El legado de Lester Bowie

Obrero Revolucionario #1032, 28 de noviembre, 1999

"El jazz no es un repertorio fijo ni un ejercicio académico... sino un modo de vivir".

Lester Bowie (1941-1999)

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Un concierto de Lester Bowie era todo un espectáculo, un suntuoso banquete visual y musical, donde nuestra imaginación se echaba a volar.

Bowie le dijo al OR: "O sea, lo que hace este planeta es la gente, no solamente esos pocos privilegiados. Ellos no son representativos. Son las masas y lo que ellas pueden hacer. Son ellas las que representan lo que pasa. Y si pueden trabajar juntas, es increíble lo que puede pasar". Esa visión guió su música... y su vida.

En las manos de Bowie, la trompeta hablaba y creaba notas tan variadas que de poder visualizarlas serían cuadradas, circulares, multifacéticas, ameboides. Construía melodías al timbre de esa trompeta, que volaba y alcanzaba nuevas alturas en cada canción. En un momento reverberaban gruñidos feroces y al otro chillidos cómicos. Se deslizaba a susurros de blues y de repente entraba con el ruidoso estilo de Nueva Orleans o be-bop. En pleno desacato al convencionalismo, sus tonos fracturados y disonantes proyectaban la voz indómita de los rebeldes.

Hacía interpretaciones innovadoras de obras clásicas y música pop con improvisación extraordinaria; entretejía magistralmente el son de la trompeta con las armonías colectivas.

Vestía una bata de laboratorio, pues su música era un gran experimento: "Este gran experimento nos llevará al futuro... queremos realzar, ilustrar...".

Una odisea con Lester se caracterizaba por lo inesperado, una exploración inaudita y audaz que penetraba hasta el alma.

Lester, te vamos a extrañar un chingo, pero nos has dejado tanto y tu legado musical vivirá para siempre.

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"Necesito muchos medios de expresión, no basta con uno solo. Para mí es muy importante tocar en situaciones muy variadas, como por ejemplo el dúo, una banda de cobres, el conjunto Art Ensemble. Es necesario fijarse en todo el panorama para captar lo que hago con mi música, porque estoy haciendo muchas cosas. Acabo de dar clases en un kinder en el estado de Vermont. En fin, no quiero que mi visión sea limitada".

Lester Bowie, entrevista de la revista Le Jazz, 1997

A los 5 años, Lester agarró la trompeta y empezó a tocarla. Así se dio inicio a una extraordinaria trayectoria musical rebelde y multifacética. Tocó en St. Louis con conjuntos de blues y R&B. En 1965, se estableció en Chicago, donde se conectó con músicos negros progresistas e innovadores como Muhal Richard Abrams, Roscoe Mitchell, Anthony Braxton y Joseph Jarman. Esos visionarios coincidían con Bowie en muchas cosas y sus colaboraciones dinámicas los llevaron a establecer la Asociación para el Avance de Músicos Creativos (AACM), que fomentó la libre improvisación colectiva y composiciones progresistas.

Por otra parte, Lester y otros músicos formaron el Art Ensemble de Chicago, que se puso a la vanguardia del movimiento de jazz libre de los años 60 y 70. Su música pluralista combinó lo ultramoderno con estilos tradicionales como el jazz de Nueva Orleans de 1920, marchas, música religiosa, fugas del compositor clásico Bach y elementos africanos. Creó un carnaval de togas de colores brillantes, caras pintadas, silbatos y platillos que asombró a los tradicionalistas, mezclando sonidos atípicos de instrumentos tradicionales con música internacional y tonos de nuevos instrumentos. Su lema era: "Gran Música Negra, de la antigüedad a la actualidad".

In 1995, Lester le dijo al OR: "Teníamos que elegir un nombre que describiera lo que hacíamos y fuera digno de los practicantes y sus aficionados. Además, el término `Gran Música Negra' es como curativo, o hace que se oiga.... Si alguien dice que respeta la Gran Música Negra, implica que puede respetar al pueblo negro, que es lo que necesitamos ahora. Todos necesitamos respeto mutuo".

