"Conoce al enemigo y conócete a ti mismo y ganarás cien batallas"

Convención Republicana: Preparativos de represión

Obrero Revolucionario #1063, 23 de julio, 2000

Durante la Convención Nacional del Partido Republicano, que se celebrará del 30 de julio al 3 de agosto en Filadelfia y donde nombrarán como candidato a la presidencia al verdugo de Texas y perro imperialista George W. Bush, miles irán a luchar por un futuro diferente: protestarán contra la avaricia de las corporaciones, el sistema de injusticia penal, la planeada ejecución de Mumia Abu-Jamal, la situación de los sin techo, el hambre y demás injusticias sociales.

Si llegaran a Filadelfia extraterrestres durante esta campaña electoral, bastaría con ver la movilización policial para concluir que todo ese proceso político va contra los intereses de las masas populares. Desde hace meses la policía municipal y federal vienen preparándose para las protestas con espionaje, atropellos a los derechos políticos de los organizadores, y planes de detención y violencia. Así que los manifestantes tendrán que ser valientes, ponerse trucha y perseverar para desafiar, repudiar y burlar a ese ejército canalla.

Todo eso indica, en cierto sentido, que hemos avanzado mucho, pues los imperialistas no pueden reunirse, en su propio país, sin la protección de una bola de policías. Los persigue el fantasma de Seattle, donde las protestas se hicieron oír por todo el mundo a pesar de la brutalidad de las autoridades. Por eso se están preparando, y por eso han analizado y sacado las lecciones de las protestas de Seattle contra la Organización Mundial de Comercio, y de las protestas de Washington, D.C., contra el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. El subcomisionado de policía de Filadelfia, Robert Mitchell, dijo: "Los sucesos de Seattle nos obligaron a repensar todo. Dijimos: `Dios mío, ¿y si lo mismo sucediera aquí?'".

Filadelfia mandó policías a Seattle y Washington, D.C., para espiar a los manifestantes y estudiar sus tácticas. El comisionado de policía de Filadelfia, John Timoney, alabó a sus compinches de Washington, D.C., quienes dispersaron las manifestaciones con gas lacrimógeno y macanas. La agencia noticiosa Associated Press informó: "Timoney asegura que la policía no usará gases a no ser que los manifestantes provoquen enfrentamientos. Agregó que vigilan de cerca a los grupos que se han propuesto trastornar la convención", y han establecido una estrecha coordinación con el FBI y el Departamento de Justicia.

Espionaje policial

Las autoridades no escatiman recursos para identificar a los líderes y, de ser necesario, dar un golpe preventivo, como hicieron en Washington, D.C., y en Nueva York el 1º de mayo. El FBI, el Servicio Secreto y la policía le dijeron a la prensa que están vigilando a los organizadores, así como sus páginas web y correo electrónico. Según el Philadelphia Inquirer, el agente del FBI Thomas Dowd advirtió que pueden efectuar arrestos antes de las protestas: "Depende de si las autoridades consideran que van a desobedecer la ley".

No es ningún secreto que las autoridades vienen espiando a los organizadores. Kensington Welfare Rights Union, un grupo que lucha por los sin techo y los que reciben asistencia pública, informa que una camioneta de la policía lleva más de un mes estacionada frente a su oficina. Asimismo, un miembro de Training for Change dijo en el programa radial "All Things Considered" que han empezado a arrestar a activistas por delitos menores, y un militante del grupo Direct Action le dijo al Philadelphia Inquirer que señores bien vestidos esculcan los basureros frente a la casa de activistas. Tom Harrington del FBI dijo: "Estamos adquiriendo mucha información por medio de nuestro trabajo de inteligencia, de eso no cabe duda.... Queremos estar preparados". El subcomisionado de policía dijo que para impedir disturbios es clave "detener a los líderes, a los organizadores".

Un reportero del Philadelphia Inquirer que fue a una reunión de los grupos que planean las protestas (convocada a través de la Internet), escribió: "Durante este mes se han visto a hombres, no identificados, sacando fotos de los activistas en por lo menos cinco reuniones de planificación". Las reuniones se llevaron a cabo en la oficina de la Liga Internacional de Mujeres pro Paz y Libertad, que colabora con el grupo Direct Action (una de las principales coaliciones que organiza las protestas). Los espías estaban en el techo del edificio de enfrente. La policía niega que fueron sus agentes y el FBI no hizo ningún comentario al respecto.

