con que protegerlo'".

¡Poder negro!

En junio de 1966, tres semanas antes de cumplir 25 años, Stokely fue elegido presidente nacional de SNCC. Poco después lanzó el grito de "poder negro", que recorrió todo el mundo.

Por esos días, el activista de derechos civiles James Meredith fue herido de bala en Misisipí durante una "Marcha contra el temor" de Memphis, Tennessee, a Jackson, Misisipí. Su propósito era conseguir que los negros se inscribieran para votar. Los otros líderes se indignaron y se comprometieron a continuar la marcha. Stokely decidió que había llegado el momento de lanzar el grito: ¡poder negro!

El 16 de junio de 1966, lo arrestaron. Cuando salió, 3000 personas lo estaban esperando en un parque de Greenwood. Stokely tomó la palabra: "Ya son 27 veces [que me arrestan]. Ya no quiero que me vuelvan a meter preso.... Llevamos seis años diciendo `Libertad' y no tenemos nada. Desde hoy en adelante vamos a decir `¡poder negro!'". Y la gente respondió con gritos de "¡Poder negro!, ¡Poder negro!".

El grito de "¡poder negro!" fue un parteaguas, y Stokely se destacó como figura clave en la transición del movimiento de derechos civiles al movimiento de liberación negra. En corto tiempo se escuchaba "¡Poder negro!" por todo el país. Era una fuente de orgullo y militancia, de: "Somos negros y hermosos", "Díganlo recio: ¡Orgullosos de ser negros!". Stokely dijo: "Desde que nacen, los negros han escuchado una colección de mentiras en relación a ellos mismos. Nos dicen que somos indolentes; sin embargo, pasen por la zona del delta del Misisipí y verán a los negros cogiendo algodón bajo el sol ardiente durante catorce horas. Nos dicen: `Si trabajan duro, llegarán al éxito', pero si así fuera los negros serían los amos del país. Se nos oprime porque somos negros, no porque seamos ignorantes, no porque seamos indolentes, no porque seamos estúpidos (y tengamos un buen sentido del ritmo), sino porque somos negros".

"¡Poder negro!" se conectó con el nuevo despertar de los negros; con los que empezaban a darse cuenta de que la lucha tenía que ir más allá que reclamar derechos negados desde hace años. Stokely y otros empezaron a explicar que el capitalismo se basa en la explotación y el racismo, y que para liberarse de veras, el pueblo tendría que enfrentarse al sistema y tumbarlo con la revolución.

Recordando ese período, Stokely dijo en 1997: "Tuvimos que convencer a nuestra gente de que el sistema político de este país no nos va abrir puertas. Fue entonces que empezamos a exigir `poder negro' y `el control de los negocios, la policía y las escuelas por la comunidad', etc. Pero entendemos que sería imposible establecer una isla independiente en América, pues quedaríamos rodeados por hostiles comunidades blancas con sus policías y fuerzas armadas. La sociedad que queremos construir para los negros no puede ser capitalista.... Para que los negros puedan controlar su propia vida, primero tendrían que estremecer las fundaciones económicas del país entero. Habría que liberar las colonias, tanto internas (los ghettos negros del Norte y del Sur) como las externas. Desde hace un siglo este país ha sido como un pulpo: sus tentáculos de explotación se extienden de Misisipí y Harlem a Sudamérica, el Oriente Medio, el sur de Africa y Vietnam. Las formas de explotación varían de un lugar a lugar, pero la esencia es la misma: un puñado se enriquece a expensas de la gente pobre y de color, que no tiene voz. Hay que romper ese patrón. A medida que se va aflojando el yugo imperialista en unas partes del mundo, se hacen más realistas las esperanzas de los negros americanos. Para que muera el racismo, tendrá que nacer una nueva América".

Esa concientización fue fruto de que sectores del movimiento se hacían más antiimperialistas y revolucionarios. También empezaban a unirse más las luchas contra la opresión de los negros y contra la guerra de Vietnam. En 1966, SNCC fue la primera organización negra que se opuso públicamente a la guerra de Vietnam. Stokely pasó a ser un símbolo nacional contra la guerra y el reclutamiento obligatorio; dijo que era una guerra inmoral, ilegal e imperialista.

De Stokely Carmichael a Kwame Ture

En 1967, Stokely dejó de militar con SNCC; el Partido Pantera Negra lo nombró su Primer Ministro. En seguida fue a Africa, donde conoció al presidente de Ghana, Kwame Nkrumah, quien se encontraba exiliado en Guinea a consecuencia de un golpe militar. De ahí viajó a Vietnam del Norte y a Cuba, hizo campaña a favor de la solidaridad revolucionaria internacional y exhortó a los negros de Estados Unidos a librar una guerra de guerrillas urbana. De regreso, dio conferencias en las que condenaba los crímenes del imperialismo yanqui y el sionismo, y apoyaba a los palestinos. Por todo eso, el FBI lo tenía en las miras de su campaña COINTELPRO (para "neutralizar" a líderes revolucionarios negros).

Sus ideas nacionalistas revolucionarias lo llevaron a oponerse a la decisión del Partido Pantera Negra de buscar apoyo y forjar alianzas revolucionarias con los radicales blancos. Empezó a ver la lucha de los negros de este país como parte de la lucha de liberación en Africa. Cuando Nkrumah le pidió que fuera su secretario político, Stokely se mudó a Guinea con su esposa, la cantante y activista sudafricana Miriam Makeba. Dirigió el Partido Revolucionario de Todos los Pueblos Africanos de Nkrumah y renunció a su cargo en el Partido Pantera Negra. Se declaró panafricanista y dijo que su meta era formar "una sola fuerza para librar una implacable lucha armada contra el imperio blanco occidental y por la liberación de nuestro pueblo". En 1978, Stokely se cambió de nombre, en honor a Kwame Nkrumah y al jefe de estado de Ghana, Ahmed Sekou Ture.

