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Nota de la redacción: A continuación presentamos un pasaje de la nueva obra de Bob Avakian, El Nuevo Comunismo. Aparte de los pasajes que ya se han posteado en revcom.us, de cuando en cuando publicaremos otros pasajes en revcom.us y en el periódico Revolución. Que estos pasajes sirvan para alentar e inspirar el mayor estudio de la obra en su conjunto, la que está disponible en su totalidad en español aquí, y está a la venta en forma de libro en inglés de Insight Press.

Este pasaje es de la sección titulada "Primera parte. Método y enfoque, el comunismo como una ciencia".

Pasaje de:
El materialismo versus el idealismo

Aquí llegamos al materialismo versus el idealismo. En primer lugar: ¿qué es el materialismo? El materialismo guarda una muy estrecha relación con el método y enfoque científico y parte de ahí. El materialismo significa que uno aborda y busca conocer el mundo tal como, de hecho, existe objetivamente. Significa entender que existe una realidad material y que toda la realidad, toda la existencia, constan de realidad material y ninguna otra cosa. Engels, quien junto con Marx, era el fundador del movimiento comunista, recalcó el punto, un punto muy importante, de que en términos básicos, hay dos escuelas de filosofía fundamentales y esencialmente opuestas: una es el idealismo y la otra es el materialismo.

Ahora bien, tenemos que entender esos términos en un sentido científico, y no en el sentido en que la gente suele usarlos en el lenguaje cotidiano. Muchas veces la gente usa el idealismo de manera positiva: fulano de tal es muy idealista, tiene elevados ideales, lo que significa que tiene muchos principios y que no tiene una mentalidad cerrada, egoísta o lo que sea. Pero en el sentido filosófico, el idealismo, la escuela del idealismo, significa que se piensa que la realidad es una extensión de las ideas —por eso se llama idealismo, se piensa que la realidad es una extensión de las ideas— las ideas en la mente de los individuos. Por ejemplo: “Tal vez esto no exista para usted, pero sí existe para mí”. Escuchamos este tipo de cosas todo el tiempo, este relativismo: “Bueno, tal vez eso sea su verdad, pero mi verdad dice algo diferente. Quizá Dios no exista para usted, pero Dios definitivamente existe para mí”. ¡No! Si dios existiera, pues dios existiría para todos. Fíjense que esa es la cuestión que tenemos que reconocer. O bien hay un dios o no hay un dios. Dios no es algo que solo puede existir en la mente de una persona ― a menos que sea un dios personal que un individuo inventa, y en tal caso es fácil tratar el asunto. Pero la escuela de pensamiento idealista en la filosofía sostiene que la realidad que percibimos es una extensión de las ideas ― o bien las ideas de diferentes individuos o las ideas de una sola gran mente, lo cual es otra manera de decir ¿qué? Dios. Por lo que naturalmente no es posible comprobar esas ideas frente a la realidad, porque su base existe en la mente de un supuesto dios o de seres humanos individuales. Y eso para nada concuerda con la realidad ―la idea de que existen múltiples realidades que dependen del pensar, los sentimientos, las ideas o lo que sea de cada individuo, o de algún supuesto dios—, esto es totalmente ajeno a la realidad concreta. (Ay, ahí va de nuevo ese concepto intimidante, la realidad objetiva, la realidad concreta. ¡Ahora nos encontramos al borde del precipicio del totalitarismo!).

Engels también señaló que una de las maneras por la cual sabemos esto, de que la realidad material efectivamente existe, es que podemos interactuar con ella ― no sólo podemos conocerla, sino cambiarla. Y cuando la cambiamos, cambia de la misma manera para todos. Diferentes personas pueden responder de distintas formas a la manera en la que cambia la realidad, o pueden tener diferentes ideas o sentimientos al respecto, pero la realidad cambia objetivamente. Así que ésa es la escuela filosófica del materialismo, como señaló Engels. La escuela del materialismo, en oposición al idealismo, dice que objetivamente el mundo material existe independientemente de cualquier individuo, o de cualquier supuesto dios, y de sus ideas y pensar. Y que, de hecho, los individuos y su pensar constituyen un proceso de la realidad material misma —el cerebro de una persona, su sistema nervioso, y otras cosas por el estilo— de esto consta el pensar. Ahora bien, es cierto, no conocemos todo acerca de la manera en que esto funciona, aunque constantemente se está aprendiendo más, y al mismo tiempo hay lucha sobre la manera de interpretar lo que se está aprendiendo en muchos casos. Pero sí sabemos que el cerebro y el sistema nervioso del ser humano son una realidad material concreta que experimenta procesos materiales reales, y que de eso se constituyen las ideas y el pensar. Y a su vez esas ideas en últimas, y en un sentido fundamental, son un reflejo de la realidad objetiva, un reflejo en la mente de la persona pensante. Estas ideas pueden ser un reflejo correcto o incorrecto, exacto o inexacto de la realidad, pero en últimas eso es lo que son, algún reflejo de la realidad. Así que esa es una línea divisoria fundamental entre el materialismo y el idealismo.

