Suprema Corte permite destinar fondos a escuelas particulares

Vales para escuelas religiosas: La educación en peligro

Obrero Revolucionario #1158, 14 de julio, 2002, posted at http://rwor.org

El 27 de junio, la Suprema Corte anunció un nuevo fallo que fortalecerá a los conservadores religiosos del país: permitió usar el dinero de los contribuyentes para financiar escuelas religiosas particulares.

El fallo, llamado Zelman v. Harris-Simmons,defiende una estratagema gubernamental que permite que las escuelas religiosas particulares de Cleveland, Ohio, reciban hasta $2,250 al año del dinero de los impuestos en forma de "vales" (vouchers)por cada estudiante que se retira de una escuela pública.

La misma mayoría conservadora de la Corte que le dio la presidencia a George W. Bush en 2000, ahora ofrece las mentes de la nueva generación a los curas y los predicadores.

La situación es una amenaza a la educación laica, y marginará más a quienes siguen en las escuelas públicas. La administración Bush y el Partido Republicano, que desde hace mucho han favorecido un sistema de vales para privatizar la educación, aplaudieron.

El fallo difiere fuertemente de la doctrina de la "separación del estado y la iglesia", que anteriormente se decía se basa en una cláusula de la Primera Enmienda de la Constitución. El anterior fallo sobre el tema, llamado Everson v. Board of Ed. of Ewing de 1947, dijo: "No se permite recaudar ningún impuesto, de ninguna cantidad, para apoyar ninguna actividad ni institución religiosa...".

El nuevo fallo desatará a fuerzas muy conservadoras en un embate nacional contra la educación pública y azuzará una nueva ofensiva contra el pensamiento científico y progresista. Representa una gran victoria de las fuerzas fascistas cristianas extremas y abre cancha para el financiamiento gubernamental de su adoctrinamiento e instituciones.

Lo que este plan no hace es mejorar la educación y oportunidades para las masas de los centros urbanos; por el contrario, fortalecerá el poder de fuerzas reaccionarias extremas enemigas del cambio social y la liberación.

El ataque a las escuelas públicas

"Hicieron que fracasaran las escuelas públicas y ahora presentan una `solución' horrible... El sistema de vales es el más brutal mecanismo posible para permitir que personas adineradas y de la clase media abandonen el sistema de educación pública y se lleven el dinero de los contribuyentes al sector privado.

"¿Qué se podrá comprar con un vale de $1,000 o hasta de $2,250? ¿Se podrá pagar la matrícula de Andover, Exeter u otra preparatoria de nivel? Desde luego que no. ¿Qué se podrá hacer con ese dinero? Bueno, si uno es rico, podrá usarlo para pagar parte de la matrícula de Andover. Si uno es de la clase media baja, con el vale podría reunir lo suficiente para pagar la matrícula de una escuela media particular o parroquial. Pero si uno es de los más pobres de los pobres, no podrá comprar nada con los $1,000. Es una farsa dar la apariencia de ofrecer algo a los pobres cuando se ofrece un mecanismo con que la clase media puede alejar a sus hijos del estigma de los pobres. He oído describirlo así: `salvar a los mejores y que se jodan los demás'. Lo que más me mortifica en especial es que muchos defensores de los vales dicen: `Bueno, mire. Si las escuelas públicas de los centros urbanos estuvieran haciendo bien su trabajo, no habría necesidad de pensar en vales'... Pero eso es muy cínico porque las mismas personas que lo dicen votaron por los políticos que le quitaron el financiamiento a nuestras escuelas".

Jonathan Kozol,autor de Savage Inequalities: Children In America's Schools (Disparidades brutales: Niños en las escuelas de Estados Unidos)

En este país, las fuerzas reaccionarias odian el sistema de educación pública laica por muchas razones. Lo consideran un mecanismo de integración racial; creen que las enseñanzas científicas sobre la evolución y la sexualidad son una amenaza a las doctrinas religiosas fundamentalistas; creen que los maestros de las escuelas públicas fomentan ideas progresistas sobre la igualdad de la mujer, el control de la natalidad, la educación sexual, el pensamiento crítico y muchas otras cosas. Y desde hace mucho la derecha dice que los sindicatos nacionales del magisterio son aparatos políticos que apoyan programas sociales liberales.

Fuerzas de la clase dominante llevan 50 años impulsando un movimiento para "privatizar" la educación: desmantelar las escuelas públicas y aumentar el papel de las escuelas religiosas. Tal movimiento ha pedido el financiamiento mediante un sistema de vales que dé a las escuelas particulares el dinero recaudado para las escuelas públicas.

Defienden los vales con el engañoso término "elección de los padres", que supuestamente quiere decir que así más padres podrán elegir entre escuelas públicas o particulares para sus hijos.

