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Conflictos actuales y analogías a la II Guerra Mundial

Sexta parte, Forjar otro camino

Nota de la Redacción: A continuación publicamos pasajes de una versión editada de una charla que dio Bob Avakian a un grupo de simpatizantes en el otoño del año pasado. Esta es la sexta de una serie de pasajes que publicaremos. Agregamos los subtítulos y notas de pie de página.

 

Conflictos actuales y analogías a la II Guerra Mundial

Retrocediendo un poco, lo que está pasando en el mundo es más complejo que jihad vs. McMundo/McCruzada. En China, en India… y grandes extensiones de Asia y otras partes del mundo lo que está pasando no encaja en eso. Y no debemos tratar de encajar la realidad en un molde. La realidad es más compleja. La contradicción de jihad vs. McMundo/McCruzada no describe todo lo que está pasando en el mundo ni lo que lo impulsa, pero es una parte grande de la dinámica actual, aunque no es el único factor. Además, se puede decir que no hay una sola parte del mundo que no sea influenciada, o no será influenciada, por ese conflicto, y fundamental y esencialmente por las dinámicas y las fuerzas motrices que subyacen a ese conflicto y, en particular, por las metas, necesidades y acciones de los imperialistas estadounidenses. Este conflicto, entendido así, ejercerá más y más una fuerte influencia en los acontecimientos mundiales, aunque no todos se reducen a él ni debemos tratar de reducirlos a eso.

En vista de todo esto, quiero hablar un poco de las analogías a la II Guerra Mundial y de todo el marco de referencia de esa guerra que se usan hoy para defender la "guerra contra el terror". En esa analogía y marco de referencia también hay elementos que son a la vez auténticos e instrumentalistas y descaradamente engañosos. Por ejemplo, si examinamos los discursos recientes de los representantes del gobierno de Bush (algunos de los cuales he citado en esta charla), o si leemos el libro Fiasco, veremos que para gente como Wolfowitz y muchos más, aunque eran muy jóvenes en la época de la II Guerra Mundial, ese marco de referencia es importante. Por supuesto lo ven a través de cierta lente y del prisma de los intereses del imperialismo estadounidense en la situación mundial actual. Cuando hablan continuamente de las analogías a la II Guerra Mundial, a Hitler, a la política de contemporización y así sucesivamente, lo hacen por demagogia y a la vez por su manera de pensar. Wolfowitz y otros de su calaña ven gran parte de la realidad a través de ese prisma. Pero en un sentido fundamental distorsionan esa realidad: tienen una concepción distorsionada de la naturaleza y la historia de la II Guerra Mundial y de los sucesos relacionados, que perpetúan y propagan.

La verdadera naturaleza de la II Guerra Mundial… y el papel de diferentes fuerzas

