Informe desde Berlín:

La batalla por el 1º de Mayo Revolucionario, 2001

Obrero Revolucionario, No. 1113, 5 de agosto, 2001 posted at http://rwor.org

"Gracias a las masivas rebeliones del 1º de Mayo, 1987, en el barrio de Kreuzberg, Berlín, la manifestación del 1º de Mayo Revolucionario simboliza los anhelos de millones de personas de un mundo sin opresión. En los últimos 14 años, la convocatoria `1º de Mayo: 1 p.m. en Oranienplatz’ ha sido un llamamiento a tumbar las relaciones sociales existentes por medio de la revolución y un ejemplo vivo de que los pueblos del mundo --inclusive en el corazón de Europa-- están dispuestos a luchar por un mundo radicalmente diferente.

"Por eso, no debe sorprender que cada año el gobierno lance una reaccionaria ofensiva anticomunista y racista, y busque aplastar el espíritu de Kreuzberg con macanas, gas lacrimógeno y cañones de agua. Por diez años esta lucha ha sacudido Berlín y todo el país, y es muy probable que la batalla por el 1º de Mayo Revolucionario, 2001, en Berlín represente un hito del movimiento revolucionario en Alemania".

Así empieza el reportaje especial del 1º de Mayo de "¡Aufstand!" (¡Rebelarse!), "el periódico comunista revolucionario de Alemania". El siguiente artículo se base en ese reportaje; la traducción del alemán es del OR.

Dos fuerzas totalmente opuestas

"Están luchando contra la clase dominante y eso ya no lo consentiremos".

Eckart Werthebach,
senador de Berl
ín, TAZ,
24 de abril, 2001

"¡No somos esclavos ni robots! Somos seres humanos y exigimos un mundo donde podamos vivir como tales".

Llamamiento de la Coalición del 1º de Mayo
Revolucionario de Berl
ín, 2001

Dos fuerzas totalmente opuestas chocaron en la batalla por el 1º de Mayo Revolucionario 2001 en Berlín: por un lado, los oprimidos y explotados, y todos los que no aceptan que se cabalgue sobre el pueblo; por el otro, la clase dominante alemana de capitalistas monopolistas y sus politiqueros, medios de comunicación y aparato de represión (los tribunales, la policía, la cárcel, etc.).

Para la clase dominante alemana, el derrumbe del bloque de Europa Oriental fue un sueño hecho realidad que le permitiría volverse una "gran potencia" en Europa y una nueva potencia mundial. A esa nueva potencia la llaman la "República de Berlín", pero en realidad es el IV Reich.

Las manifestaciones del 1º de Mayo Revolucionario, que han movilizado a miles y miles de personas cada año, no tienen cabida en su nuevo imperio (y mucho menos en la capital, Berlín). Tampoco cabe la "mezcla de Kreuzberg": proletarios y gente de clase media, mujeres y hombres, alemanes y luchadores de todo el mundo, paracaidistas que han luchado por la vivienda junto a la nueva generación de luchadores revolucionarios. Por eso, además de lanzarse contra la manifestación tan conocida de Oranienplatz, las autoridades arremeten contra el barrio inmigrante de Kreuzberg y las demás actividades del 1º de Mayo, como el festival de "Unidad contra la Derecha" y la marcha convocada por los anarquistas a las 6 de la tarde (que también se conoce como Manifestación Revolucionaria del 1º de Mayo).

A cualquiera que se manifieste en la calle el 1º de Mayo, sobre todo en Kreuzberg, lo pintan de "traidor a la patria" y enemigo del gobierno. Hasta el periódico independiente TAZ dijo: "Hay que reconocerlo: lo de Kreuzberg es una locura".

La clase dominante dijo que quería evitar la "violencia" el 1º de Mayo, pero en realidad quiere evitar que la gente piense en "lo impensable": que la revolución es una posibilidad y que la nueva Alemania no es más que una bomba de tiempo.

