Pasar al contenido principal

De la sección "Más allá del estrecho horizonte del derecho burgués"

Pasaje de
EL NUEVO COMUNISMO

Excerpt from The New Communism by Bob Avakian

A continuación presentamos un pasaje de la obra de Bob Avakian, El Nuevo Comunismo. Aparte de los pasajes que ya se han posteado en revcom.us, de cuando en cuando publicaremos otros pasajes en revcom.us. Que estos pasajes sirvan para alentar e inspirar el mayor estudio de la obra en su conjunto, la que está disponible en su totalidad en español aquí, y está a la venta en forma de libro en inglés de Insight Press.

The New Communism cover
The New Communism cover

Este pasaje es de la sección titulada “II. El socialismo y el avance al comunismo: Un mundo radicalmente diferente que podría haber, un camino hacia la verdadera emancipación”.

Esto me lleva a otro punto muy importante: más allá del estrecho horizonte del derecho burgués — ahí va otra de esas frases. “¿Por qué él siempre habla de ir más allá del estrecho horizonte del derecho burgués? ¿Qué relación tiene eso con lo que hacemos en este momento?” Bueno, si no entendemos con claridad qué es lo que nos proponemos, pues sin duda nos veremos obligados a seguir los términos de lo que hagamos en un momento dado. Y la contradicción es que nosotros tenemos que hacer lo que hacemos en un momento dado — tenemos que luchar contra el poder, tenemos que unirnos con las personas para oponer resistencia a la opresión. No podemos quedarnos a un lado como una bola de dogmáticos religiosos y decir: “Bueno, fíjate, esa lucha no va a hacer nada bueno, necesitamos una revolución, por lo que cuando te des cuenta de lo que pasa, que vengas a hablar conmigo y te daré un discurso”. ¡No! Tenemos que movilizar a la gente para que luche contra estos atropellos. No se puede dejar que se den así no más. Lo que ellos le hacen a la gente en el mundo, lo que ellos le hacen a la gente a nuestro alrededor — pues no podemos dejar que se dé así no más— la gente tiene que luchar contra estos atropellos, tiene que responder con resistencia, tiene que poner a la defensiva a la clase dominante. Incluso en el caso de hacer una revolución, es crucial hacer esto, y además es crucial para que en lo inmediato la gente no salga triturada y desmoralizada. Lo que Marx dice es cierto: si las personas salen trituradas en la forma de individuos desgraciados y quebrantados, no podrán levantarse en busca de cosas más grandes.

Y de eso se trata buena parte de lo que vemos que le pasa a las masas populares — con frecuencia se sienten como gente desgraciada y quebrantada. De hecho interiorizan la idea de que algo anda mal con sí mismas, ya que constantemente les inculcan tal idea. Hace poco yo hablaba con una persona, quien señaló: Incluso lo de dios, para los oprimidos, si constantemente pasan por una sociedad en la que se sienten denigrados —y no sólo se sienten denigrados en lo externo sino que han interiorizado dicha denigración— se sienten que son menos que humanos, porque constantemente se hace que se sientan así, que ha que haber algo mal con sí mismos o ha de haber algo mal con las personas a su alrededor, pues veamos lo que siempre hacen; cada vez que se ve como que algo bueno va a pasar, las personas comienzan a joder las unas a las otras. “Ha de haber algo mal con nosotros”. Eso representa buena parte de lo que la gente ha interiorizado. Se trata de otro crimen del sistema, el de que ha hecho que la gente lo interiorice. Y este camarada señaló: “Fíjese, incluso la creencia en dios, si una persona se siente desgraciada y quebrantada —no solamente agobiada y golpeada pero se siente como si algo estuviera mal con sí misma— pues tal vez dicha persona todavía tenga algo de bueno porque de todos modos este dios la ama, a pesar de lo que se es”. Las masas populares están sometidas a muchas presiones poderosas de ese tipo. Y cuando llevamos lucha con las personas, no lo hacemos por desdeñarlas y por menospreciarlas; y ciertamente no lo hacemos por querer quitarles su sentido de valor; lo hacemos por querer capacitarlas para comprender que esta situación no tiene por qué ser así. Pero si vamos a lograr quitarnos de encima esto, tenemos que tener un enfoque científico de la realidad tal como es en concreto, y tal como rebosa de contradicciones y está en movimiento y cambia.