Si uno lee los números de la revista Revolución1 de finales de los años 70 y comienzos de los 80, ve que nuestro partido pasó por un proceso de reexaminar nuestra concepción del carácter y el curso de la guerra, y de analizarla de una manera más correcta. En 1975, cuando se fundó el partido (y durante los años de su predecesora, la Unión Revolucionaria), básicamente aceptamos la "opinión heredada" del movimiento comunista internacional de que, especialmente con el ataque de la Alemania nazi contra la Unión Soviética en 1941 y la entrada de la URSS a la guerra, la II Guerra Mundial fue distinta, y en particular distinta de la I Guerra Mundial. Aunque siempre vimos que muchas cosas que hicieron los imperialistas estadounidenses durante la guerra fueron en aras de sus intereses imperialistas, aceptamos que era principalmente una guerra "antifascista", en que la Unión Soviética se alió con otros gobiernos que se oponían al eje de Alemania y Japón (y por un tiempo Italia). Pero a finales de los años 70 y comienzos de los 80, realizamos mucho estudio y lucha que nos llevó a un análisis diferente y más correcto. Llegamos a la conclusión de que desde el comienzo y en su aspecto principal y esencial, fue una guerra entre los imperialistas librada en aras de sus intereses imperialistas, a pesar de que tuvo muchos más aspectos justos y revolucionarios que la I Guerra Mundial, como la guerra que libró el pueblo chino contra la ocupación japonesa y las demás guerras de liberación de otros pueblos sudasiáticos contra Japón. El papel de la Unión Soviética, que en ese entonces era un país socialista, fue distinto del de los estados imperialistas y las fuerzas burguesas con que se alió (como Estados Unidos e Inglaterra), a pesar de que no fue tan distinto como hubiera debido ser. Eso requiere toda una discusión que no quiero abordar aquí. Pero lo decisivo es que esencialmente no fue una "gran guerra antifascista", aunque la oposición al fascismo y los estragos del "eje fascista" motivó a mucha gente por todo el mundo, y aunque tenía aspectos liberadores muy importantes. Así que fue una guerra más compleja que la I Guerra Mundial, que básica y esencialmente fue una guerra entre los imperialistas. Pero la II Guerra Mundial fue, esencialmente y en su aspecto principal, una guerra entre los imperialistas para determinar cuáles serían las potencias dominantes que controlarían grandes extensiones del globo, en particular lo que hoy se denomina el tercer mundo.

Es muy importante tener una concepción correcta de esa guerra, porque sigue ejerciendo una gran influencia, material e ideológicamente… tanto el resultado de la guerra como la manera en que utilizan cierta interpretación de esa guerra para influenciar nuestras ideas: la influencia que ejerce más o menos inconscientemente. La "larga sombra" de la II Guerra Mundial afecta incluso a los que no vivían en esa época o no saben casi nada de las causas y el curso de la guerra: el resultado, lo que suscitó y lo que ha pasado como consecuencia hasta hoy (aunque ha sido un proceso complejo y contradictorio y no se ha desarrollado de una manera lineal, uniforme ni directa). Así que fue muy importante para nosotros captar que la II Guerra Mundial fue principalmente una guerra entre los imperialistas por hacer un nuevo reparto del mundo, como fue la I Guerra Mundial de una manera más clara, aunque en cuanto a la Unión Soviética, a la guerra de resistencia del pueblo chino y a otras guerras de liberación contra la ocupación japonesa y los demás países del "eje fascista", no cabe duda de que tenía un aspecto positivo, progresista y libertador, que se debía apoyar.

Una vez que uno capta la verdadera naturaleza de esa guerra, entiende mejor la verdadera historia del imperialismo estadounidense. Lo que dice America in Decline (La decadencia de Estados Unidos)2 acerca de la II Guerra Mundial, y cómo la analiza, es muy importante y muy actual. Se ve que Estados Unidos luchaba --o sea, la clase dominante de Estados Unidos luchaba conscientemente-- en aras de sus propios intereses imperialistas. Por eso soltaron bombas atómicas en dos ciudades japonesas al final de la guerra, pero además por eso lucharon de la manera que lucharon, y no lucharon de la manera que no lucharon. Por ejemplo, por eso se frenaron y no se metieron en los principales teatros de la guerra, en Europa en particular, y dejaron que la Unión Soviética afrontara la mayor parte de la lucha en ese frente y sufriera la gran mayoría de las bajas y la destrucción.

Stalin, Hitler y Churchill, comunismo, fascismo e imperialismo, y la II Guerra Mundial

Esto nos lleva a otro punto muy importante: la versión de la II Guerra Mundial que se presenta en el "Occidente" y el "mundo libre" es una tergiversación fundamental y grotesca. Un ejemplo es la película "Flags of Our Fathers" (Banderas de nuestros padres), acerca de Iwo Jima. Muestra que en la batalla por el control de la isla de Iwo Jima murió mucha gente. Muchos más estadounidenses murieron en la II Guerra Mundial que en las guerras subsiguientes. Pero fueron centenares de miles. En la Unión Soviética, murieron 20 millones de personas en la guerra… 20 millones. Y eso refleja algo muy básico. Las batallas en que participó Estados Unidos, como Iwo Jima, la operación Overlord (la invasión de Francia), etc., no derrotaron a los nazis, no fueron el golpe decisivo contra el ejército alemán. El principal factor en la derrota de la Alemania nazi fue la Unión Soviética y el tremendo sacrificio del pueblo soviético. Me gustaría ver un concurso de trabajos para averiguar cuántos egresados de las universidades de este país saben esto. Creo que sería un porcentaje muy pequeño.

