Materialismo histórico--
Lecciones de la historia de México

Parte 2: Cómo y por qué surgieron las clases y el estado

Bob Avakian, presidente del PCR,EU

Obrero Revolucionario #1096, 25 de marzo, 2001, en rwor.org

Al estudiar la historia de muchos países, podemos ver, como Marx dijo, que con el desarrollo de la producción surgieron, en distintos momentos, las clases y el estado como instrumento de dominio de una clase sobre otras. (Es cierto que algunas antiguas sociedades comunales no tenían clases ni estado y que hoy todavía existen algunas, pero en el actual mundo dominado por sociedades de clases y por clases dominantes explotadoras, están desapareciendo).

Como ejemplo, describiré este proceso en la antigua sociedad olmeca de México (en lo que hoy es el estado de Veracruz) hace miles de años. En mi descripción del surgimiento de las clases en las sociedades antiguas, de ninguna manera estoy pasando por alto, justificando ni disculpando los terribles crímenes que cometieron los españoles y otros colonizadores en las Américas. A veces se oyen ideas atrasadas como: "Bueno, ¿por qué tanto escándalo sobre la esclavitud en las Américas, si los africanos también tenían esclavos?" o "¿por qué tanto escándalo sobre lo que hicieron los españoles en las Américas si en las sociedades azteca e inca también practicaron una brutal explotación?". Eso es verdad, pero no justifica ni explica, en absoluto, la terrible opresión y explotación e incluso genocidio que practicaron los colonizadores europeos. Es muy importante tener todo eso en mente en nuestro estudio del surgimiento de las clases explotadoras y los estados, y la brutalidad que practicaron, en esas antiguas sociedades. Volví a fijarme en este punto hace poco en el curso de unas lecturas.

Cuando entré a la universidad (¡hace muchos años!), odiaba muy profundamente la opresión e injusticia y creía que para ponerles fin se necesitarían medidas muy extremas. Pero no tenía conciencia revolucionaria ni era militante político; sentía combatividad y apoyaba muchos movimientos y luchas del momento, pero no militaba en ellos. Y me gustaba la poesía.

Uno de mis poetas favoritos era John Keats, un poeta romántico inglés de inicios del siglo 19. Los poetas "románticos" se llamaban así porque, entre otras cosas, se rebelaban contra los excesos de la revolución industrial en Inglaterra y otros países, por ejemplo la infrahumana esclavitud de niños y otros horrores. Esas cosas las vemos, por ejemplo, en Canción de navidad y otras novelas de Charles Dickens, que eran una forma de protesta. Me gustó en especial la obra de Keats porque le daba duro a la religión organizada y, francamente, para mí su poesía era bella, llena de imágenes que me inspiraban muchas ideas, emociones, etc. Uno de mis poemas favoritos de Keats se titulaba: "Una primera lectura del Homero de Chapman". A Keats lo inspiró una nueva traducción que hizo Chapman de las epopeyas de Homero. Chapman era un inglés que tradujo del griego La Ilíada, La odisea y otras aventuras muy interesantes de Homero. Quienes leen griego antiguo (yo no) me dicen que los poemas de Homero en su idioma original son bellísimos.

En ese entonces, de veras me gustaba ese poema. Pero, hace poco leí una biografía de Keats. En ella me volví a encontrar con el mismo poema y me chocó; vi algo que antes ni noté. Como señalé, gente como Keats tenía cualidades positivas de rebelión pero no era marxista, no tenía un conocimiento científico de la sociedad y la historia, no tomaba partido con el proletariado de una manera consecuente, ni entendía correctamente el carácter del colonialismo europeo. En el poema, me dejó helado el verso en que Keats se identifica con un cierto "Cortés robusto". Keats describe cómo se sentía al leer la nueva traducción: se identifica con un astrónomo que observa por un telescopio cuando un nuevo planeta entra a su campo de vista y se identifica --y aquí me dejó helado-- con Cortés y los conquistadores.

