El trabajo sucio de la policía política de Filadelfia

Parte 1: De COINTELPRO a Powelton Village

Obrero Revolucionario #1088, 28 de enero, 2001, en rwor.org

Estados Unidos siempre se ha proclamado el paladín de la libertad de expresión, de reunión y de protesta. Sin embargo, cuando miles se reunieron a protestar contra la convención del Partido Republicano el año pasado, lo que se protegió fue la estructura de poder y no los derechos populares.

El gobierno federal organizó una red de policía política para controlar las calles y disminuir el impacto político del desafío al "Baile de Verdugos". Dependencias federales como el FBI y el Servicio Secreto trabajaron de la mano con la Unidad de Asuntos Civiles, la policía política de Filadelfia.

En casi todas las protestas, se notó la presencia de tiras; unos con brazaletes de organizaciones oficiales, otros no. El jefe de la policía de Filadelfia, John Timoney, admitió que eran agentes de la Unidad de Asuntos Civiles que iban a "calmar la situación". En las calles, se hizo patente cómo iban a lograr dicha "calma": con vigilancia, infiltración y hostigamiento. Hicieron redadas en los centros organizativos con pretextos irrisorios. Hace poco, a uno de los oradores, el corresponsal del OR C. Clark Kissinger, lo sentenciaron a tres meses de cárcel por participar en las protestas.

La Unidad de Asuntos Civiles, que antes se llamaba Unidad de Desobediencia Civil (CDU), tiene una larga trayectoria de vigilar a grupos opositores, realizar operaciones secretas, fabricar acusaciones y desbaratar el trabajo de organizaciones, de la mano con el FBI y otras dependencias que coordinan la represión política en todo el país.

Forjar las armas de represión

Durante el verano de 1964, la rebelión recorrió las comunidades negras del país, primero Harlem (Nueva York) en julio, y luego otras siete ciudades.

El 28 de agosto en el norte de Filadelfia, cuando la policía bajó violentamente de su carro a una señora negra, la gente que miraba desde la banqueta decidió pelear. En tres días de lucha intensa, la comunidad negra echó a la policía. Se informó que 339 personas quedaron lesionadas, 100 de ellas policías.

La clase dominante de Filadelfia le ordenó a la policía prepararse para otros incidentes de resistencia... sin miramientos. Un policía cruel y racista, Frank Rizzo, fue ascendido a jefe de policía y luego a alcalde. En 1964, Rizzo formó un grupo dedicado al espionaje político, la Unidad de Desobediencia Civil, a cargo del agente George Fencl, quien ocuparía esa posición por 20 años. Otro grupo, el escuadrón "Stake-Out", tenía rifles de francotirador, armas automáticas de combate y uniformes a prueba de bala.

De esa manera, la policía de Filadelfia creó dos cuerpos de represión política: uno para inteligencia y operaciones secretas, y el otro para redadas y asesinatos.

En otras ciudades de Estados Unidos, pasaba lo mismo. Ampliaron las unidades de policía política que existían desde hacía mucho tiempo para espiar a los comunistas y subversivos, y las apuntaron contra las fuerzas radicales que surgían a raíz de la lucha de los negros. Asimismo, gastaron millones de dólares en armas de combate para nuevas unidades policiales semimilitares, los "equipos SWAT".

Vigilancia

Estados Unidos experimentaba grandes cambios políticos. Brotaban nuevas organizaciones radicales. Diferentes sectores del pueblo organizaban resistencia, exigían cambios drásticos y tanteaban la política revolucionaria. En Filadelfia, Fencl y la CDU tenían la tarea de infiltrar esos movimientos.

Una táctica fue buscar contacto con activistas presentándose como "agentes amistosos". Se acercaban a las diferentes fuerzas radicales y fingían ser amigos, querer "escuchar" sus quejas, etc.