Bueno, es cierto que, por ejemplo en el arte, en la cultura, a menudo se presentarán las cosas de una manera diferente a la realidad material concreta, y eso es bueno. No quisiéramos ver arte que únicamente, siempre y simplemente, nos reflejara la realidad exactamente como es. Queremos que se presente de diferentes maneras, incluidas muchas maneras que no corresponden a la realidad tal como es, lo cual puede inspirar, retar y estimular el pensamiento, inclusive acerca de la realidad. Así que existe ese papel en el arte. Pero ese arte, esa cultura, a fin de cuentas, todavía es un reflejo de la realidad material. Es la materia prima — la realidad concreta es la materia prima de la que se construye el arte, aun cuando la distorsione y tergiverse deliberadamente a fin de presentar las cosas de una manera distinta. Así que de nuevo nos encontramos con esa línea divisoria fundamental entre un entendimiento materialista y un mal entendimiento idealista de cómo son las cosas en realidad.

Lo que queremos decir con materialismo, como una de las dos escuelas opuestas en la filosofía, es distinto, otra vez, a la manera que a menudo se usa en la vida diaria —por ejemplo, la manera en que los predicadores a veces usan este término o la manera en que a menudo se utiliza en el lenguaje popular— para dar a entender algo como el consumismo: “Esa persona es muy materialista”, lo que quiere decir que uno quiere salir y adquirir un montón de artículos de consumo, constantemente está absorta en compras, comprando más videojuegos, zapatos o lo que sea. O a veces la gente religiosa y otros hablan del materialismo para referirse a gente que tiene una mentalidad muy estrecha y amante del dinero y cosas materiales: son filisteos —no piensan acerca de cosas grandes, son muy “materialistas” en el sentido de solamente querer tratar con el alcance más limitado de las cosas, y no tienen mucho tiempo para las grandes cuestiones filosóficas o cuestiones de “espiritualidad” y cosas por el estilo. Pero, en un sentido científico, en términos de las dos escuelas básicas de filosofía, el materialismo significa que uno reconoce que la realidad material existe objetivamente, que todo lo que realmente existe consta de realidad material, en muchas formas diferentes, y que esto incluye la mente de las personas y lo que piensan.

Ahora, otra vez, a veces la gente dice cosas como: “Bueno, quizás el mundo exista objetivamente, pero realmente no podemos conocerlo tal como existe objetivamente, solamente podemos conocerlo como lo percibimos, o como lo construimos en nuestra mente, a partir de nuestras percepciones”. Engels señaló que el prominente filósofo Immanuel Kant fue un ejemplo de esto. Pero sin entrar en todo eso ahora, de hecho incluso la gente que argumenta de esa manera todavía se encuentra en el campo filosófico del idealismo, como puso en claro Engels, porque si uno dice que realmente no es posible conocer nada acerca de la realidad aparte de nuestra manera de percibirla, o como la construimos en nuestra mente, entonces en efecto uno está diciendo que la única realidad material que existe, o la única realidad material de la que es posible tener certeza, es la realidad material que uno percibe y la manera en que la percibe, o la “construye”. Todo eso se queda dentro de la escuela filosófica del idealismo que dice que la realidad existe en la mente de las personas, o en la mente de un solo gran dios, y que por ende lo demás es una extensión de eso. Así que, en este caso también, ésta es una línea divisoria fundamental en la manera en que uno trata de conocer el mundo y por consiguiente su capacidad de cambiarlo. Tal vez parezca que hablamos de abstracciones teóricas rebuscadas, pero todos los presentes, estoy seguro, al hablar con la gente, se topan con este modo de pensar —el modo idealista de pensar— en muchas formas diferentes. Uno lo encuentra a veces en tesis muy sofisticadas ―o a veces en heces no muy sofisticadas— de parte de algunos de estos académicos. Y uno lo encuentra en formas muy básicas y cotidianas de “la gente común”. Para repetir: “Tal vez eso sea cierto para usted, pero no es cierto para mí”. O: “¿Cómo podemos decir en realidad qué es cierto?”. O: “Quizá Dios no exista para usted, pero yo sé que Dios sí existe para mí — sin Dios yo no podría haber hecho esto, no podría haber hecho aquello, no podría haber dejado la droga, así que, de todos modos, Dios existe para mí”. Alguna gente hasta me ha dicho: “Bueno, quizá usted no cree en Dios, pero yo sé que Dios lo envió aquí para hacer esto”.

