¡Apoyemos la justa huelga de la UNAM!
¡La rebelión se justifica!

Obrero Revolucionario #1027, 24 de octubre, 1999

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La huelga estudiantil de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el Distrito Federal, lleva más de cuatro meses. Todo edificio, todo laboratorio, todo centro deportivo de la universidad más grande de toda América Latina está cerrado. Esta nueva generación lucha para poner un alto, un "¡Basta ya!", al futuro que tiene planeado el imperialismo para ellos y para todo México. Corean: "¡Después de la educación, siguen los hospitales y la luz!". Su lucha es como un viento fresco que sacude a México y hace temblar la fortaleza desvencijada y caduca que es el gobierno mexicano. Marchan por las calles en playeras que declaran: "No hay más ruta que la nuestra" y su mensaje de resistencia inspira rebelión en otros sectores sociales.

Las demandas de los estudiantes

El 20 de abril, 270.000 estudiantes de la UNAM votaron a favor de cerrar la universidad en un paro "indefinido". Plantearon seis demandas para abolir las "reformas" educativas que atacan la educación gratuita y pública, un derecho ganado en la Revolución de 1910 y formalizado en la Constitución nacional. La matrícula ha sido casi nula por 51 años en la UNAM, pero ahora quieren imponer una matrícula de $65 al semestre, lo cual es una cantidad enorme en un país donde el salario mínimo es $4 al día, donde cuatro de cada cinco niños del campo sufren de desnutrición y donde la mayoría de los jóvenes no tiene esperanza de recibir educación. Las "reformas" han quitado el derecho de "pase automático" a la universidad para los estudiantes de las prepas afiliadas a la UNAM. Han puesto límites de permanencia en la universidad, una medida que castiga al 40% de los estudiantes que estudian y trabajan. Han puesto los exámenes de ingreso y egreso en manos de una empresa relacionada con Bill Gates, el multimillonario de Microsoft.

La justa lucha de los huelguistas ha enfurecido a la clase dominante, que llama a los estudiantes "ultras", "intransigentes" y "una minoría que causa daños irreparables a la universidad". Tales acusaciones salen de la boca de los lacayos del imperialismo, quienes le cobran al pueblo un rescate bancario de $900 millones, y hacen recortes en la salud y la educación. Como dicen los paristas: "Si nos llaman intransigentes por no aceptar que se expulse de la universidad a los hijos de los trabajadores, por defender el derecho de todos a la educación superior, entonces sí somos intransigentes". (Consejo General de Huelga, CGH)

Adonde hay opresión, habrá resistencia

El sistema que beneficia únicamente a los opresores del pueblo-los imperialistas, los capitalistas burocráticos y los terratenientes-

tiene el gran problema de reestructurar la economía sin perder la estabilidad. Las privatizaciones y la reestructuración que imponen las instituciones financieras imperialistas están atrapando aún más en la pobreza extrema al pueblo de México. El mismo gobierno estima que 15 millones de campesinos podrían perder sus tierras como consecuencia de los cambios que están implementando, y que esa sería una cantidad aceptable.

La clase dominante de México y sus amos imperialistas están sentados encima de un volcán y temen la justa rebelión del pueblo, con razón. Se acercan las elecciones del año 2000 y sus riñas internas los hacen más vulnerables que nunca. Necesitan que el pueblo únicamente se pregunte: "¿Cuál partido político escogemos para que nos oprima?".

¡La rebelión se justifica!

Esta huelga ha polarizado la sociedad de una forma que no se ha visto desde el justo levantamiento armado de Chiapas. La población descontenta busca soluciones verdaderas al resquebrajamiento del viejo orden: miles de trabajadores de la electricidad han marchado contra la privatización; en Chiapas las confrontaciones entre el ejército y los campesinos se dan a diario; y en las montañas movimientos guerrilleros armados proliferan. En medio de esto, aparece en el escenario político la nueva generación que ha puesto su fe en la resistencia decidida. La clase dominante teme que su decisión y su lucha contagie a otros sectores sociales. Reaccionó con furia cuando dos camiones de estudiantes viajaron a Chiapas para apoyar a los indígenas que enfrentan al ejército. Expidieron órdenes de arresto; el gobernador puso el grito en el cielo sobre "agitadores extranjeros"; el ejército paró y revisó todo el tráfico en la carretera que pasa por San Cristóbal; y hasta mandaron a la migra a buscar estudiantes en los hoteles de turistas ¿¡para deportarlos al DF!?