Kwame Ture permaneció en Africa durante las últimas tres décadas de su vida, promoviendo su concepto de panafricanismo: "La idea de que todos somos africanos, de que todos estamos trabajando para construir una nación africana fuerte y unida, donde sea que nos encontremos; la idea de que debemos esforzarnos por unificar a Africa". Kwame regresó a Estados Unidos varias veces para dar conferencias y platicar con líderes revolucionarios.

"Preparémonos para la revolución"

Como panafricanista, Kwame Ture tenía importantes diferencias de principio con el marxismo-leninismo-maoísmo sobre cómo derrotar al imperialismo y ganar la emancipación, y jamás reconoció que desde mediados de los años 50 la Unión Soviética se volvió imperialista. Pero nunca dejó de ser partidario de la REVOLUCION. Siempre tomaba una posición firme contra el imperialismo yanqui, y tomó partido con la lucha popular hasta el día que murió.

Cuando estalló la Rebelión de Los Angeles en 1992, dijo: "¿Saben lo que hay que hacer para organizar una rebelión en una zona urbana? Sueñen con eso. ¿Saben lo que es necesario? Se necesita discusión, planeamiento, logística, un movimiento. Miren lo que pasó en Los Angeles: a las 3 de la tarde se tomó la injusta decisión contra Rodney King, y sin discusión alguna, sin tomar decisiones, sin nada, los africanos se lanzaron a la calle, atacaron al capitalismo con ganas, asestaron golpes que dejaron bajas, causaron daños y mantuvieron a raya a la policía y al ejército. Ahora bien, solo duró dos días; no fue organizada sino espontánea. ¿Se pueden imaginar lo que sería una rebelión en Los Angeles si los africanos se organizaran? Y eso va a suceder, se les digo yo. No soy profeta sino revolucionario, y mi trabajo es conocer el futuro de las corrientes políticas, y les digo que eso vendrá, no tengo la menor duda".

Hasta su último suspiro Kwame defendió la violencia revolucionaria contra los opresores. En Estados Unidos promovía la tregua de pandillas y pedía que se dejaran de usar en la música rap expresiones que insultan a la mujer. Antes de la Rebelión de Los Angeles, se reunió con los Crips y los Bloods; les dijo: "Miren, van a soltar a esos policías blancos y ustedes tendrán que hacer algo.... Consíganse gasolina, botellas y trapos, ¿entienden? Es muy fácil hacer cocteles molotov...". En otra ocasión se le pidió comentar sobre la violencia entre los negros; dijo: "Solo tenemos que enseñarles quién es el enemigo; por lo visto no le tienen temor a las armas".

Mensaje a la juventud

Kwame Ture vio el importante papel que pueden jugar los estudiantes y la juventud para iniciar la lucha contra el sistema. Aun cuando estaba debilitado por el cáncer, no dejó de dar conferencias en universidades de Estados Unidos y de exhortar a la juventud a servir al pueblo. Decía:

"Ustedes son estudiantes y tienen una responsabilidad especial. Tengan cuidado, pues el capitalismo intentará confundirlos y hacerles pensar que todo es mercancía. En los tiempos de la esclavitud, yo también era una mercancía; lo convierte todo en mercancía. Si no tienen cuidado, les hará pensar que el conocimiento es una mercancía, que pagan para obtenerla en la universidad y que después tendrán que cobrar para enseñarla. Pero el conocimiento no puede ser una mercancía. El conocimiento jamás puede pertenecer a una sola persona; le pertenece al pueblo.... El conocimiento tiene una sola función: aliviar el sufrimiento de la humanidad. No tiene otra meta. Siempre que se aplique con otros fines, se está desviando del camino del conocimiento. No solo es desviación; es traición de la lucha popular.... Tienen que demostrar que son capaces de cambiar el mundo y la única manera de cambiarlo es sirviendo a la humanidad, contribuyendo al progreso y luchando contra todas las manifestaciones de injusticia".

*****

"Como revolucionarios les decimos que somos combatientes y siempre estamos buscando la lucha; jamás evitamos la lucha. No solo buscamos las luchas, sino que buscamos las más difíciles. Las fáciles las dejamos para los flojos. Nosotros queremos las luchas difíciles. Y, naturalmente, sepan que tenemos plena fe en las masas populares y estamos plenamente convencidos de lo correcto de nuestra posición desde los años 60. Las condiciones de hoy la comprueban. Sin duda alguna, América está más lista para la revolución en 1997 que en 1967".

Kwame Ture, 14 de abril de 1997

Kwame dio la vida por el pueblo; el enemigo lo odiaba y lo perseguía. Pero el pueblo lo apreciaba y quería.

A lo largo de su vida, Kwame afectó profundamente a mucha gente. Su intrepidez fortaleció a unos, su incansable desenmascaramiento del capitalismo hizo que otros también lucharan y unos llegaron a soñar con un mundo mejor debido a su elocuente manera de promover los ideales revolucionarios.

La muerte de Kwame Ture es una gran pérdida para los pueblos del mundo, pero su ejemplo revolucionario vive. Como él mismo lo dijo:

"El único homenaje que nos pueden rendir es luchar contra la injusticia. El único homenaje que nos pueden rendir es luchar por el progreso de la humanidad. El único homenaje que nos pueden rendir es servir a la humanidad donde sea necesario. Así se nos rinde homenaje, lo demás no lo es. ¡Preparémonos para la revolución!".


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