Lester tocó su música en todo el planeta. Radicó un tiempo en Europa. Viajó a Africa y tocó con el destacado músico afro-pop Fela Kuti. Estuvo dos años en Jamaica, donde tocó y dio clases de trompeta. En gira por Senegal, tocó con tamboristas africanos.

La música de Bowie refleja la historia, las amargas experiencias de opresión del pueblo negro; pero también encierra una visión del futuro, recogiendo lo nuevo y estirándose hacia el horizonte. Su arte expresa optimismo, pues confiaba en la humanidad y en las grandes posibilidades de la lucha de las masas por un mundo mejor. Se unió a los jóvenes rebeldes y la política radical, y buscaba conectar su música con el pueblo y sus distintas expresiones culturales: combinó jazz libre con reggae, canciones populares, hip hop, funk y rap.

En 1986, Lester y su conjunto Brass Fantasy participaron en el primer festival Biko en Nueva York, donde se conmemoró al revolucionario Steven Biko, asesinado por la policía de Sudáfrica. El son del jazz, rock, rap y reggae, la poesía y los tambores africanos reverberaron en el ghetto del South Bronx, Nueva York, en solidaridad con la lucha del pueblo azanio contra el sistema racista de apartheid. Bowie presentó una canción "dedicada a P.W. Botha, presidente de Sudáfrica: `Orina y bésame el culo, pinche cabrón sinvergüenza'".

En los 80, Bowie formó el conjunto Brass Fantasy, que constaba de ocho músicos que tocaban instrumentos de cobre, además de tambores. Fue algo muy innovador. Según Lester, era "una banda de cobres que incorporó el coro, y los conjuntos europeos y de Nueva Orleans... una forma de ampliar los parámetros de la banda de cobres, tanto los aspectos técnicos de los instrumentos como el concepto global".

El repertorio de Brass Fantasy era conocido pero innovador, pues desenvolvía nuevos estilos que se nutrían de funk, música latina, R&B y pop. Bowie floreció como compositor y brindó interpretaciones libres de canciones muy conocidas como "The Great Pretender" y "I Got You" de James Brown, y en su último CD "Beautiful People" de Marilyn Manson y "Two Become One" de Spice Girls.

En 1997, Lester le dijo a Le Jazz: "Nuestro conjunto Brass Fantasy nos permite innovar. Empezamos con una canción de un cantante famoso y la interpretamos en un conjunto que no tiene guitarra ni teclado ni bajo. Eso requiere una gran creatividad. Y el público ni cuenta se da, o sea, dos días después del concierto comentan: `¡Ni siquiera tenían teclado!'".

La visión de Lester, además de sus opiniones políticas y sentido del humor, se nota en su música, en los títulos que ponía a sus discos y CDs, y en las canciones que interpretaba. Escribió una canción con título gracioso para Mohamed Alí y otra titulada "Miles Davis conoce al Pato Donald". Grabó "Odisea hacia la libertad" y "Extraña fruta", una impactante canción de Bille Holiday sobre el linchamiento de negros en el sur de Estados Unidos.

El 1º de mayo de 1992, al día siguiente de la Rebelión de Los Angeles, Lester Bowie grabó un nuevo CD. Al presentar una canción, dijo: "Hace unas semanas perdimos a un gran amigo, el tamborista Philip Wilson, asesinado en Nueva York. Pero ahora, hasta eso nos parece un suceso menor. Dedico esta canción a nuestro amigo, a nosotros y a ellos...". Al CD le puso "The Fire This Time" (El fuego arde ahora) con una foto de la Rebelión de Los Angeles en la portada. Unas semanas después, Brass Fantasy se presentó en el Festival de Jazz de Chicago y al tocar la canción "Extraña fruta", Bowie sacó una pistola y disparó al cielo para subrayar la realidad que expresaba la música.

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Los bellos y audaces experimentos musicales de Lester vivirán para siempre. En sus propias palabras: "La belleza del arte perdura a pesar de las dificultades y obstáculos que tenga que superar. Todavía tenemos el don creativo aunque llevamos 30 ó 40 años en esto sin el reconocimiento que merecemos. Seguimos creando algo nuevo, seguimos aquí...".


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