Incluso Keith Olbermann, un comentarista más o menos liberal de MSNBC que se opone a lo que está haciendo Bush, tiene un marco de referencia gravemente defectuoso. Por ejemplo, criticó a Rumsfeld por decir que los que se oponen a la guerra de Irak son conciliadores, que es casi como tildarlos de traidores (y hay voces más estridentes que dicen explícitamente que son traidores, como Ann Coulter y David Horowitz). Es muy interesante que Olbermann habló mucho de ¿quién es en verdad Winston Churchill, o sea, ¿quién es el verdadero estadista que debemos respetar? Bueno, ¿quién era en realidad Winston Churchill, qué representó? Si, por ejemplo, uno lee el libro All the Shah's Men3 (Todos los hombres del sha), acerca del golpe de estado de Estados Unidos en Irán en 1953, se ve lo que Churchill decía y hacía con relación a esa parte del mundo a finales de la II Guerra Mundial: defendía, de manera directa y grotesca, los intereses del imperialismo británico. O se puede estudiar la historia de Churchill antes de esa fecha: nunca fue más que un imperialista burdo, culpable de enormes crímenes contra los pueblos colonizados y oprimidos por el imperialismo británico. Pero "en el Occidente" y el "mundo libre" es héroe e icono, por su papel de dirigente inglés en la II Guerra Mundial, por ser paladín y dirigente imperialista y, en particular, por su odio a las revoluciones contra el imperialismo, su odio al comunismo, por la manera en que "se le plantó a Stalin" y su condena de la "cortina de hierro" después de la guerra, y más.

No tengo tiempo hoy para ofrecer un análisis y una evaluación globales y multifacéticos de Stalin y su papel histórico en varios períodos. Pero quiero señalar que casi universalmente los que lo critican y lo descartan como un tirano terrible (y lo consideran el símbolo mismo de un gobierno tiránico y totalitario) saben muy poco acerca de él y han estudiado muy poco sus ideas y su conducta, lo que hizo y por qué, y en particular a qué necesidades tenía que responder. Esas personas (tanto reaccionarios como los que se consideran "progresistas") han reducido a Stalin a una especie de palabrota. Creo que se han publicado 13 tomos de las obras de Stalin y no sé cuánto han leído. En cierto momento leí todos los 13 tomos y tengo muchas críticas de Stalin, críticas muy serias, basadas en un estudio serio de lo que dijo y escribió y de muchos análisis del "período de Stalin". No quiero decir que haya que leer todo esto, ni siquiera la gran mayoría, para poder tener una opinión o el derecho de hablar de Stalin. Pero él es una importante figura histórica y el período en que dirigió la Unión Soviética (y el movimiento comunista internacional) tiene sucesos y momentos decisivos importantes, y uno a lo mínimo debe hacer el esfuerzo de informarse, en un sentido básico, sobre el tema antes de unirse al coro que lo critica (o lo alaba). Sin embargo, en realidad la gran mayoría de los que critican a Stalin (con pocas excepciones), muchas veces en términos viscerales, no saben casi nada acerca de él, la situación en que se encontraba, lo que hizo y por qué.

Esto me lleva de nuevo al tema de la II Guerra Mundial y lo que hicieron varias fuerzas, entre ellas la Unión Soviética, con la dirección de Stalin. Es cierto que durante la guerra, Churchill admitió que con la invasión alemana de la Unión Soviética, más o menos tres cuartos del ejército alemán luchaba contra los soviéticos en el frente oriental. Y es cierto que la batalla de Stalingrado quebrantó la máquina de guerra alemana y cambió el curso de la guerra, como señaló Mao en ese entonces. Pero no hay… no sé con precisión, más de un estadounidense de cada 10,000 que lo sepa (no sé exactamente, pero es una cifra astronómica).