Se les cae la máscara de amigo a los falsos amigos

Cárdenas, alcalde del DF y candidato presidencial del PRD (el partido que le gusta aparentar que es amigo del pueblo), ha mostrado una y otra vez que él defiende los mismos intereses que el PRI: los de los grandes capitalistas, los imperialistas y los terratenientes. Mandó a la policía capitalina a golpear y arrestar a los paristas, y declaró que "la policía intervendrá cuantas veces sea necesario". Por eso, Cárdenas, junto con Zedillo, el rector Barnés y el jefe de la policía, fueron declarados "personas non gratas" en la universidad. En una marcha contra la represión, las mantas y pancartas decían la verdad: "Cárdenas: Represor".

A la fecha, los paristas están recibiendo muchas amenazas. El rector Barnés pidió que intervenga el gobierno federal para ponerle fin al paro. Zedillo amenazó: el gobierno "recurrirá a otro tipo de solución" si se agota la solución negociada, pero busca "el consenso de la comunidad democrática universitaria" para atacar. Una propuesta de profesores eméritos ha buscado dividir y presionar a los huelguistas y fortalecer el lado del gobierno. La propuesta fue rechazada por los paristas porque recomienda ponerle fin a la huelga "a cambio de una promesa" de diálogo.

La propuesta sirve de pretexto al gobierno para presionar a los estudiantes a suspender el paro, desprestigiar su lucha, dividir al movimiento y sus simpatizantes, y justificar cualquier agresión contra los paristas aparentando actuar conforme a los intereses de la mayoría de los estudiantes que se encuentran bloqueados por una "minoría aislada y ultra". Atacar la huelga con fuerza brutal tendría un costo político muy alto para el gobierno, porque todavía está vigente en la memoria la masacre de cientos de estudiantes y familias el 2 de octubre de 1968 en la plaza de Tlatelolco. En esa ocasión, el gobierno mexicano se destacó como asesino y fiel lacayo del imperialismo. Sin embargo, hoy hay voces que evocan la sombra del 2 de octubre para promover otra masacre: el presidente de la Comisión de Gobernación del Senado regañó a la policía capitalina (que controla Cárdenas) y le dijo que no se deje detener por "el fantasma del 2 de octubre" y que "arreste a los delincuentes del CGH". Sugirió un operativo conjunto con la nueva Policía Preventiva, que tiene 5000 soldados del ejército.

¡Defender a los estudiantes rebeldes!

Pase lo que pase con la huelga, queda muy claro que ha logrado montar una oposición seria contra el plan maestro que los imperialistas quieren que se trague el pueblo de México y los demás pueblos del mundo. Por eso, esta lucha beneficia a los pueblos del mundo en lucha contra el imperialismo. ¡Que vivan los paristas! Nosotros, quienes vivimos en el mero opresor principal del pueblo mexicano, tenemos una responsabilidad y una oportunidad especial de denunciar al enemigo común y de apoyar la lucha justa de nuestras hermanas y hermanos en lucha en la UNAM.

Lo que puedes hacer:

¡DESDE MEXICO A IRAN: QUE VIVAN LOS ESTUDIANTES EN LUCHA!

¡GOBIERNO MEXICANO: EL MUNDO ENTERO ESTA MIRANDO:
NO REPRIMAN A LOS ESTUDIANTES! ¡ALTO A LA REPRESION!

¡ABAJO EL TLC! ¡IMPERIALISMO YANQUI Y BANCO MUNDIAL:
FUERA DE MEXICO!

Libros Revolución, 312 W. 8th Street, Los Angeles CA 90014, 213-488-1303


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