Bush reorganiza el gobierno

El Gran Hermano y el Departamento de Seguridad de la Patria

Obrero Revolucionario #1155, 16 de Junio, 2002, posted at http://rwor.org

"He pedido la cooperación del Congreso para crear un departamento único con una misión urgente y primordial: proteger nuestra patria y proteger al pueblo americano".

George W. Bush, 6 de junio

Con esas palabras, el presidente Bush presentó un plan para crear un "Departamento de Seguridad de la Patria", que unificará 22 dependencias federales en un solo departamento para librar la "guerra contra el terrorismo" en el territorio estadounidense y sus fronteras.

Bush dijo que llamó el plan es "la más extensa reorganización del gobierno federal desde los años 1940". En 1947, poco después de la II Guerra Mundial, la administración de Harry Truman creó la CIA, la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) y el Departamento de Defensa como parte de los preparativos para una nueva guerra contra la Unión Soviética y la China revolucionaria.

Una semana de cambios, anuncios y maniobras

El inesperado anuncio culminó una semana de peligrosas noticias.

Empezó el 30 de mayo con el anuncio del secretario de Justicia, John Ashcroft, de que han reorganizado y desencadenado el FBI para espiar en el territorio estadounidense. El nuevo FBI tendrá miles de agentes, redes de informantes y nuevas reglas que le permitirán espiar sin prueba de que uno ha cometido un delito. Todos esos cambios se anunciaron sin proyectos de ley, debates ni audiencias del Congreso, ni examen de la rama judicial.

El 1§ de junio, en un discurso a los graduados de la academia militar de West Point, Bush anunció la transformación de las fuerzas armadas para poder lanzar ataques en cualquier parte del mundo sin advertencia. Dijo que deben "estar listas para lanzar ataques preventivos", o sea, sin provocación específica, sin explicación pública y sin declaración oficial de guerra. Añadió una amenaza escalofriante: que tienen a 60 países en las miras porque albergan "terroristas".

En la historia, ninguna potencia ha amenazado con atacar tantos países ni lo ha hecho con tanta arrogancia. Pero en la política oficial de Washington, nadie respingó.

El 4 de junio, suspendieron a un coronel de la Fuerza Aérea, Steve Butler, porque dijo que Bush es "un baboso" y que posiblemente permitió que ocurrieran los ataques del 11 de septiembre. Lo han acusado de "hacer comentarios despectivos sobre el presidente" (es la primera vez en 40 años que se usa tal acusación), y podría pasar un año en una cárcel militar. En contraste, el alto mando militar alentó "comentarios despectivos" sobre el presidente Clinton.

Huellas digitales en la frontera

El 5 de junio, Ashcroft anunció un amplio ataque contra los estudiantes, turistas e inmigrantes del Oriente Medio. El plan fichará a las personas que el gobierno considera "riesgo a la seguridad" y "posibles terroristas": hombres de 18 a 35 años de edad, de 20 países musulmanes y mesorientales, como Egipto y Arabia Saudita. (En inglés, singularizar y hostigar a un grupo de personas por su nacionalidad o país de origen se llama profiling ).

Un ex funcionario de la Migra, Ben Ferro, defendió así el plan: "Ahora profiling es una mala palabra, pero la realidad es que lo hacemos todo el tiempo". El racismo es patente. Por ejemplo, la senadora demócrata de California Dianne Feinstein, que es miembro de los comités judiciales y de inteligencia del Senado, dio su sello de aprobación al plan y dijo: "En este momento, no vamos a investigar a los noruegos de pelo rubio". Huelga decir que tampoco van a investigar a ex soldados de corte fascista, como Timothy McVeigh (quien puso la bomba que destruyó el edificio federal de Oklahoma City).

A esos extranjeros "sospechosos" les tomarán fotos y huellas digitales cuando entren al país y los buscarán en las enormes bases de datos computarizados nacionales e internacionales. Una vez en el país, tendrán que presentarse periódicamente ante las autoridades. Por el momento, las nuevas reglas no afectan a los que tienen tarjeta verde (residencia permanente).

Se calcula que tomarán las huellas digitales de 100,000 personas nada más este año. Con esa información podrán establecer nuevas bases de datos para rastrear a turistas e inmigrantes.

Ashcroft dijo que esta es la primera fase de un plan que tendrá el potencial, en 2005, de rastrear a todos los 35 millones de ciudadanos extranjeros que hay en Estados Unidos cada año. Sigue el patrón del "programa de inscripción de extranjeros" instituido después de la II Guerra Mundial, al comienzo de la era macartista. Ashcroft también pidió que los 650,000 departamentos de policía del país cooperen en el control de los inmigrantes: "El 11 de septiembre, nuestra definición de seguridad nacional cambió para siempre". (Actualmente, la policía no tiene autorización de hacer las tareas de la Migra, como checar el status migratorio).

