Presentación de la conferencia regional de Rechazar el Fascismo del 19 de agosto de 2017:

El 4 de noviembre, comenzamos: ¡Esta pesadilla tiene que terminar: El régimen de Trump y Pence tiene que MARCHARSE!

24 de agosto de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Buenas noches. Ahora tendremos las noticias del viernes 17 de noviembre de 2017:

“La principal noticia de esta noche sigue siendo las continuas protestas y ocupaciones que se están llevando a cabo en más de una docena de ciudades y en más de 20 universidades a nivel nacional. Los manifestantes prometen que no se irán ni pararán hasta sacar de funciones a Trump y Pence. Esta mañana, la policía de Los Ángeles detuvo a más de 300 manifestantes. Los organizadores de las protestas anunciaron esta tarde que cientos de miles de personas se tomarán las calles el sábado en marchas coordinadas en protesta por este arresto en masa. Los portales de la derecha alternativa siniestramente han llamado a sus miembros a que pongan fin a las marchas del fin de semana. Los partidarios del presidente Trump han llamado a una “Marcha para Hacer que Estados Unidos Siga teniendo Grandeza” el fin de semana de Acción de Gracias. 

“En acontecimientos relacionados, varios municipios han presentado demandas para sacar a los manifestantes, y en respuesta, las organizaciones de las libertades civiles han presentado una contra-demanda. Una coalición de líderes religiosos de múltiples fes ha presentado una carta al Congreso que le pide que actúe ahora sobre la demanda de las protestas de sacar a esta administración por el bien de Estados Unidos y del mundo. La cancilleresa alemana Merkel habló con los líderes europeos sobre emitir una declaración de que Estados Unidos respete los derechos de sus ciudadanos.

“En adelante en esta edición tendremos respuestas de funcionarios de la administración de Trump y de los líderes del Congreso. Pero antes, después de una pausa, volveremos con el último tuit del presidente Trump”.

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Amigas y amigos: la ruptura que vamos a hacer esta tarde, es para planear un gran adelanto para expulsar del poder al régimen de Trump y Pence. Vamos a romper con la manera en que, hasta ahora, la oposición al régimen únicamente se ha dedicado a interminables críticas y protestas contra cada atrocidad del régimen de Trump y Pence y a las acciones de los golpeadores nazis de la derecha alternativa. Sí, todas las denuncias, críticas, análisis y sobre todo las protestas son justos y necesarios, pero debido a que estamos lidiando con un régimen que es fascista, uno que está reconfigurando las leyes y las normas de la sociedad con un enorme peligro para toda la humanidad y la tierra, debemos actuar de modo que sean sacados del poder. Hoy tenemos la responsabilidad y la oportunidad de poner manos a la obra y con seriedad planear, luchar y organizar para la única manera en que se podría sacar del poder a estos fascistas. Planeemos y organicemos para que la “NOTICIAS FALSAS” que acabo de leer... se convierta en las NOTICIAS REALES... Las noticias que haremos nosotros, Rechazar el Fascismo, hombro a hombro con miles y luego millones de personas, a partir del 4 de noviembre de 2017.

¡Bienvenidos a la Conferencia Regional de Rechazar el Fascismo para organizarse para acabar con la pesadilla!

Los nazis marchan con antorchas. Los nazis matan. Los golpeadores nazis, supremacistas blancos, antisemitas, misóginos y homofóbicos respaldados por el presidente, que belicosamente le hace saber al mundo entero cómo van a ser las cosas en el Estados Unidos que él y Pence ahora gobiernan. Pence dice que está con el presidente. Trump y su régimen están haciendo añicos lo que hasta hoy han sido las normas de la gobernanza y de la sociedad en su afán de conseguir una manera diferente de gobernar, el fascismo. Trump no se rajó y no lo hará. Y si bien muchos de los que están en el poder de ambos partidos quizá critiquen y busquen pretextos y se alejen del lenguaje burdo y grosero de Trump, no denunciarán esto por fascista, no denunciarán al régimen entero y por su cuenta no harán nada para sacar del poder a la camarilla fascista entera. Eso nos incumbe a nosotros.

Hoy asumimos esta responsabilidad pero no lo hacemos únicamente para nosotros mismos. Lo hacemos ahora honrando el legado de Heather Heyer. Pero más que nada lo hacemos al servicio de los intereses de la humanidad.

El Llamamiento para el 4 de noviembre dice:

ESTA PESADILLA TIENE QUE TERMINAR…

“EL 4 DE NOVIEMBRE DE 2017:

“Nos reuniremos en las calles y las plazas públicas de ciudades y pueblos por todo Estados Unidos, al inicio con muchos miles declararemos que este régimen en su conjunto es ilegítimo y que no nos detendremos hasta que se cumpla nuestra demanda sola y única: Esta pesadilla tiene que terminar: ¡El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!

“Nuestra protesta tiene que crecer día tras día y noche tras noche —en que los miles llegan a ser cientos de miles, y de ahí millones— decididos a actuar para ponerle fin al grave peligro que el régimen de Trump y Pence representa para el mundo, exigiendo que este régimen en su conjunto sea sacado del poder.