Escuchamos cosas así de muchas diferentes maneras, todo el tiempo. Y es muy importante que abordemos las cosas correctamente en nuestra manera de bregar con esto y de luchar con la gente sobre esto. O sea, no vamos a ir con las masas populares a decir: “Ahora, escuchen, tienen que entender que hay dos escuelas básicas de filosofía ― Engels señaló…” “¡¿De qué carajos habla usted?!” No. Es necesario desmenuzarlo para la gente ― no se trata de diluirlo, pero sí es necesario desmenuzarlo, es necesario hacerlo accesible para la gente. Al mismo tiempo, uno tiene que seguir basándose firmemente en los fundamentos de esto. Si no, uno va a perder el norte, no va a poder luchar con la gente de buena manera, porque la gente pondrá muchas condiciones diferentes según las cuales quiere discutir y luchar con uno sobre cosas, y tenemos que reconfigurar las condiciones para regresar a lo que de hecho son, o si no, uno saldrá perdido y dando vueltas como loco. Creo que todos hemos experimentado esto en algún momento u otro.

Así que eso es el materialismo en oposición al idealismo, dos escuelas básicas de la filosofía: una que está acorde y en correspondencia con las cosas como son en realidad, y una que está completamente desfasada (patas arriba, que digamos) en cuanto a cómo son las cosas en realidad.

Materialismo dialéctico

Sin embargo, no simplemente hablamos del materialismo, y esto es un punto importante. La ciencia, el método y enfoque científico es el materialismo dialéctico. ¿Por qué? Porque la realidad no es estática. Como hemos visto, y como he mencionado, la realidad está en un constante proceso de cambio. La realidad está hecha de contradicciones ― y le entraremos a eso. La dialéctica es una palabra de origen griego que significa tratar con el conflicto, o cosas opuestas, o contradicciones. Significa reconocer y tratar con contradicciones y con la lucha entre cosas que están en contradicción. La realidad está hecha de cosas que, como una expresión de la contradicción, de manera constante están en movimiento y están cambiando de una forma u otra: a veces es un cambio relativamente pequeño, y a veces se da un gran salto en la manera en que las cosas cambian de una cosa a otra. Esto sucede de todo tipo de formas simples así como más complejas. Un ejemplo de una forma simple es que hervimos agua, se calienta y finalmente se transforma en vapor. Pero (esto también es un punto importante): no se trata simplemente de agua, agua, agua — y de repente, zas, se transforma en vapor. Experimenta cambios relativamente pequeños y de ahí se da un salto para llegar a transformarse en algo diferente. Esto sucede de formas muy diversas en la realidad. Así que, si uno solo tiene un enfoque materialista, terminará por ser muy determinista, o sea, se someterá a la realidad material tal como es y no verá la posibilidad del cambio, o al menos no de un cambio importante, porque ha hecho solamente la mitad del trabajo, digamos. Ha visto y reconocido que la realidad material concreta es lo que existe, y todo lo que existe es realidad material, y lo que es la verdad es lo que corresponde a esa realidad material. Pero no ha reconocido la contradicción, el movimiento y el cambio, por lo que lo único que ve en un momento dado es lo que existe —ve las posibilidades de lo que podría existir según se determinan y limitan por lo que ya existe— y por ello uno es esclavo de eso, se somete a eso, se limita a eso, porque no ve las contradicciones, no sólo las contradicciones que son más evidentes sino las contradicciones más profundas que realmente impulsan las cosas e impulsan los cambios, y que tienen el potencial para el cambio, a la vez que también le ponen obstáculos. Esa es la lucha que tenemos que dar ― para captar la base para el cambio, y para realizar cambios sobre la base de las contradicciones en la realidad material, y en particular las contradicciones impulsoras, fundamentales y más profundas.