He aquí los versos de Keats:

"Me sentía como astrónomo
al ver un nuevo planeta
o como un Cortés robusto
al ver con ojo penetrante el Pacífico
mientras sus hombres se miraban inquietos
y mudos en una cima del Darién".

Bien, ¿de qué habla? El Darién está en una cordillera en lo que hoy llamamos el istmo de Panamá, de Centroamérica. Los hombres de Cortés acababan de tocar tierra en las Américas, asombrados por el paisaje, el mar y la montaña en que están parados. Fijemos esa escena en el tiempo y pensemos en lo que sufrió el pueblo después de que Cortés y sus hombres bajaron de la montaña. Eso nos da una visión muy distinta a la de Keats y de ningún modo podemos identificarnos con un "Cortés robusto" y sus hombres.

Todo eso me chocó; nuestra conciencia pasa por un constante proceso de aprendizaje y profundización. Repito que no se puede justificar y disculpar lo que el "Cortés robusto y sus hombres", y sus sucesores, hicieron, y eso es muy importante como antecedente, especialmente en nuestro estudio de la antigua sociedad olmeca desde el punto de vista y con el método del materialismo histórico.

Divisiones de clase en la sociedad olmeca

El proceso de diferenciación de clases, de la división entre explotadores y explotados, entre opresores y oprimidos, se dio en México mucho antes de la llegada de los conquistadores (y en otras partes del mundo se dio mucho antes de las conquistas por las grandes potencias europeas, como las de Alejandro Magno de Grecia y después, las del imperio romano). Veamos algunos aspectos importantes del desarrollo de las clases en la antigua sociedad olmeca: cómo surgieron las divisiones de clases, la explotación y el estado como instrumento de las clases explotadoras. Analicemos las sociedades de antes, de cazadores y recolectores, en diferentes partes de México que no tenían divisiones de clases ni estado. Lo que pasó antes del surgimiento de la sociedad olmeca, entre otras cosas, es que, debido a la caza y a cambios del clima, muchos animales de los que dependían esas sociedades, como los caballos, desaparecieron. Eso, necesariamente, provocó cambios en esas sociedades.

Comenzaron a organizar cultivos, por ejemplo en el valle del río Coatzacoalcos, cuna de la civilización olmeca. Aunque se habla de la importancia de la tierra, hay que reconocer que toda la tierra no es igual. Este hecho incide en las sociedades con propiedad privada de la tierra: algunas tierras son más fértiles que otras y dan mejores cosechas y mejor productividad, en especial cuando quedan cerca de ríos, pues hay más riego natural y suelo más fértil. Además, está la ventaja de la pesca, y los animales que bajan al río a tomar agua. En la sociedad olmeca, algunos consiguieron tierras cerca del río, mediante engaños, fuerza, pura suerte o una combinación, y comenzaron a acumularlas. Se desarrolló una polarización, o divisiones entre las clases, en que unos tenían ventajas y otros no. Los que las tenían desarrollaron medios de represión, religión organizada, etc., para imponer y justificar su posición superior y su explotación de quienes tenían tierras menos favorables.

En una sociedad organizada, es necesario administrarla y regular las relaciones sociales. Por ejemplo, en la Biblia, los nómadas del desierto finalmente se establecieron en lo que llamaban la "tierra prometida" y atacaron con salvajismo, masacraron y expulsaron a sus habitantes. De ahí, elaboraron las "Leyes Mosaicas" para cambiar las relaciones sociales entre los nómadas y regular su actividad. Por esas razones, entonces, surge el estado. Existe una administración para regular las relaciones sociales, pero cuando esas relaciones comienzan a volverse explotadoras, se integran estructuras administrativas y surge el estado como instrumento del dominio de los más favorecidos sobre los menos favorecidos, de los explotadores sobre los explotados. Y quienes dedican más tiempo y trabajo a esa administración tienen una posición superior y un control de las palancas del poder. De la combinación de ese fenómeno con la diferenciación de la población entre los que tienen tierras más fértiles y los que tienen tierras menos fértiles y otros factores resulta una clase dominante. Y, repitiendo, resulta la religión organizada y el estado para defender su dominio.