Por eso es tan importante adentrarnos en estas cosas — pues de veras tenemos que ser una vanguardia para las masas populares. Una vanguardia no implica salir a señorear sobre las masas populares; para nada que eso sea lo importante. Implica que una persona entiende la manera de salir de esto, y que lleva una fuerte lucha con las personas para capacitarlas a verlo, para que éstas puedan luchar de forma más consciente y activar a un creciente número de personas para hacerlo. Esa es la responsabilidad que hay que asumir. Esa es la responsabilidad que hemos asumido, porque eso es necesario — dado que el funcionamiento del presente sistema, y la forma en que incluso las masas populares por su cuenta interiorizan buena parte de lo que el presente sistema les inculca y buena parte de lo que las obliga a hacer, agobian y arrastran hacia abajo a las masas populares, las agobian y arrastran hacia debajo de manera física y mental — y, las agobian y arrastran hacia abajo “de manera espiritual”, sin darle a esa frase ningún significado religioso.

De eso se trata el problema de las relaciones de mercancías. Ya me he referido al punto de Lenin acerca de las relaciones de mercancías: de que el capitalismo —el que es la forma superior y la generalización de las relaciones de mercancías — obliga a todos a hacer cálculos con la tacañería de un tacaño. Ahora, volvamos pensar en eso. Pues, lo experimentamos todo el tiempo. La gente dice: “¿Qué voy a obtener de esto, habrá algún dinero para mí?” Y no se trata simplemente de que la gente sea codiciosa —desde luego que hay mucha gente codiciosa en esta sociedad, pues constantemente se alienta la codicia— pero para mucha gente, se trata de una necesidad. “¿Cómo voy a dar de comer a mis hijos? ¿Pagaré la luz para que no se corte, o compraré comida? Y ¿qué comida podré comprar con este mísero dinero que me dieron? Y, sí, vi ese programa en el que me dijeron cómo comer de manera sana, pero ¿puedo darme el lujo de comprar los alimentos que me dicen que son sanos?” Muchas preguntas de tal especie. La gente se ve obligada a hacer cálculos de esa manera, pues eso es lo que hace el presente sistema de mercancías del capitalismo.

Además, para retomar otra cosa importante que dijo Lenin — de que el capitalismo pone en manos de unos individuos lo que produce toda la sociedad (de hecho, todo el mundo, algo que Lenin también captó): el capitalismo pone en las manos de unos individuos lo que produce un sistema —un sistema de explotación— que abarca todo el mundo. Eso es lo que yo explicaba antes, al hablar sobre el intercambio de mano de obra. No hacemos todas las cosas que utilizamos. Se trata de un proceso social general, un proceso socializado, una producción que hoy es un proceso altamente internacionalizado. Podemos ir a casa y buscar en nuestro ropero o lo que sea — veamos nuestra ropa y, si encontramos algo de ropa hecha en Estados Unidos, pues que me lo diga. Y eso es cierto en el caso de muchas cosas que se consumen. Este es un proceso internacionalizado. Pero termina por poner en manos de unos individuos las cosas que produce toda la sociedad, que hoy produce todo el mundo. Desde luego que eso no implica que no queremos que las personas tengan artículos personales, pues eso no es lo importante. Lo importante es que opera aquí un proceso socializado, y hay capitalistas que acumulan capital en toda esa producción social, que de ahí mantienen en marcha dicha producción utilizando ese capital como base para llevar a cabo más y más explotación. Este es el sistema en el que vivimos, y la gente no lo va a entender de forma espontánea, porque se deja llevar completamente en dicho sistema. En lo material y en términos de su forma de pensar, se deja llevar completamente en dicho sistema. Por tanta miseria que cause para tantas personas, por horrible que lo sea para tantas personas, por su cuenta éstas no van a alcanzar a ver la esencia de dicho sistema, y la salida del mismo.