Así que, tenemos que ser materialistas dialécticos. Tenemos que buscar, y trabajar para entender, las cosas tal como realmente son, y también como están en movimiento y cambian. Y eso requiere trabajo. Les daré algunos ejemplos de eso en el curso de esta presentación. Requiere trabajo. Ustedes tienen que hacer el trabajo. Si quieren hacer una revolución, tienen que hacer el trabajo, ¿me entienden? Si esto fuera fácil, si simplemente pudiéramos caer en esto, pues se hubiera dado hace mucho tiempo, porque hay muchísimos horrores en el mundo, hay muchísimos motivos por los que la gente desea un mundo diferente. Pero también hay muchas otras cosas que presionan y afectan a las personas de otras maneras, muchas diferentes contradicciones en las que se ven envueltas. Así que es necesario hacer el trabajo, hay que excavar en busca de las contradicciones más profundas. Sí, hay que reconocer las contradicciones que están justo en la superficie, pero hay que excavar en busca de las contradicciones más profundas, las contradicciones subyacentes, las contradicciones impulsoras. Y eso corresponde a la realidad. No se trata de que más valga no ser determinista ― “Seamos dialécticos porque así no seremos esclavos de las condiciones objetivas, es mucho mejor así y nos sentiremos mejor”. No. Así es la realidad. La realidad existe objetivamente, y la verdad efectivamente significa que las ideas, de ser ciertas, corresponden a la realidad objetiva, tal como es, pero también a la manera en que está llena de contradicciones y está en movimiento y cambia. Y únicamente podemos tener un enfoque consecuente y completamente correcto de la realidad al captar estos dos elementos y sintetizarlos correctamente, y al realmente entender los aspectos particulares de la realidad pero también entender esto en su relación con el contexto más amplio. Claro, eso no significa que lo entenderemos todo en cualquier momento dado, o que necesariamente entenderemos perfectamente lo que sí entendemos. Pero este es el único método y enfoque para realmente llegar a conocer la realidad tal como es ― y tal como, de hecho, está en movimiento y cambia.

Índice

Introducción y orientación

Víctimas necias del engaño ajeno y propio

Primera parte. Método y enfoque, el comunismo como una ciencia

El materialismo versus el idealismo
Materialismo dialéctico
Con cuál modo de producción
Las contradicciones y dinámicas básicas del capitalismo
La nueva síntesis del comunismo
La base para una revolución
La epistemología y la moral, la verdad objetiva y necedades relativistas
El yo y un enfoque “consumista” de las ideas
¿De qué se tratará tu vida? — Elevar la vista de la gente

Segunda parte. El socialismo y el avance al comunismo:
Un mundo radicalmente diferente que podría haber, un camino hacia la verdadera emancipación

Las “4 Todas”
Más allá del estrecho horizonte del derecho burgués
El socialismo como un sistema económico y un sistema político — y una transición al comunismo
El internacionalismo
Abundancia, revolución y el avance al comunismo — Un análisis materialista dialéctico
La importancia del “concepto del paracaídas” — En este mero momento, y aún más a raíz de una revolución real
La Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte
   Núcleo sólido con mucha elasticidad basada en el núcleo sólido
Emancipadores de la humanidad

Tercera parte. El enfoque estratégico de una revolución real

Un solo enfoque estratégico general
Acelerar mientras se aguarda
Fuerzas para la revolución
La separación entre el movimiento comunista y el movimiento laboral, fuerzas impulsoras para una revolución
Liberación nacional y revolución proletaria
La importancia estratégica de la lucha por la emancipación de las mujeres
El Frente Unido bajo la Dirección del Proletariado
La juventud, los estudiantes y la intelectualidad
La lucha contra los modos de pensar pequeño burgueses, al mantener la orientación estratégica correcta
Los "dos máximos"
Los "5 Altos"
Las dos piedras angulares
De nuevo “Sobre la posibilidad de la revolución”
El internacionalismo — El derrotismo revolucionario
El internacionalismo y una dimensión internacional
El internacionalismo — Forjar otro camino
La popularización de la estrategia
Orientación fundamental

Cuarta parte. La dirección que necesitamos

El papel decisivo de la dirección
Un núcleo dirigente de intelectuales — y las contradicciones que esto supone
Una "pirámide" de otro tipo
La Revolución Cultural al interior del PCR
Es necesario que los comunistas sean comunistas
Una relación fundamentalmente antagónica — y las implicaciones cruciales de eso
El fortalecimiento del Partido — de manera cualitativa así como cuantitativa
Formas de organización revolucionaria, y el "Ohio"
Estadistas, y comandantes estratégicos
Métodos de dirección, la ciencia y el "arte" de dirigir
Trabajar desde "Sobre la posibilidad" hacia atrás —
   Otra aplicación del "núcleo sólido con mucha elasticidad basada en el núcleo sólido"