En la región en que se desarrolló la sociedad olmeca, en las ruinas de edificios administrativos, tumbas, vasijas de cerámica, estatuas y obras de arte se ven indicios de la diferenciación de clases y de un estado, un proceso que se dio en todo el mundo en distintos momentos, de diferentes formas, pero más o menos por las mismas razones básicas.

Por ejemplo, lo sucedido en el valle del río Coatzacoalcos es muy similar a lo que pasó en el valle del río Nilo de Egipto antes de la época de los faraones: el principal factor que generó la diferenciación de clases fue que las tierras que estaban cerca del río eran más fértiles que las otras.

Que el pasado sirva al futuro

Cuando a comienzos de los años 70 fui a la China socialista bajo la dirección de Mao, nos llevaron a ver muchas ruinas con obras de arte y estructuras de la antigua civilización. En las tumbas de los emperadores de la dinastía Ming, nos dieron una buena explicación de todas las riquezas que habían excavado. (Recuerdo con claridad que en la misma tumba enterraron a los sirvientes, a muchas esposas y concubinas... ¡sin pedirles su opinión! Fue un acto del estado, justificado con un sistema de creencias metafísicas semejante a la religión).

Lo interesante es lo que los camaradas chinos no destacaron la milenaria civilización china y sus glorias, aunque en esa época la civilización china estaba muy avanzada en comparación con la europea. Explicaron que la civilización china era muy antigua y criticaron la absurda, reaccionaria y chovinista propaganda de que fuera de Europa todos vivían en una situación de gran atraso durante miles de años. Lo que subrayaron en gran detalle es que la enorme cantidad de trabajos forzados necesaria para construir las tumbas y toda la gente enterrada con los emperadores representaba el gran sufrimiento de los campesinos, que cada familia tenía que entregar un miembro para trabajar en las obras públicas, como las tumbas. Los campesinos tenían que cargar, como bestias, troncos, piedras, etc., por cientos de kilómetros, durante generaciones.

Así, los camaradas chinos subrayaron que las tumbas Ming, al igual que las pirámides del antiguo Egipto y México, se construyeron con trabajos forzados, terrible explotación y opresión (aunque en las pirámides egipcias trabajaron algunos trabajadores calificados con mayores privilegios). He aquí otro ejemplo importante de la historia: el Templo de Salomón del antiguo Israel también se construyó con trabajos forzados prácticamente en condiciones de esclavitud... aunque la Biblia no decide si los judíos lo construyeron, o si lo hicieron trabajadores de otro país.

Los camaradas chinos recalcaron este principio: no mirar hacia el pasado sino hacia el futuro y hacer que el pasado sirva al futuro, a la revolución proletaria y el futuro de la humanidad que representa. Un verso de un poema de Mao expresa esto claramente: para encontrar a los verdaderos héroes, es necesario buscar en la época actual... en referencia a las masas populares de la época actual que impulsan la revolución más profunda de la historia humana, la revolución proletaria y su meta de alcanzar el comunismo. Y señala que, a los ojos del proletariado, para las masas explotadas y oprimidas el "glorioso pasado" no fue tan glorioso, sino un horror de miles de años, que estamos en el umbral de terminar, y que eso engendrará un heroísmo jamás vivido antes en el mundo. Esa es la esencia del poema de Mao.

Todo esto ilustra las verdades y los principios básicos que Marx explica repetidamente en su obra e ilustra su análisis básico de que el desarrollo de la producción en la historia humana, y de la lucha de clases que genera, necesariamente conduce a la dictadura del proletariado y que esta no constituye de por sí más que el tránsito hacia una sociedad sin clases, el comunismo.


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