Watts: Bajo la sombra de la policía

La historia de Effie

Michael Slate

Obrero Revolucionario #1030, 14 de noviembre, 1999

Hasta los sonidos son diferentes en Watts: son más fuertes y más agudos. El matraqueo de los carritos llenos de latas que hombres y mujeres empujan al centro de reciclaje suena a cadenas arrastradas. Los ferrocarriles que pasan rumbo al puerto o que parten de él rasgan el cielo con silbidos agudos.

Estamos en Group Home, donde trabaja Effie. Ella se seca las lágrimas mientras pasa el silbido del tren para seguirme contando lo que le pasó a su hijo adoptivo de 17 años Rodrick Brown. Effie dice que siempre andaba en la calle y que ella le decía que tenía que tuviera cuidado. Rodrick iba a inscribirse en el ejército, pero un incidente cambió su vida para siempre.

"Estaba aquí trabajando un día cuando recibí una llamada por teléfono. Una voz me preguntó si tenía un hijo que se llama Rodrick Brown. Contesté que sí y pregunté qué pasaba. El señor me dijo que nada. Pregunté si estaba lastimado, y me dijo que me volvería a llamar y colgó. Como a la hora recibí una llamada del hospital pidiéndome la tarjeta del seguro (Medi-Cal). Pregunté qué pasaba y me dijeron que la policía lo llevó y que estaba muy mal, que tenía un problema en las piernas. Pedí que me dejaran hablar con él. Hablamos como un minuto hasta que un policía le quitó el teléfono. Cuando llegué al hospital con la tarjeta del seguro me dijeron que ya no estaba. Una señorita me dijo que le aconsejaron a la policía no llevárselo porque estaba grave, pero que no hicieron caso y se lo llevaron.

"Hice muchas llamadas y no logré localizar su paradero hasta bien tarde. Estaba en el hospital de la cárcel, pero me dijeron que no me podían dar información porque era mayor de edad. Yo les dije que no tenía 18 años, que solo tenía 17 y necesitaba saber qué le pasaba. Entonces un policía me dijo que estaba en la cárcel herido, que una de las piernas le había quedado inútil.

"Como a las 4 de la madrugada recibí una llamada del hospital de la cárcel. Rodrick les había dicho que era menor de edad y que tenía que hablar conmigo. El médico me dijo que tenían que operarlo de urgencia. Le pregunté de qué y me dijo que un radiopatrulla le había arrollado las dos piernas.

"Me dijeron que tenía los huesos destruidos a la altura de las rodillas. Me dijeron muchas cosas esa noche, pero lo único que recuerdo es que me dijeron que tenía una pierna más corta que la otra y que tenía hemorragia. También me dijeron algo de tener que ponerle un clavillo y que no sabían si volvería a andar. Me dijeron que era una operación muy delicada. Yo les dije que lo operaran, pero la día siguiente cuando lo fui a ver no lo habían operado. Pasaron dos días y no lo operaban. Cuando pregunté por qué no lo habían operado, me dijeron que tienen pacientes más graves y más importantes que él. Creo que pasó más de una semana, quizás dos, yo no sé, porque a una madre le parece una eternidad, hasta que por fin lo operaron.

"El tiempo pasó... y yo no sabía cómo estaba. No me dieron su historia médica: no sabía si podría andar o no. No sabía cómo salió de la operación; no sabía que le hicieron una colostomía. Rodrick me dijo que no lo mencionó para que no me angustiara. Qué sorpresa la mía cuando entró a la corte en silla de ruedas y con la bolsa de la colostomía. Me puse a llorar incontrolablemente".

Nadie le ha dicho nada a Effie sobre la salud ni la situación judicial de Rodrick. Lo único que sabe es que encara 25 años en la cárcel y que está acusado de tentativa de robo con pistola. Los sheriffs dicen que él los atacó y que temían que los matara. Rodrick le dijo a Effie que los sheriffs llevaron a un señor al callejón para que lo identificara como el que lo robó, pero que el señor dijo que él no fue. Los sheriffs insistieron en que él era, hasta que el señor dijo que no estaba seguro.

Primero trataron de juzgarlo como adulto, hasta que Effie comprobó que era menor de edad y tuvieron que trasladarlo a la corte juvenil. Ahí los problemas se multiplicaron. El sistema judicial, que devora gente como Rodrick y Effie, empezó a funcionar. Con mucho trabajo, Effie consiguió $1500 para contratar a una abogada, quien trasladó el caso de nuevo a la corte de adultos, donde lo abandonó. La abogada jamás consultó con Effie y muchas veces dejó a Rodrick que se defendiera solo en la corte.

Effie habla con mucho dolor sobre el hecho de que todavía no sabe nada sobre la salud ni el juicio de Rodrick. "Lo único que sé es lo que le pasó a Rodrick esa noche. El iba caminando por un callejón cuando oyó el sonido de un carro que se acercaba a toda velocidad. Cuando volteó vio que un radiopatrulla se acercaba. El siguió... el radiopatrulla lo golpeó por atrás y lo inmovilizó contra una puerta de metal. Así lo tuvieron buen rato, presionándolo cada vez más.

"Uno de los sheriffs se bajó y le dijo: `Nigger, ¿nos vas a decir quién es tu compinche?'. Mientras le hacían esas preguntas, le golpeaban una pierna. Rodrick les decía que no sabía de qué estaban hablando, pero los agentes no dejaron de golpearlo aunque él gritaba del dolor. Un testigo dijo que la pierna colgaba y que los agentes se la golpearon varias veces. Cuando pusieron el radiopatrulla en reversa, Rodrick se desplomó.

"Eso sucedió en octubre del 98, así que ya lleva un año en la cárcel. En la corte juvenil le pusieron una fianza de $50.000; ahora es de $180.000. Dicen que están a punto de empezar el juicio, pero que no encuentran el expediente y que van a elaborar otro. ¿Se van a inventar un expediente, van a poner lo que les dé la gana?

"Para una madre esto es muy difícil. Rodrick no puede caminar; está paralizado desde la cintura y tiene esa colostomía. Es probable que no vuelva a caminar jamás, pues no tiene sensación en las piernas.

"Al que robaron le quitaron $60".


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