Preparan represión fascista contra el 1º de Mayo

"La Coalición del 1º de Mayo Revolucionario exhorta a la población de Berlín a hacerle frente a la represión de la clase dominante y la policía. Necesitamos una resistencia unida y resuelta contra sus sangrientos planes".

Del volante A luchar!"

La estrategia de la clase dominante para reprimir el 1º de Mayo tenía dos aspectos: un enorme despliegue de fuerzas policiales y una masiva campaña propagandística para moldear la opinión pública y aislar el 1º de Mayo Revolucionario.

Despacharon más de 9000 policías y tropas de la patrulla fronteriza a Berlín, con 1500 vehículos blindados, cañones de agua y tanquetas urbanas. Dividieron la ciudad en "zonas" de pacificación con barricadas y retenes bajo un "comando" centralizado. Una fuerza de ocupación de miles de policías se apostaba en la zona SO-36 (Kreuzberg y los sitios donde se celebran protestas como Oranienplatz, Kottbusser Tor y Mariannenplatz). Se veía a leguas que no era cuestión de prevenir disturbios sino de contrainsurgencia.

La campaña en la prensa fue más tendenciosa que nunca con titulares como: "El terror del 1º de Mayo: Atracadores dicen: `¡Golpearemos a todos!’". Borraron los hechos como, por ejemplo, los ataques policiales al 1º de Mayo en años recientes, y culparon a los "revoltosos y delincuentes radicales" de todos los incidentes y daños del pasado.

Las autoridades municipales pusieron en marcha un plan solapado: el 19 de abril prohibieron una manifestación del 1º de Mayo convocada por los nazis; sabían muy bien que los tribunales revocarían esa decisión. Efectivamente, los tribunales dieron permiso para la manifestación nazi, y los medios aprovecharon para redoblar la campaña propagandística, diciendo que la policía debía tomar cartas en el asunto y limitar los derechos de protesta de todos el 1º de Mayo.

Así aumentaron las medidas represivas contra las actividades revolucionarias del 1º de Mayo, y la policía preparó un gran despliegue para proteger a los nazis, pues al fin y al cabo los nazis apoyan el nuevo y reunificado IV Reich; simplemente consideran que debe realizarse con menos cautela y mayor afán.

El 23 de abril, una noticia sacudió la ciudad: prohibieron la marcha del 1º de Mayo de las 6 de la tarde. Eso, a su vez, allanó el camino para nuevas medidas contra todas las actividades del 1º de Mayo: la policía anunció nuevas e intolerables restricciones al mitin de la 1 p.m. en Oranienplatz convocado por la Coalición del 1º de Mayo Revolucionario y amenazó con prohibirlo. Asimismo, intentó cancelar el festival del 1º de Mayo.

El oficial policial Gernot Piestertg aseguró que la respuesta de la policía no se haría esperar: "Lo que garantizamos es el derecho de la policía a ejercer su autoridad y no el derecho del pueblo a manifestarse. Cualquiera que asista a un mitin proscrito viola la ley". El senador Werthebach dijo: "La policía responderá contra cualquier grupo con potencial de violencia". (¡Eso, obviamente, serviría de pretexto para atacar a cualquier grupo!)

Por otra parte, la policía atizaba las discrepancias políticas entre los organizadores de las actividades del 1º de Mayo. Por ejemplo, cuando un periodista le preguntó al jefe de la policía si el hecho de prohibir la manifestación de las 6 p.m. no obligaría a todos los radicales a unirse en la manifestación de la 1 p.m. en Oranienplatz, respondió que "a los dos bandos las separa una enorme brecha ideológica"; es decir, esperaba que los grupos anarquistas Autonomen no se unirían a la manifestación de las fuerzas comunistas revolucionarias. En fin, al prohibir la manifestación de las 6 p.m., la policía quería provocar un conflicto frontal entre las dos tendencias en la manifestación de la 1 p.m.

La Coalición del 1º de Mayo Revolucionario condenó rotundamente las tácticas de "dividir y conquistar", y exhortó a las masas a repudiar la supresión de la manifestación de las 6 p.m. y todo ataque contra el 1º de Mayo Revolucionario. Tapizaron la ciudad con 15.000 ejemplares del volante bilingüe (turco/alemán) de la Coalición, "¡A luchar!".