“Nuestras acciones reflejarán los valores de respeto por toda la humanidad y por el mundo que queremos — en marcado contraste con el odio y la intolerancia del régimen fascista de Trump y Pence.

“Nuestra determinación de persistir y no retroceder obligará al mundo entero a prestar atención. Cada fuerza y facción en la estructura del poder se verá obligada a responder a nuestra demanda. Las grietas y divisiones entre los de arriba, que ya son evidentes hoy, se intensificarán y ensancharán. A medida que atraigamos a más y más personas a ponerse de pie, todo esto podría llevar a una situación en que este régimen ilegítimo sea sacado del poder”.

Adentrémonos un poco en esto.

Primero, hay antecedentes históricos recientes que dan una visión de lo que estamos comentando. En Seúl, Corea del Sur en octubre de 2016, decenas de miles de personas comenzaron las protestas contra la presidenta de dicho país. Para mediados de noviembre ya habían crecido las protestas, en ciertos días con hasta un millón de manifestantes. Luego se dieron las contra-protestas en apoyo a la presidenta corrupta; en éstas también participaron cientos de miles de manifestantes. Se desenvolvía una lucha de estire y afloje a medida que se iban amontonando más pruebas contra la presidenta. Pero, lo que captó la atención de la población del país y del mundo fue la implacable determinación del pueblo de no detener su protesta hasta que la presidenta Park fuera destituida. Ella fue procesada en un juicio político de destitución a principios de marzo, más de cuatro meses después de que se iniciaron las protestas.

En 2010 y 2011, por todo el Medio Oriente, empezando en Túnez y extendiéndose hasta Egipto, los presidentes fueron sacados del poder en lo que se llamó la “Primavera Árabe”. Se dieron importantes expresiones de protesta de las masas populares, de millones de personas en algunos casos, para exigir un cambio de gobierno, día tras día y noche tras noche. En algunos países esto duró semanas, en otros, meses.

Aquí mismo en Estados Unidos, el 17 de septiembre de 2011, unos cientos de personas ocuparon el parque Zuccotti e iniciaron “Ocupar Wall Street” para protestar por la desigualdad de ingresos. Los campamentos se extendieron por todo Estados Unidos hasta mediados de noviembre cuando unas redadas policiales coordinadas a nivel nacional los sacaron. Se trataba de una noticia candente en todo el mundo que empañaba la reputación de Estados Unidos como un “bastión de la oportunidad”. Más recientemente, en 2016, miles de personas se movilizaron a Standing Rock para apoyar y participar en la lucha valiente de los indígenas norteamericanos en defensa del agua contra un oleoducto para transportar petróleo de arenas de alquitrán.

Cada una de estas luchas ofrece lecciones positivas y negativas, y claro, tienen sus particularidades distintas. Sin embargo, la lección que debemos sacar de todas estas luchas, es que ante a un problema extraordinario, como la necesidad de un cambio de régimen, las masas populares deben actuar fuera de los cauces de la protesta normal, y deben hacerlo con la determinación de no detenerse hasta que sea ganada la demanda.

¿Cómo se vería la toma de las calles y espacios públicos aquí? Debemos empezar en las ciudades importantes con al menos unos miles de personas en cada ciudad. Muchas personas participarán en turnos, y las protestas crecerán por las tardes y las noches. En algunos lugares habrá campamentos. En todas partes será necesario contar con una base de operaciones las 24 horas del día: para literatura, comida, higiene y muchas otras necesidades.

Desde ya necesitamos un plan para organizar el trabajo en diferentes comunidades a fin de para movilizar a un grupo amplio y diverso de personas en la protesta. Las muchas “Pesadillas” que describe el Llamamiento para el 4 de noviembre nos indican con quiénes debemos comunicarnos, integrar al trabajo y con quiénes aliarnos, o sea, quiénes tienen que “estar a bordo”.

El carácter de la protesta principal será no violento y respetará los diferentes pueblos, géneros y culturas. Como dice el Llamamiento: “Nuestras acciones reflejarán los valores de respeto por toda la humanidad y por el mundo que queremos — en marcado contraste con el odio y la intolerancia del régimen fascista de Trump y Pence”.

La protesta será el polo opuesto a los golpeadores klanistas y nazis del “Poder Blanco” que el mundo vio en Charlottesville… no sólo en la diversidad de los manifestantes, sino en los valores, la convicción y el valor que proyectamos al mundo.

Podemos hacernos una idea ahora acerca de la presencia de enfoques distintos en distintos días: diferentes temas, organizaciones, artistas y oradores que acudirán para hablar y estar presentes donde la protesta esté centrada. Podemos hacernos una idea de las marchas que lleguen al lugar y que partan del lugar a otras ubicaciones que concentran los ultrajes del régimen de Trump y Pence. Podemos hacernos una idea del sitio de la protesta que bulla con conversaciones y debates serios sobre los grandes temas del día, de hacer estrategias sobre el camino hacia adelante en nuestra lucha para expulsar al régimen y de explorar y debatir qué tipo de mundo que la gente quiere más allá de expulsar a este régimen fascista.