El 5 de junio se informó que los comandantes de la Infantería de Marina están estudiando las tácticas de "combate urbano" del ejército israelí en el campo de refugiados palestinos de Jenin. El ataque al campo dejó muchos muertos y gran destrucción. "Nos interesa lo que están haciendo, especialmente desde el 11 de septiembre. Hay mucho que aprender", el coronel Booth le dijo al Marine Corps Times.

Ese mismo día los demócratas del Senado declararon unánimemente que apoyan los planes de Bush de tumbar al presidente iraquí, Saddam Hussein.

El Departamento de Seguridad de la Patria

El nuevo departamento pone enormes recursos a la disposición de la "guerra" en el "frente interno". Le asignarán 170,000 empleados y un presupuesto de casi $40 billones al año (casi una décima parte del presupuesto del Pentágono). Bush dijo que tanto el ejército en Afganistán como los agentes del FBI en Estados Unidos están peleando en "la línea del frente". Es decir, la guerra sin límites que han lanzado dictará las operaciones del gobierno tanto dentro como fuera del país.

El nuevo departamento tendrá cuatro divisiones:

Una división será "análisis de inteligencia y protección de infraestructura"; básicamente será un centro de mando para la red de espionaje interno que planean desencadenar. El FBI y la CIA seguirán siendo "independientes", pero le enviarán informes al nuevo departamento.

Otra se llama "Seguridad de la frontera y del transporte" y unificará el Servicio de Inmigración y Naturalización (INS), la Aduana, el Servicio de Guardacostas, la Administración de Seguridad del Transporte, y el Servicio de Inspección de Plantas y Animales del Departamento de Agricultura.

El núcleo de otra división será la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), que ganó fama durante la administración de Ronald Reagan por el plan "Rex 84" de suspender la Constitución y arrestar a la oposición en caso de guerra o de desórdenes internos.

La última división se dedicará a las "armas de destrucción masiva": las armas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares. Supervisará el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, donde se hacen investigaciones de armas nucleares, así como los laboratorios bioquímicos donde con toda probabilidad se produjo el ántrax que mató a los trabajadores del correo y otros en el otoño del año pasado.

Es probable que escojan a Tom Ridge, el actual "Asesor de Seguridad de la Patria", como secretario del nuevo departamento una vez que el Congreso lo apruebe, quizás antes de fin de año. Como gobernador de Pensilvania (antes de que lo nombraran zar de seguridad interna), Ridge fue acérrimo partidario de las ejecuciones y es una figura principal en la campaña de la clase dominante para ejecutar al preso político revolucionario Mumia Abu-Jamal.

El plan de Bush básicamente se propone unificar una variedad de dependencias y reactivarlas para que cooperen en la guerra y la atmósfera de represión que el gobierno ha declarado.

Bush dice que el plan se preparó con cuidado, pero en realidad lo anunció con mucha prisa. Ninguno de los directores de las dependencias afectadas se enteró de antemano. El director del FBI, Robert Mueller, no contestó cuando le hicieron preguntas al respecto. Los dirigentes del Congreso solo se enteraron unas horas antes del anuncio.

Pero eso no impidió que los representantes del Partido Demócrata dieran su sello de aprobación y lo alabaran. Dado que son el partido "de oposición", "criticaron" unos aspectos del plan, especialmente cuestiones de tiempo. El dirigente demócrata de la Cámara de Representantes, Richard Gephardt, dijo: "Este plan me alegra mucho. Hubiera sido mejor hace cinco meses, pero estamos donde estamos". El senador Joseph Lieberman (candidato demócrata a la vicepresidencia en 2000) dijo, sin siquiera leerlo completamente, que el Congreso debe pasar por alto las audiencias y negociar los detalles directamente con Bush. ¿Qué clase de "oposición" es esa?

Es hora de oponer resistencia

"Los americanos debemos seguir con las actividades diarias, pero prestar atención a lo que está pasando a nuestro alrededor. Todos tenemos que dedicarnos a proteger la patria".

George W. Bush, 6 de junio

"Se valen de ciertas `frases mágicas', tales como `pero estamos en guerra', para refutar toda crítica y negar toda objeción a la militarización de la sociedad y las medidas de corte fascista. También quieren que dejemos de pensar al oír la palabra `terrorista'".

Bob Avakian, presidente del PCR,EU, "Los grandes retos de la nueva situación" (se puede conseguir en rwor.org)

Día tras día, hacen cambios en la estructura del gobierno y la organización del aparato de espionaje, las normas sociales y el despliegue de las fuerzas armadas.

Son como pasos que nos llevan, inexorable y urgentemente, hacia un lugar diferente y nunca visto. Y lo tienen todo envuelto en la retórica orweliana de "proteger la patria" y "combatir a los malvados".

Se percibe que la situación está cambiando rápidamente, pero la última parada sigue oculta y velada.

En la atmósfera de inseguridad tras el 11 de septiembre, le dicen a la ciudadanía que debe seguir con la rutina, confiar en el gobierno y, sobre todo, apoyar al presidente, las fuerzas armadas y, ahora, las dependencias de espionaje.


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