Frank Donner, quien ha investigado las prácticas de la policía política, informa: "Seleccionaban a candidatos para la CDU por su sociabilidad, ecuanimidad, paciencia y madurez; tenían que ser jóvenes para colarse entre los manifestantes, pero con suficiente experiencia para mantener la calma bajo presión. A esas personas les dieron capacitación profesional en sociología, relaciones humanas y leyes sobre derechos civiles".

El inspector policial Harry G. Fox describió el motivo de tales métodos en un artículo de 1966 para la revista Police Chief. Dijo que los agentes de la CDU trababan amistad con los activistas para "sacar informes sobre sus conexiones, su pasado, su vida personal y sus ambiciones".

La CDU sacaba fotos de todas las protestas y centros políticos, y grababa discursos y conversaciones telefónicas.

También mandaba tiras a infiltrar las organizaciones radicales y sacar informes; muchas veces, empleaban a esposas de policías. Esas "orejas" buscaban a activistas que podían reclutar como soplones. En particular, aprovechaban rivalidades y desavenencias políticas, y buscaban a personas acusadas de delitos para presionarlas a cantar.

Con el tiempo, los organismos de policía política como la CDU llegaron a tener redes de soplones no solamente dentro de las organizaciones radicales, sino también en las comunidades negras y universidades: dondequiera que olfateaban actividades políticas radicales.

Un líder de la organización antibélica Resistencia recuerda que los agentes de la CDU se jactaban de tener "infiltrados": "Les gustaba decir: `Oye, va a haber una reunión tal día' o `El volante tenía un error de ortografía' o `Nuestra oreja nos dijo esto y lo otro'. Hacen eso todo el tiempo y les da gusto; de hecho, la última vez que nos arrestaron, trataron de convencernos de que [otro líder de Resistencia] era un soplón.... Ahora pienso que quieren que sepamos que nos tienen infiltrados, porque saben que eso nos alerta".

Un documento del FBI titulado "Apuntes sobre la nueva izquierda--Filadelfia" confirma esa sospecha. Estimula esa táctica porque: "aumentará el pánico generalizado en tales círculos y les hará pensar que hay un agente del FBI detrás de cada poste".

Al zampar a Mumia Abu-Jamal al pabellón de la muerte en 1982, el FBI y la CDU de Filadelfia tuvieron que divulgar detalles de la vigilancia que le hacían por medio de soplones e intervención telefónica desde 1967, cuando era estudiante de prepa. El espionaje siguió cuando era militante del Partido Pantera Negra y periodista dedicado a atacar la brutalidad policial; por ejemplo, vigilaban la casa de su madre y entrevistaron al director de la prepa para juntar evidencias contra Mumia.

En 1970, en un programa de televisión llamado "First Tuesday", el jefe de la CDU, George Fencl, dijo: "Tenemos una crónica en fotos de todas las protestas que presenciamos; hemos escrito reseñas de ellas y apuntado los nombres de todos los activistas. Tenemos ahora una lista alfabetizada de unos 18.000 nombres".

Redadas y ataques a organizaciones

Durante la década de los 50, el FBI creó un programa de inteligencia para espiar y atacar a las tendencias que consideraba desleales: principalmente los movimientos políticos asociados con la Unión Soviética y el movimiento de derechos civiles que estaba naciendo en las comunidades negras del Sur.

A medida que la lucha política se radicalizó durante los años 60, ese programa creció y se enfocó en las nuevas fuerzas radicales y revolucionarias. El FBI se vinculó con diferentes escuadrones de policía política, como la CDU de Filadelfia. Con la información recabada del espionaje político, el FBI lanzó una enérgica campaña secreta de actividades clandestinas, chanchullos, redadas y hasta asesinatos... con el fin de desbaratar organizaciones progresistas y revolucionarias y "neutralizar" a líderes de la lucha de los oprimidos.

En palabras de Frank Donner: "La evidencia demuestra sin lugar a dudas que ya en el verano de 1967 la CDU tenía soplones pagados por el FBI. Lo que es más, la colaboración entre el FBI y la policía de Filadelfia con el fin de realizar acciones destructivas de inteligencia contra los activistas negros sirvió de modelo para que en agosto de 1967 el FBI iniciara su agresivo programa COINTELPRO contra la lucha de liberación negra, el cual fue expandido en febrero de 1968".