Hace 50 años, el economista derechista de libre mercado Milton Friedman propuso por primera vez el sistema de vales. Sostuvo que la imposición del "libre mercado" "aumentaría la competencia" y mejoraría los resultados en las escuelas... como si los alumnos fueran otro producto más de la economía capitalista.

En esa época, usaron los vales como arma contra la integración de las escuelas. Jonathan Kozol señala en una entrevista reciente: "La primera vez que oí hablar de las `escuelas de elección' fue después del fallo Brown [que terminó oficialmente la separación de las escuelas por el color de la piel - OR]de los años 50, cuando las autoridades de muchos estados del Sur establecieron lo que se llamaban `escuelas de elección'. Para evitar la integración, las llamaban escuelas de libertad de elección. Ese es su origen".

El gobierno del estado de Virginia estableció el primer programa de "elección de los padres" en el condado de Prince Edward, dando apoyo a racistas blancos para financiar un sistema de escuelas segregadas particulares opuesto a las escuelas públicas integradas.

En el Sur, los racistas más férreos crearon redes de "academias cristianas" particulares para controlar quiénes entraban y seguir enseñando dogmas religiosos. Hoy estas academias constituyen el 25% de las escuelas particulares del país (sin contar las escuelas católicas particulares, que siguen siendo las mayores escuelas religiosas de las zonas urbanas).

Pero sin financiamiento del gobierno, el movimiento de escuelas particulares no podía socavar ni reemplazar a las escuelas que recibían el dinero de los contribuyentes. Los tribunales siempre habían prohibido el financiamiento gubernamental de las escuelas religiosas particulares. Hasta ahora...

Como las fuerzas de la derecha religiosa han ascendido a altos puestos en el gobierno, han dejado que se desintegre la educación pública en los barrios y ghettos pobres. Ha habido medidas similares contra las universidades públicas, como CUNY de Nueva York y las universidades del estado de California.

Las escuelas públicas urbanas agotan a los maestros obligándolos a trabajar en aulas apiñadas a sueldos bajos. En muchas escuelas, los edificios, libros de texto y equipo son obsoletos y reciben pocos fondos. Por la segregación en vivienda y la marginación por clase social, los alumnos pobres acaban en ciertas escuelas, ignorados y echados a la calle, mientras que las escuelas públicas de los suburbios adinerados reciben mucho más dinero del gobierno, los mejores maestros, etc.

Es como la destrucción de la vivienda pública: primero, las autoridades dejan que los edificios se desintegren hasta que ya no se puede vivir en ellos y luego dicen que la vivienda pública es un fracaso y que hay que desmantelarla.

En los últimos años, el movimiento en pro de los vales ha recibido apoyo de poderosos intereses: los grandes capitalistas que han remozado los centros urbanos para la clase media exigen nuevos servicios educativos (separados de las escuelas públicas latinas y negras). Fuerzas políticas conservadoras quieren desmantelar las escuelas públicas como parte de un plan de apoderarse de las ciudades debilitando el aparato político de los demócratas basado en las burocracias de las escuelas. El actual equipo de la Casa Blanca defendió los vales en la campaña presidencial.

En los últimos años, el movimiento en pro de los vales ha reclutado a ciertas fuerzas de la comunidad negra: padres negros que aspiran a la clase media y creen que los vales beneficiarán a sus hijos, algunos predicadores negros que esperan que el financiamiento gubernamental de "iniciativas basadas en la fe" incremente sus operaciones y hasta sectores de las masas tan asqueados por las escuelas públicas que creen que "cualquier cosa sería mejor".

El movimiento en pro de los vales ha topado con dos importantes obstáculos: el principio jurídico de la "separación del estado y la iglesia" y la gran falta de apoyo de la población.

El 27 de junio, la Suprema Corte abrió un gran boquete en este principio constitucional y desató a fuerzas políticas que quieren destruir la educación pública.

Lo que significa y lo que no significa

"Ahora que los magistrados han dado la luz verde, espero que los gobiernos de los estados y municipios del país aprueben sin demora legislación a favor de la elección de escuelas".

Congresista J. Dennis Hastert, presidente de la Cámara de Representantes

El fallo de la Corte significa que, en el período entrante, la estructura de poder se dedicará a ¡la privatización y destrucción de las escuelas públicas, no a mejorarlas!

En uno tras otro estado, se debatirá si dar a las escuelas religiosas los fondos para las escuelas públicas. Queda por verse cuáles estados aprobarán los vales y cuáles no.

La aprobación de este plan facilitará en muchos lugares del país la creación de nuevas redes de escuelas religiosas conservadoras apoyadas por el gobierno, opuestas a las escuelas públicas.