A raíz de todo eso, las autoridades recibieron muchas críticas, pues para muchas fuerzas de la clase media era el colmo que dieran permiso a los nazis pero amenazaran imponer ley marcial contra los mítines de izquierdistas y revolucionarios. En fin, les salió el tiro por la culata.

El 1º de Mayo en Berlín: Una victoria para la revolución

En vísperas del 1º de Mayo, la situación estaba al rojo vivo y todo mundo estaba a la expectativa. Por la mañana, 2000 policías resguardaron la marcha de los nazis en Berlín-Hohenschoenhausen. Después los ojos de la ciudad se voltearon hacia Oranienplatz: ¿el pueblo desafiaría la represión policial?

Al acercarse la 1 p.m., estaba claro que iba a acudir más gente que en años anteriores: había 400 personas, luego 800 y al terminar los discursos 1500 personas firmes y decididas se lanzaron a la marcha.

La colorida multitud reunía más de 20 nacionalidades, estudiantes y jubilados, ex presos políticos de Alemania y Turquía, muchos chavos, punks, gente sin techo y muchas tendencias políticas: anarquistas, maoístas, feministas y antifascistas.

Se veían camisetas del Ché junto a mantas de Mao, banderas rojas al lado de estrellas negras. Se oían ritmos africanos y música rap. La canción "Deutschland" del grupo Slime tuvo mucho eco con su coro de: "Que muera Alemania para que podamos vivir". (Está prohibida y se castiga fuertemente).

El profesor Haluk Gerger, destacado periodista turco y luchador por los derechos humanos, quien recién regresó de un viaje a Perú con la séptima delegación del Comité Internacional de Emergencia para Defender la Vida del Dr. Abimael Guzmán (CIE), habló de la intensa lucha de los presos políticos de Turquía contra la tortura y las celdas de aislamiento tipo F. Instó a fortalecer la solidaridad internacional contra el sistema imperialista mundial y recalcó que esa lucha debe librarse con la perspectiva de conquistar el poder político.

La multitud estaba muy animada, con muchas ganas de marchar. Una manta en turco y alemán encabezaba la marcha: "¡Viva la lucha internacional contra la explotación y opresión! ¡Para ganar la liberación se necesita la REVOLUCIÓN!". Otras mantas apoyaban la huelga de hambre de los presos turcos, se oponían a la ejecución de Mumia Abu-Jamal en Estados Unidos y a la opresión de la mujer, y condenaban las actividades nazis en la "nueva" Alemania. El contingente maoísta enarbolaba con orgullo una enorme manta con el símbolo del Movimiento Revolucionario Internacionalista conocido mundialmente: un bello planeta rompiendo las cadenas de explotación y opresión.

Muchísima gente se sumó a la marcha, que pasó por varias calles hasta llegar a Goerlizter Station con 3000 personas. En esos momentos, otra marcha del 1º de Mayo del mismo tamaño se iniciaba en Lausitzer Platz.

La marcha del 1º de Mayo Revolucionario pasó por Oranienplatz y Kreuzberg hasta llegar a Neukoeln. Por los altavoces se oían saludos del mundo entero: de Ramona Africa de la organización MOVE, de los partidarios de los presos políticos de Alemania, del Foro de Solidaridad Internacional de Nepal, del TKP(ML) y TKP/ML (Centro del Partido Maoísta), y de los comunistas revolucionarios de Alemania.

Cuando la marcha llegó a Kottbusser Tor, la policía quiso bloquear la calle e impedir el mitin. ¡Para nada! Los manifestantes se abrieron paso, llegaron a la plaza histórica y concluyeron la marcha cantando la Internacional, el himno internacional del proletariado, en medio de un mar de puños alzados.