En 1967 George Fencl y la CDU atacaron a 3500 estudiantes negros de prepa y a puros porrazos los tiraron al suelo. También organizaron una campaña contra el Movimiento de Acción Revolucionaria (RAM), uno de los primeros movimientos revolucionarios de nacionalismo negro que surgió de la lucha de derechos civiles. RAM rechazó la filosofía de no violencia y abogó por una lucha militante contra la opresión de los negros.

El FBI y la CDU de Filadelfia coordinaron una serie de redadas contra RAM. Arrestaron una y otra vez a sus partidarios en una campaña de hostigamiento a fin de destruir la organización. En un memorando al director del FBI, el agente a cargo de la operación escribió: "Durante el verano de 1967, esta sección ha tenido la oportunidad de observar una tentativa de alterar el orden público de la ciudad por parte de un grupo negro extremista (RAM). Las medidas tomadas contra RAM pueden ser útiles en otras ciudades. Hay que señalar que en una situación que cambia rápidamente, la policía quizás tendrá que improvisar y, por consiguiente, el FBI no tendrá todo el control. Las acciones descritas aquí las realizaron la Unidad de Inteligencia o (en la mayoría de los casos) la CDU de la policía de Filadelfia.... Arrestamos a la gente de RAM y cuando salían bajo fianza, los arrestábamos de nuevo hasta que no podían pagar la fianza. Eso parece haber reducido las actividades de ese grupo [tachado].... Cito esa acción de la policía para dar un ejemplo de una táctica de inteligencia eficaz. En otras ciudades donde existe una estrecha cooperación con la policía...".

Cuando el revolucionario Partido Pantera Negra hizo acto de presencia en el escenario político en los años siguientes, le aplicaron esas tácticas con más saña. En agosto de 1970, la CDU allanó los centros del Partido Pantera Negra en el oeste de Filadelfia, el norte de Filadelfia y Germantown con tres equipos de 45 policías y de 8 a 10 detectives. George Fencl dirigió las redadas en persona. A punta de pistola, hicieron desnudarse en plena calle a los Panteras Negras, una humillación política intencional que el periódico Philadelphia Daily News destacó en la primera plana.

Durante ese período, el FBI y la policía política de cada ciudad lanzaron el programa COINTELPRO contra una amplia gama de organizaciones y militantes, como la Unión Revolucionaria (UR), la organización maoísta precursora del Partido Comunista Revolucionario. El FBI escribió con nerviosismo en el informe anual de 1971 que la UR operaba en Pensilvania y otros nueve estados, y que "no oculta su objetivo de aplastar el aparato estatal existente". El director del FBI, J. Edgar Hoover, escribió en un artículo de junio 1971: "La Unión Revolucionaria ha logrado atraer a activistas de prepa y universitarios".

Acallar la protesta

Cuando Frank Rizzo era alcalde, la estructura de poder de Filadelfia constantemente negaba permisos para protestas y arrestaba a los que realizaban actividades políticas en público. Cuando se señaló que prohibir la actividad política de plano es ilegal, desataron a la CDU para desbaratar ciertas protestas y reuniones.

Ese fue el motivo de las redadas a los Panteras Negras en 1970, en vísperas de la "Convención Revolucionaria del Pueblo" en la Universidad Temple. La rama de Filadelfia convocó esa convención para forjar mayor unidad con diversas fuerzas radicales.

En 1971, el gobierno de Filadelfia buscó prohibir una protesta de fuerzas antibélicas contra la visita del presidente Nixon. Cuando no pudo encontrar un pretexto legal para negar el permiso, Fencl y la CDU rodearon una manifestación al amanecer, arrestaron a 30 activistas de grupos como Resistencia Filadelfia, Veteranos de Vietnam Contra la Guerra y Friends Peace, y los hicieron desfilar encadenados en el cuartel general de la policía.