Las fuerzas religiosas y conservadoras extremas han hecho un importante avance... con el apoyo de la Casa Blanca y la Suprema Corte. Los fundamentalistas protestantes y la jerarquía católica conservadora han recibido una enorme oportunidad para agarrar el dinero de los contribuyentes y asumir la educación de millones de niños.

Esto fortalecerá la campaña de la derecha religiosa que busca imponer valores y dogmas reaccionarios como normas oficiales de la cultura nacional.

Y, cuando costee los programas religiosos, el aparato gubernamental obtendrá un nuevo poder sobre las organizaciones y comunidades religiosas, como las iglesias que han tenido un papel importante en la vida y lucha de la comunidad negra.

La verdad sobre los vales

Es una cruel patraña decirles a los padres de los centros urbanos que con los vales se mejorará la educación de sus hijos. Dicen que por fin las familias pobres obtendrán la ayuda del gobierno para poner a sus hijos en escuelas particulares, donde los hijos de la clase media tienen clases pequeñas y mejores planteles.

Pregunta: ¿Qué pasará cuando se aprueben los vales? ¿Acaso un "mercado libre competitivo" en servicios médicos, vivienda o distribución de alimentos ha creado mejores condiciones para los pobres? ¿O ha generado más "niveles" de discriminación y disparidad, como los mercados del ghetto y barrios pobres?

Consideren lo siguiente: En Mississippi se destinan $4,000 al año por alumno a las escuelas públicas; en Filadelfia, $6,000; y en el Bronx Sur, $8,000. Por otro lado, en los suburbios adinerados destinan de $18,000 a $24,000 a cada estudiante.

Pregunta: Si un niño pobre se presenta en una escuela particular con un vale de $500 (o hasta de $2,500), ¿podrá obtener una educación de primer nivel? ¿Qué cantidad adicional tendrá que pagar su familia y de dónde la obtendrá?

Consideren lo siguiente: El propósito de los vales es crear redes de escuelas separadas que puedan admitir o expulsar a los alumnos según sus reglas religiosas, financieras o académicas.

Pregunta: ¿Quién se beneficiará de las admisiones selectivas? ¿Cuándo han generado las admisiones selectivas en este país igualdad de oportunidades e integración auténtica? ¿Habrá clases para los alumnos con problemas especiales, para quienes se hayan retrasado, tengan discapacidades físicas o no sepan inglés? ¿Qué clase de educación se ofrecerá a los alumnos ateos o a quienes se oponen al adoctrinamiento religioso? ¿A dónde irán los mejores maestros?

Y los pocos niños proletarios que hayan logrado colarse en las escuelas particulares, ¿qué trato recibirán? ¿Respetarán los guardianes de la civilización occidental y de la "tradición judeo-cristiana" su cultura y comunidad? ¿Y cómo será la educación para las hermanas y los hermanos que se queden en las escuelas públicas?

Las familias adineradas sí podrán usar los vales para pagar parte de las matrículas de escuelas particulares. Unas cuantas familias de la clase media podrán poner, con mucho trabajo, a sus hijos en escuelas particulares. Pero las masas de los hijos de los pobres y los niños con "problemas" de aprendizaje seguirán apiñadas en escuelas públicas deterioradas. Con el sistema de vales los niños ricos obtendrán una educación y los niños pobres quedarán más marginados.

En una palabra, los vales no ofrecerán ninguna "elección" real a los padres.En el capitalismo, los primeros que pueden hacer importantes elecciones personales son los que tienen mucho dinero. Con el fallo sobre los vales, la clase dominante podrá dar fondos a una red de escuelas privatizada, estratificada y más conservadora con mayor control sobre la juventud y nuevos mecanismos de educación desigual.

La religión tradicional: Adoctrinamiento peligroso

"Es difícil encontrar a una mujer casta".

inscripción del premio "Atleta cristiano del año", Escuela Cristiana Bautista de Libre Voluntad, Carolina del Norte

El sistema de vales cambiará la educación para una gran parte de la población y permitirá la enseñanza de doctrinas religiosas opresivas y horribles.

Un tribunal federal descubrió que el programa de Cleveland daba clases religiosas diarias y que las escuelas religiosas que recibían fondos del gobierno combinan "doctrinas cristianas con clases de ciencias e idiomas".

Algunas personas piensan que eso no estaría tan mal. Otras piensan que sus hijos se beneficiarían de más formación y moral religiosa y esperan que les dé el "carácter moral" para resistir a las "presiones destructivas de la vida del ghetto". Otras más creen que sus hijos aprenderían más si se pudiera expulsar a los "niños problemáticos" e inculcar el "temor a dios".

