Cartas de un lector: Por qué al involucrarte con los demócratas, incluso para “tomarles el control desde adentro”, acabarás en los brazos de los fascistas

Primera parte: Un político demócrata liberal y un funcionario fascista entran a un bar… pero lo que sucede a continuación no es exactamente broma

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2 de diciembre de 2019. La semana pasada, el ex gobernador de Maryland y aspirante a candidato presidencial demócrata en 2016, Martin O’Malley, se enfrentó al subsecretario de Seguridad Nacional Kenneth Cuccinelli en un bar de Washington, D.C.

O’Malley le gritó a Cuccinelli como “el hijo de los abuelos inmigrantes que enjaula a los niños para un presidente fascista”. En lugar de dejar que esto siguiera adelante, Cuccinelli abandonó el bar.

En contraste: Una semana antes, en el último debate demócrata para los candidatos presidenciales de este año, 10 candidatos hablaron durante tres horas y regaron 22.000 palabras, pero nunca mencionaron la palabra “F”.

Eso no se debió a que la pregunta no se hiciera. El debate se inició con una pregunta a los candidatos sobre qué tan central debería ser la conducta de Trump en la campaña presidencial, dado que ahora lo están procesando. Bernie Sanders incluso sacó el titular del debate advirtiendo a los demócratas que NO se dejaran “consumir” con Trump; en otras palabras, que no criticaran a las maniobras atroces y aceleradas de Trump hacia una forma de gobierno totalmente fascista, sino que se concentraran en el seguro medico, el cambio climático y la vivienda, para que no perdieran las elecciones.

Ahora, la atención médica, la vivienda y, sobre todo, el cambio climático son de crucial importancia. Pero no sólo no es posible resolver nada de esto dentro de este sistema capitalista-imperialista, no habrá posibilidad de que prospere ningún movimiento serio en relación a ninguno de estos atropellos si el fascismo de Trump se consolida completamente. Y en esencia, los demás candidatos siguieron la batuta de este autodenominado “socialista” al responder a la pregunta. Atacaron a la “corrupción” de Trump, pero en cuanto a la cuestión del carácter fascista de lo que todo este régimen ha estado haciendo, como la supremacía blanca abierta que lanzó la campaña de Trump en 2016... el hecho de que su jefe de inmigración, Stephen Miller, hace poco había revelado que tenía conexiones con el movimiento “nacionalista blanco”, es decir, con el movimiento nazi.... el hecho de que crecen y se aceleran las maniobras hacia la dominación religiosa fascista cristiana en el reforzamiento del patriarcado y de la opresión de género en general y en las esferas de la educación y la cultura... sobre todos esos temas, ni una maldita palabra.

Y a pesar de una pregunta explícita sobre la “violencia supremacista blanca”, nadie vinculó esa violencia con el régimen de Trump y Pence y la descarada y abierta supremacía blanca del régimen; y tan sólo un candidato lo estimó apropiado siquiera mencionar las jaulas en la frontera.

También se podría decir, y haré un argumento a favor de esto en una próxima entrega, que los demócratas han aplicado el mismo enfoque general a estas audiencias de destitución.

Al observar el contraste entre la sencilla verdad expresada por O’Malley y la evasión y ofuscación de estos candidatos, y sí, incluso los candidatos “radicales” como Sanders y Warren, no pude sino recordar algo que Bob Avakian dijo poco después del 11 de septiembre de 2001, cuando la inexorable monstruosidad fascista que ahora avanza a toda velocidad había cobrado un tremendo impulso bajo George W. Bush, y estaba implementando medidas extremadamente represivas y embarcándose en guerras criminales:

[E]s muy probable que si se pudiera darles un elixir a los liberales de la clase dominante (y a sus aliados liberales en la sociedad en general) para que dijeran la verdad, dirían algo así: “Ustedes no entienden lo que está pasando. Están poniendo en marcha todo un estado policial fascista, y estamos haciendo todo lo posible para mantenerse en su contra; pero es importante que capten lo que está pasando aquí”.

O’Malley no necesitaba tal elixir per se, pero una jarra de Guinness y al ver a este torturador de niños fascista Cuccinelli parecen haber desempeñado una función similar. Pero BA agrega el punto más revelador:

En cierto sentido tendrían razón, aunque lo dirían desde el punto de vista de la misma burguesía imperialista y, desde esa perspectiva, los liberales de la clase dominante (y aquellos que siguen a su cola) tarde o temprano (y por lo general más temprano que tarde) asumirán la posición de que es muchísimo mejor tener toda esta guerra y represión de estado policial, en lugar de que se cuestione o desafíe en lo fundamental toda la cosa. [énfasis añadido]

Los tiempos han cambiado, y aunque los demócratas en ese entonces apoyaron en su inmensa mayoría a las guerras contra Irak y Afganistán y a los ataques más amplios contra países del Medio Oriente, Asia central y el norte de África, no lo hacen tan abiertamente hoy.

Pero todavía se niegan a decir la verdad sobre lo que enfrenta la humanidad, y por la misma razón: porque decir la verdad real de que hay un fascista en la Casa Blanca que está maniobrando para implementar este fascismo, con todo el horror que eso implica, podría en efecto llevar a que se ponga en tela de juicio e incluso a que se desafíe toda la cosa.

¿Y adivine qué? Si O’Malley se hubiera postulado de candidato este año, habría hecho lo mismo.

La próxima entrega: Segunda parte: La estrategia de los demócratas para el proceso de destitución: ¿al servicio de los intereses de quién?

¿Por qué no podemos confiar en el Partido Demócrata para expulsar al régimen fascista de Trump y Pence?

Lea el discurso filmado completo en español.
Veálo en inglés.

 

 

 

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