Entrenados para la brutalidad

El FBI y el Departamento de Justicia están a cargo de un curso de capacitación para enseñar a la policía a dar macanazos en las partes "apropiadas" del cuerpo. La policía de Filadelfia recibirá $5 millones para la convención. (La policía estatal pidió $555 millones para comprar 3950 cascos antimotín, 1250 chalecos a prueba de bala, etc.)

Durante la convención los tribunales recortarán los servicios para que haya más agentes disponibles; cancelarán las vacaciones de los agentes; y trabajarán turnos de 12 horas. La policía de todo el estado estará en estado de alerta y pedirá refuerzos de los departamentos de policía de los suburbios de Filadelfia, además de Washington, D.C., Delaware, Nueva Jersey y Nueva York. Aparte, habrá policías de 35 estados para proteger a los gobernadores republicanos que asistirán.

Los informes de prensa señalan que un comité de 16 miembros de una amplia gama de dependencias policiales-municipales, estatales y federales, entre ellas el FBI, el Servicio Secreto y el Buró de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego-se encargará de dirigir la operación contra las protestas. El director del FBI en Filadelfia le dijo a la prensa: "Se pondrán en juego prácticamente todos los recursos que tenemos". La prensa informa que el FBI tendrá un grupo de expertos en terrorismo, materiales peligrosos y computadores que "estará en comunicación con el Centro de Operaciones de Inteligencia del FBI en Washington, D.C.".

En cada esquina habrá un uniformado y habrá tiras mezclados entre los manifestantes. Andan inspeccionando los techos y las salidas de hoteles y restaurantes. Tienen planeado soldar las tapaderas de cloaca cerca de los hoteles y sitios de reunión. La policía estatal vigilará los hoteles de los delegados, restaurantes y atracciones turísticas. Además, patrullarán en barcos el río Delaware y es posible que prohíban el paso de vuelos sobre el estadio de la convención. El aeropuerto ha intensificado la vigilancia. Por otra parte, piensan quitar los distribuidores automáticos de periódicos para que los manifestantes no los usen como "instrumentos de destrucción".

Abren el calabozo

Se están haciendo preparativos para efectuar arrestos en masa. Se acaba de anunciar que abrirán el penal de máxima seguridad Holmesburg (cerrado en 1995 y usado para películas). Por su parte, las autoridades federales usarán el nuevo centro de detención federal situado en el centro. Ya están listos los buses que trasladarán a los presos y han anunciado que no permitirán que nadie duerma en los parques o las calles.

El Consejo Municipal ha prohibido andar con máscara; así que la policía podrá detener a todo manifestante que tenga máscara de gas. Según el Inquirer una circular de la policía pide que las "dependencias de seguridad" informan "si detectan un incremento de la población juvenil blanca, especialmente de los mamarrachos que se pintan el cabello de múltiples colores". Además, dispondrán de unidades móviles que se trasladarán a los "puntos de conflicto" durante la convención.

El FBI amenaza acusar a los arrestados de "violar leyes de comercio interestatal" o "los derechos de los delegados". Dicho atropello a los derechos civiles de los manifestantes establecería un precedente muy peligroso para convenciones políticas.

Paralelamente, las autoridades han lanzado una campaña de propaganda que pinta a los manifestantes de "terroristas". La prensa informa de prácticas para responder a ataques dinamiteros, además de armas biológicas y químicas. Hace unos meses, cientos de agentes del FBI y de otras dependencias policiales ensayaron una maniobra llamada "Libertad robada" para responder al secuestro de un funcionario público; según la prensa, el propósito fue: "estar preparados ante ataques terroristas u otras acciones durante la Convención Republicana". Asimismo, se ha informado que las autoridades sospechan que algunos activistas se infiltrarán a la convención, es decir, que se han ofrecido de voluntarios para trastornar la convención desde adentro.

Por su parte, los organizadores no aceptan que las autoridades los acorralen en una "zona de libertad de expresión", de 13 por 60 metros situada a más de dos kilómetros de la convención, donde cada grupo tendrá 50 minutos para hablar, mientras que al Partido Republicano le dan los parques más grandes y centrales, así como otros centros de reunión, ¡por no decir nada de la amplia cobertura en la prensa! Los organizadores han condenado el plan de acorralarlos y han dicho que no irán a la "zona de censura" o "pozo de protesta", como lo llaman, y varias organizaciones han declarado que realizarán las protestas con o sin permisos oficiales.

El mundo entero estará mirando.


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