Seamos claros: Los pobres y los oprimidos no son así debido a una falta de "carácter moral", pues el sistema es culpable: los explota, los empuja a situaciones desesperadas y les niega una salida. Que el sistema acuse a las personas que oprime de falta de "carácter moral" es un insulto y un absurdo.

Para emanciparse, el pueblo necesita claros valores, disciplina y moral, pero no los valores de la religión conservadora. La religión fundamentalista, el catolicismo, el islam y el judaísmo conservador enseñan obediencia a la autoridad, aceptación pasiva del orden social y dedicación exclusiva a la familia y a la superación personal. Estos valores perjudican la lucha que debemos librar, juntos, para transformar el mundo.

Enseñar valores religiosos en las escuelas es una educación peligrosa que fortalecerá la mano de los opresores.

Pregunta: ¿Qué pasará cuando los principios de la ciencia, como la evolución, contradigan las doctrinas religiosas? ¿Qué aprenderán los niños sobre el control de la natalidad, el aborto o la igualdad de la mujer? Con materias que se basan en el poder de un dios, ¿qué aprenderán los niños sobre su propio poder para cambiar el mundo?

Pregunta: ¿Debemos confiar en la virtud o la sabiduría de las autoridades religiosas? Ante los abusos que ha cometido la iglesia católica con niños, ¿por qué entregar más niños a los curas y obispos?

Maleducación

Consideren lo siguiente: La profesora Frances Patterson analizó los libros de texto de miles de escuelas cristianas fundamentalistas. Encontró lo siguiente:

En un texto de historia de último año de prepa, de la editorial Bob Jones University Press: "La mayoría de los esclavistas trataron bien a sus esclavos".

En un texto de civismo de prepa, de la misma editorial: "Hoy, cuando los homosexuales llaman a su pecado una `preferencia sexual' que merece la protección de la Constitución, o cuando los abortistas llaman a la destrucción de la vida de un nonato la libertad de elección, llaman bien al mal".

En un texto de la School of Tomorrow/Accelerated Christian Education: "Las escrituras enseñan claramente que las viudas, los necesitados y quienes no pueden mantenerse por su cuenta recibirán lo que necesitan [pero] el plan de Dios es que esas necesidades las satisfagan primero los familiares y luego las iglesias, pero no el gobierno".

Una persona que observó la Escuela Cristiana Bautista de Libre Voluntad dijo que los alumnos recibían reglazos si no cambiaban de comportamiento con lecturas bíblicas. Agregó: "En la clase de ciencias, enseñan primero la creación, y luego discuten la evolución como teoría rival".

El objetivo del movimiento de escuelas religiosas y los vales es revocar los veredictos progresistas sobre la igualdad, el pensamiento científico, la sexualidad y la tolerancia.

La educación que se necesita

El archirreaccionario magistrado de la Suprema Corte Clarence Thomas justificó su voto en pro de los vales citando al gran líder afroamericano Frederick Douglas: "Educación significa emancipación".

Pero, ¡Frederick Douglas no predicó a los esclavos negros que se educaran hacia la emancipación! Durante la guerra de secesión, ayudó a organizar una lucha armada de esclavos prófugos en contra de los esclavistas.

En esa lucha histórica, la educación fue útil: una educación política radical para conocer las realidades de los tiempos y "quiénes son los verdaderos enemigos y quiénes los verdaderos amigos" de los oprimidos. Los esclavos necesitaban educación en asuntos militares y la disciplina de camaradería y ofensiva organizada. Para eso, era necesario que aprendieran a leer, y estudiar el mundo y el camino a la liberación. Douglas, un esclavo prófugo, se enseñó a leer, escribir y dar discursos, para servir a la lucha.

Clarence Thomas mentía cuando sostuvo que la enseñanza elimina la opresión y miente dos veces cuando insinúa que el financiamiento gubernamental de las escuelas religiosas ofrecerá la clase de educación que "significa emancipación".

Aunque los niños de los centros urbanos obtuvieran una educación formal mejor (que no es el propósito de los vales), el sistema no puede ofrecer y no les ofrecerá un futuro digno. El sistema obtiene sus riquezas de la explotación y el empobrecimiento de millones de personas en Estados Unidos y el mundo. Ponerse uniforme escolar y rezar en clase jamás cambiará eso.

El plan de vales es parte de un movimiento fascista cristiano que apunta a hacer la sociedad más cruel y conservadora. No habrá ningún cambio real sin oponerse a estas fuerzas, sus planes de vales y sus defensores de la clase dominante.

La nueva generación necesita una verdadera educación, necesita la conciencia política, la metodología científica, la moral revolucionaria y la disciplina colectiva para forjar una verdadera lucha de liberación y llevarla a la victoria.


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