A pesar del masivo despliegue policial, de sembrar divisiones y de la tendenciosa campaña en los medios, el pueblo se volcó a las calles el 1º de Mayo Revolucionario, luchó y ganó una victoria para la revolución en el corazón de Alemania y Europa.

Pero el 1º de Mayo 2001 en Berlín todavía no terminaba.

Ataque policial en la Alemania "democrática"

Por la tarde, cuando las manifestaciones se dispersaban y miles caminaban por las calles, las autoridades soltaron la represión. Querían que quedara claro que ellas están al mando y que no hay cabida para el 1º de Mayo Revolucionario. Mandaron a la policía a atacar toda reunión, sobre todo en Kreuzberg, donde estaban apostados 16 equipos de ataque con más de 3000 policías (quienes decían entre dientes que estaban en "territorio enemigo").

El festival de "Unidad contra la Derecha" fue el blanco del ataque. La policía antimotín lo rodeó; equipos de espías apostados en los techos lo transmitieron en vivo al comando central de la policía.

En las calles aledañas las fuerzas del orden atacaban a macanazos a pequeños grupos sin ninguna advertencia. Pero la gente les volteó la tortilla: centenares se defendieron; la represión descarada acabó fortaleciendo la determinación de todos de defender el 1º de Mayo.

Luego quisieron llevar a los chavos en manada hacia el festival. Era evidente que preparaban un ataque contra la multitud... pero de repente los chavos no se dejaron. Levantaban cualquier cosa que encontraban y la tiraban a la policía. Estalló una batalla campal y un chingo de gente corrió a ayudar.

Entonces una docena de cañones de agua y tanquetas se lanzaron contra el festival de Mariannenplatz, pero ahí también pasó lo que menos esperaban: con un valor increíble la multitud se le plantó a la policía.

La clase dominante puso el grito en el cielo y la prensa habló de un "motín desquiciado". Bien podrán divulgar sus mentiras hasta que se les acabe la tinta, pero la verdad es que ese día, el 1º de Mayo de 2001, se hizo historia. Por más de cuatro horas, miles y miles de personas lucharon hombro a hombro. No las detuvieron ni las macanas ni el gas lacrimógeno ni los cañones de agua. Hicieron barricadas y se organizaron: algunos a la línea de frente, otros a sacar piedras del empedrado de Mariannenplatz. (¡Se calcula que sacaron 50.000 piedras!).

Gritaban: "¡Cinco, cuatro, tres, dos, uno... disparen!" y centenares de brazos lanzaban piedras contra las tanquetas blindadas y los escudos de la policía. Hicieron retroceder paso a paso a los policías que antes hacían alarde de su "abrumadora superioridad numérica" y "el más firme ejercicio de las fuerzas del orden" (incluso tuvieron que abandonar un cañón de agua que sufrió cuantiosos daños).

Ese día volvió a surgir la famosa "mezcla de Kreuzberg", con la participación de muchos que llegaron directamente de la marcha del 1º de Mayo Revolucionario en Oranienplatz en las primeras filas, unidos, decididos a defenderse y a luchar por su comunidad y por un futuro revolucionario. Hicieron añicos los sueños de las autoridades de aplastar el 1º de Mayo con represión fascista. Lucharon hombro a hombro con compañeros del mundo entero. Las batallas campales rugieron hasta muy noche y se extendieron por la ciudad.

Fue un "festival de los oprimidos" y comprobó una vez más ante los ojos del mundo entero que aquí, en ciertas circunstancias, surge una mezcla muy explosiva y que la clase dominante tiene razones de sobra para temerla. Como de costumbre, esta se vengó contra el pueblo, golpeando e hiriendo a centenares de personas (y a muchos transeúntes) y arrestando a 600.

Cada cual sacará su propio balance del 1º de Mayo Revolucionario de acuerdo a su perspectiva e intereses, pero desde la perspectiva maoísta, ese día nos deparó grandes esperanzas revolucionarias y comprobó las palabras célebres de Mao: "El marxismo consiste de miles de verdades, pero todas se reducen a una frase: `¡Se justifica la rebelión contra los reaccionarios!’".

 


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