Así que han distorsionado todo el carácter de la II Guerra Mundial. El papel de las varias fuerzas, lo que representaban, y quién hizo qué… hasta al nivel de quién hizo qué en la lucha… todo esto lo han tergiversado. Oyendo la letanía que siempre se repite de poner en la misma categoría a Stalin y Hitler --"Stalin y Hitler… Stalin y Hitler… Stalin y Hitler" (y hoy muchas veces ponen a Mao en la misma categoría, y hasta Lenin)-- uno nunca sabría que Hitler y Stalin, y los países que dirigían, fueron enemigos en ese enorme encuentro cataclísmico que llamamos la II Guerra Mundial.

Hace poco una camarada me habló de una discusión que tuvo con un familiar reaccionario durante la guerra de Vietnam (casi todos los que se oponían a la guerra tuvieron discusiones similares con familiares). El familiar, que era de la "generación de la II Guerra Mundial", dijo: "Tenemos que combatir a los comunistas. Tuvimos que combatirlos en la II Guerra Mundial y tenemos que combatirlos hoy". Y la camarada respondió: "¡No, no: en la II Guerra Mundial luchábamos del mismo lado que la Unión Soviética!". Pero el familiar insistió: "¡No es cierto!". Esa clase de razonamiento, y revisión de la historia, es común y se fomenta y promueve extensamente.

Por eso es más fácil plantear teorías grotescamente erróneas sobre el totalitarismo, como la de Hannah Arendt. En realidad, la teoría de Arendt sobre el "totalitarismo" no corresponde al mundo tal como es, y no es un análisis exacto y científico ni siquiera de los nazis y demás fascistas. No describe con precisión las verdaderas dinámicas y fuerzas en juego. Esto se ve especialmente en el caso de los comunistas. Es diciente que en Origins of Totalitarianism (Los orígenes del totalitarismo) (que leí cuando escribí el libro Democracy: Can't We Do Better Than That?),4 Arendt no entiende (y en realidad tergiversa grotescamente) temas básicos, como por qué la Unión Soviética y la Alemania nazi terminaron en lados opuestos de la II Guerra Mundial y se metieron en una guerra total que duró varios años y que determinó la suerte de millones y la existencia o extinción de los respectivos gobiernos. ¿Fue simplemente el resultado del "despecho" de Stalin, o conflictos de personalidades, o "el choque de impulsos totalitarios"?

El análisis de Arendt carece totalmente de materialismo y yerra al explicar la naturaleza y las causas de sucesos importantes de la historia humana. Pero esos análisis infundados y erróneos, como el de Arendt, tienen mucha influencia. El hecho de que el nazismo y el fascismo, por un lado, y el comunismo, por el otro, son radical y fundamentalmente diferentes; y el hecho de que en la II Guerra Mundial los comunistas y los fascistas eran enemigos y peleaban implacablemente… esto no está presente en la "conciencia popular". Si uno pregunta a mucha gente cuáles eran los objetivos y perspectivas de los fascistas, por un lado, y de los comunistas, por el otro, la gran mayoría no podrá responder. Muy, muy poca gente podrá contestar correctamente.