En 1976, fuerzas revolucionarias y progresistas de todo el país se movilizaron contra los festejos patrióticos del "bicentenario". El Partido Comunista Revolucionario, recién fundado, convocó una protesta en Filadelfia para el 4 de julio con la consigna "¡Hemos cargado a los ricos por 200 años, ya no aguantamos más!". El alcalde Rizzo pidió 15.000 soldados federales para controlar la ciudad, aduciendo informes de la CDU, entonces llamada la Unidad de Asuntos Civiles.

El gobierno rechazó la petición; aparentemente consideró que la ocupación militar de la ciudad de Filadelfia desprestigiaría la "celebración de 200 años de democracia". Pero trasladó las principales fiestas a Nueva York y le dejó Filadelfia a miles de manifestantes. Es interesante notar que cuando Rizzo presentó la petición de tropas a un fiscal, también estaba presente un joven funcionario llamado Rudolph Giuliani.

Durante los años 70, la CDU apuntó con todo contra el movimiento radical utópico MOVE, que surgió en 1974 y se oponía enérgicamente a la brutalidad policial contra la comunidad negra de Filadelfia. Entre 1974 y 1976, la CDU hizo 400 arrestos de militantes de MOVE; entre fianzas y multas, MOVE tuvo que pagar más de medio millón de dólares, lo que hace recordar las tácticas de la CDU contra el Movimiento de Acción Revolucionaria y el Partido Pantera Negra.

En 1978, George Fencl planeó una redada contra la casa de MOVE en Powelton Village, en el oeste de Filadelfia. El 8 de agosto, la realizaron 600 agentes fuertemente armados. Atacaron la casa con gas lacrimógeno, interminables ráfagas de balas y torrentes de agua. Frente a cámaras de televisión, cuatro polis del Escuadrón Stake-Out le patearon la cabeza a Delbert Africa. En el ataque murió el agente James Ramp, de una sola bala, disparada probablemente de un rifle policial. Sin embargo, enjuiciaron a nueve militantes de MOVE y los zamparon a la prisión.

En ese tiempo, Mumia Abu-Jamal trabajaba en Filadelfia como corresponsal de radio. Condenó tajantemente esos ataques policiales... y la CDU lo mantuvo en la mira.

*****

Los incidentes relatados aquí son parecidos a lo que ocurría por todo el país durante los años 60 y 70. A pesar de la cháchara de "libertad de expresión y de reunión", la estructura de poder siempre ha tenido una red de espías y tiras y, al ver la diseminación de ideas revolucionarias, extendió el tamaño y el alcance de las operaciones represivas.

En la segunda parte, trataremos el papel de la Unidad de Asuntos Civiles en la condena injusta al activista revolucionario Mumia Abu-Jamal, el bombardeo de la organización MOVE y los ataques contra las protestas durante la Convención Nacional del Partido Republicano el año pasado.

Fuentes de información

Case Study of a Riot, The Philadelphia Story, Lenora E. Berson, Institute of Human Relations Press

Frank Rizzo, the Last Big Man in Big City America, S.A. Palomino

"FBI Said to Urge Use of Boy Scouts as Informers", New York Times, 18 de mayo de 1971

Protectors of the Privilege: Red Squads and Police Repression in Urban America, Frank J. Donner

The Age of Surveillance: The Aim and Methods of America's Political Intelligence System, Frank J. Donner

"La policía de Filadelfia: Una historia de brutalidad", OR No. 1013, 4 de julio de 1999

"Mumia Abu-Jamal: Enemigo del estado, de Pantera Negra a voz de los que no tienen voz", Mike Ely, OR No. 1076, 29 de octubre de 2000 (artículos sobre la vigilancia contra Mumia Abu-Jamal están en la Internet en rwor.org)

"Maoist Drive in U.S. Reported by FBI", New York Times, 12 de diciembre de 1971

Rudy! An Investigative Biography of Rudolph Giuliani, Wayne Barrett

Agents of Repression: The FBI's Secret War Against the Black Panther Party and the American Indian Movement, Ward Churchill y Jim VanderWall


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