Por eso, hablamos de ir más allá del estrecho horizonte del derecho burgués. En la Primera parte de Hacer la revolución y emancipar a la humanidad, empecé con el siguiente punto: Después de ver la charla filmada de 2003, Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es, un estudiante de secundaria dice que le gustaba mucho — “Estoy de acuerdo con todo y me gustó mucho la visión de la futura sociedad” — pero,agregó: “Si yo invento algo, quiero recibir más por ello”. De ahí pasamos, pasamos al quid del asunto, ya que, con el fin de que eso sea cierto, hace falta el conjunto de relaciones que él dice que no le gusta. Pero las personas no van a alcanzar a entender que el sistema de explotación, y todas esas cosas de las que hablan las “4 Todas”, suponen todo lo anterior, a menos que una persona que haya logrado llegar a entender eso les lleve esa comprensión y lleve lucha con ellas al respecto. Y la cuestión de pensar en el derecho burgués, o de pensar más allá del mismo, no nada más se trata de una cuestión de las etapas más remotas del socialismo; tiene una relación integral con la orientación con la que cuenten de las personas hoy. Si nuestra orientación es “Quiero conseguir más”, pues no vamos a llegar a ninguna parte más allá del presente sistema. No se trata de que todos vayan a renunciar a todos los aspectos de eso antes de que hagamos una revolución — de creer eso, nunca vamos a tener una revolución. Habrá muchas personas que luchan por esta revolución que aún estarán atrapadas en diversas formas de pensamiento burgués, tal como la idea de que quieren conseguir más. Pero tiene que haber una fuerza al centro, una creciente fuerza —de miles y a la larga millones de personas— que se mueven más allá de esa manera de ver el mundo, que se mueven más allá de los cálculos realizados con la tacañería de un tacaño, los cálculos del derecho burgués. Dado que el derecho burgués, como señalé en la Primera parte de Hacer la revolución y emancipar a la humanidad, es una forma de pensar —o es un conjunto de relaciones así como de ideas— que corresponden en última instancia a la producción de mercancías y a las relaciones de mercancías. Y tenemos que ir más allá de las mercancías, en las relaciones entre las personas y en la manera de pensar de las personas.

 


Índice

Introducción y orientación

Víctimas necias del engaño ajeno y propio

Primera parte. Método y enfoque, el comunismo como una ciencia

El materialismo versus el idealismo
Materialismo dialéctico
Con cuál modo de producción
Las contradicciones y dinámicas básicas del capitalismo
La nueva síntesis del comunismo
La base para una revolución
La epistemología y la moral, la verdad objetiva y necedades relativistas
El yo y un enfoque “consumista” de las ideas
¿De qué se tratará tu vida? — Elevar la vista de la gente

Segunda parte. El socialismo y el avance al comunismo:
Un mundo radicalmente diferente que podría haber, un camino hacia la verdadera emancipación

Las “4 Todas”

Más allá del estrecho horizonte del derecho burgués
El socialismo como un sistema económico y un sistema político — y una transición al comunismo
El internacionalismo
Abundancia, revolución y el avance al comunismo — Un análisis materialista dialéctico
La importancia del “concepto del paracaídas” — En este mero momento, y aún más a raíz de una revolución real
La Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte
   Núcleo sólido con mucha elasticidad basada en el núcleo sólido
Emancipadores de la humanidad

 

Tercera parte. El enfoque estratégico de una revolución real

Un solo enfoque estratégico general
Acelerar mientras se aguarda
Fuerzas para la revolución
La separación entre el movimiento comunista y el movimiento laboral, fuerzas impulsoras para una revolución
Liberación nacional y revolución proletaria
La importancia estratégica de la lucha por la emancipación de las mujeres
El Frente Unido bajo la Dirección del Proletariado
La juventud, los estudiantes y la intelectualidad
La lucha contra los modos de pensar pequeño burgueses, al mantener la orientación estratégica correcta
Los "dos máximos"
Los "5 Altos"
Las dos piedras angulares
De nuevo “Sobre la posibilidad de la revolución”
El internacionalismo — El derrotismo revolucionario
El internacionalismo y una dimensión internacional
El internacionalismo — Forjar otro camino
La popularización de la estrategia
Orientación fundamental

Cuarta parte. La dirección que necesitamos

El papel decisivo de la dirección
Un núcleo dirigente de intelectuales — y las contradicciones que esto supone
Una "pirámide" de otro tipo
La Revolución Cultural al interior del PCR
Es necesario que los comunistas sean comunistas
Una relación fundamentalmente antagónica — y las implicaciones cruciales de eso
El fortalecimiento del Partido — de manera cualitativa así como cuantitativa
Formas de organización revolucionaria, y el "Ohio"
Estadistas, y comandantes estratégicos
Métodos de dirección, la ciencia y el "arte" de dirigir
Trabajar desde "Sobre la posibilidad" hacia atrás —
   Otra aplicación del "núcleo sólido con mucha elasticidad basada en el núcleo sólido"