Cuando hacen analogías a la "contemporización" (una referencia a la política inglesa hacia Hitler antes del comienzo de la guerra y comparaciones a los sucesos actuales), uno de los principales aspectos que no se menciona en general es que una de las metas de la "contemporización" (sin duda una de las metas principales) era empujar a Hitler y la Alemania nazi hacia el Este, a atacar a la Unión Soviética. Era como decir: "Hitler es un buen tipo y podemos convencerlo de actuar razonablemente y no ser una amenaza para nosotros". A Glen Beck le gusta mencionar a un senador (de Idaho, creo) que al comienzo de la II Guerra Mundial era uno de los políticos pro nazi. Ese senador supuestamente dijo: "Si me permiten hablar con Hitler, estoy seguro de que podemos aclarar la situación". En su programa, Beck utiliza terminología y caricaturas derechistas para fomentar apoyo a la guerra de Irak y a la extensión de la guerra a Irán. Le gusta usar declaraciones como la de ese senador para ridiculizar la idea de que "nosotros" podemos tratar razonablemente con los equivalentes modernos de Hitler a su modo de ver: o sea, cualquiera que actualmente obstaculiza el objetivo de Estados Unidos de dominación indisputable del Medio Oriente y el mundo entero. Pero repito, la verdad es que la "contemporización" antes de la II Guerra Mundial tenía la meta de empujar a Alemania hacia el Este.

En el libro Why Did the Heavens Not Darken (¿Por qué no se oscurecieron los cielos?), Arno Mayer hace un análisis serio y básicamente materialista de la diferencia entre las actitudes y acciones de Hitler hacia el Este (en particular hacia la Unión Soviética), en comparación con sus actitudes y acciones hacia el Oeste. El libro también explora las acciones y los motivos de los nazis, y el genocidio del pueblo judío y su relación con las perspectivas, metas y objetivos de Hitler. Tenemos muy buenas razones para mencionar continuamente la declaración del pastor Martin Niemoller acerca de no participar en la resistencia a los nazis en Alemania hasta que era demasiado tarde. ¿Cuántas personas, incluso entre los que conocen esa declaración de Niemoller, entienden el significado de la primera oración? Se puede poner en un examen: "Rellene los espacios en blanco: El pastor Niemoller dijo: 'Primero vinieron a buscar a los ________'". ¿Cuántos contestarán correctamente? ¿Cuántos saben que dice: "Primero vinieron a buscar a los comunistas"? ¿Cuántos saben que Hitler y los nazis tenían que aplastar al muy numeroso e influyente Partido Comunista de Alemania para poder implementar el programa nazi? (Es cierto que el Partido Comunista alemán estaba salpicado de tendencias erróneas --tendencias que a fin de cuentas y objetivamente llevaron a una postura y programa reformistas y no revolucionarios--, pero eso no cambia el hecho de que Hitler y los nazis tenían que aplastar al Partido Comunista alemán para lograr sus metas, en Alemania y a nivel internacional). ¿Cuántos saben esto? No me refiero a la gente que no ha recibido muchos conocimientos del mundo; me refiero a la gente culta que piensa que sabe mucho del mundo, pero que ha recibido una educación distorsionada y hasta cierto punto se ha dejado embaucar porque, repitiendo, es (o parece) cómodo creer ciertas cosas; concuerda con ciertos prejuicios, preferencias e ideas predeterminadas que tienen que ver con cómo se organiza la vida en este sistema, especialmente en "la potencia imperialista número uno del mundo" ("la única superpotencia del mundo").

 


Notas

1 Por ejemplo, los artículos "Esbozo de conceptos sobre la experiencia histórica del movimiento comunista internacional y sus lecciones para el presente" y "Apuntes sobre la historia diplomática y militar de la II Guerra Mundial" en la revista Revolución #49, septiembre de 1981 (fuera de circulación). [Regresa]

2 Raymond Lotta con Frank Shannon, America in Decline (Chicago: Banner Press, 1984). [Regresa]

3 Stephen Kinzer, All the Shah's Men: An American Coup and the Roots of Middle East Terror (Todos los hombres del sha: Un golpe de estado estadounidense y las raíces del terrorismo del Medio Oriente) (Hoboken, New Jersey: John Wiley & Sons,  2003). [Regresa]

4 Bob Avakian, Democracy: Can't We Do Better Than That? (Democracia: ¿Es lo mejor que podemos lograr?) (Chicago: Banner Press, 1986) [Regresa]