Será una lucha enorme, difícil e histórica — una batalla política que no se dará sin costo. Donald Trump ha llevado toda una vida de fascista racista, misógino y xenófobo. Mike Pence es un fascista cristiano teocrático y ha implementado algunas de las leyes más anti-mujer y anti-LGBQT que cualquier gobernador de un estado. Debemos explicar de forma convincente para que la gente conozca la historia verdaderamente horrenda de Mike Pence y que él ha defendido y apoyado obedientemente a todas las políticas de Trump desde que forjaron su alianza “sagrada” profana para introducir el fascismo cristiano plenamente en el corazón del régimen, una alianza hecha para crear un infierno sobre la tierra para la humanidad en nombre de un demente “cielo” textual-fundamentalista.

LA IDEA CRUCIAL: Esta gente y el movimiento fascista en su conjunto se han venido acumulando durante décadas. Tienen una coherente y fascista concepción del mundo y programa y están en una lucha hasta la meta final. Trump encabeza la embestida, pero Mike Pence es una figura peligrosa, y han reunido a toda una camarilla fascista. Nuestra demanda que el RÉGIMEN en su conjunto tenga que marcharse es un tremendo punto fuerte de Rechazar el Fascismo.

Cuando anteriormente esta semana Trump dio una gran luz verde a los golpeadores nazis y grupos tipo paramilitar que merodeaban por Charlottesville, no carecía de propósito. Estos fascistas ya han matado a una persona. Vimos y tomamos nota de la manera en que la policía en gran medida se mantenía al margen en Charlottesville mientras estos golpeadores fascistas atacaban a los contra-manifestantes. El Movimiento para el 4 de Noviembre tendrá que mantenerse firme. Necesitaremos principios firmes de no iniciar la violencia y de oponernos a la violencia contra la gente y en el seno de la gente, al mismo tiempo que reconocer el derecho de defenderse a sí misma que tiene la gente. Esto tendrá que guiar la seguridad que organizamos, para salvaguardar la protesta y la gente de una manera que muestre al mundo que la gente tiene la razón de su lado.

Para que resulte o no una lucha trascendental tal como la que iniciaremos el 4 de noviembre, un ELEMENTO ESENCIAL depende en buena medida de nuestra capacidad de volver a la lucha después de caer bajo ataque, ya sea de parte de los golpeadores fascistas o de la policía, y de volver con la movilización de aún más gente a nuestro lado: las masas de personas de muchos orígenes diferentes que salgan en apoyo y exijan con una determinación aún mayor que El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse. Debemos conocer esto ahora, y planear y organizar con este proceso en mente: analizar y planear el trabajo para desarrollar los lazos con las personas y la capacidad de comunicarnos con millones de personas, para reunir a las comunidades religiosas y legales, las universidades y toda la diversidad de gente que representamos.

Este régimen fascista permanecerá en el poder hasta 2020 y tal vez más allá si lo que nosotros, así como otras fuerzas de resistencia, simplemente seguimos haciendo lo que estamos haciendo ahora. Si no planeamos, organizamos y activamos a la gente que se necesita para comenzar el 4 de noviembre, pues se impondrá sobre la humanidad todo el sufrimiento que implica el fascismo. Trump y Pence ya están dirigiendo a los fascistas en el Congreso para revisar más las leyes sobre las elecciones a fin de borrar del padrón electoral a los negros, latinos y otros con el fin de asegurar que el régimen sea reelegido. O bien, podrían imponer un “estado de excepción” en respuesta a una crisis real o inventada, a fin de consolidar su poder y su programa fascista.

También tenemos que estar atentos ante la posibilidad de que la marcha de los acontecimientos se acelere de tal manera que la lucha contra Trump se arranque antes del 4 de noviembre. En semejante caso, deberíamos impulsar un auge de lucha al máximo que se pueda, y de ser necesario adelantar nuestra fecha de inicio porque millones de personas ya estén permaneciendo en las calles día tras día, pues pondremos todo lo que hayamos movilizado hasta ese momento, a incidir en una nueva situación.

Se logrará un cambio únicamente cuando miles, luego cientos de miles y por fin millones de personas trastornemos la vida de costumbre y obligamos a todo Estados Unidos, al mundo entero y a todas las facciones de aquellos que están en el poder a responder a nuestra demanda. Si aquellos que están en el poder se enfrentaran a una determinación así, por ejemplo, donde cada vez que tomaran medidas para atacar, socavar y debilitar a este movimiento, y aún más gente les respondiera en las calles (tal como ocurrió, por ejemplo, en Corea del Sur en 2016)—, pues se desbarataría su capacidad de gobernar, de llevar a cabo sus actividades de costumbre; perderían el respeto y la legitimidad a los ojos de la gente en Estados Unidos y en todo el mundo, y esta legitimidad internacional es un cálculo muy crítico que hacen los gobernantes de Estados Unidos. Ante una crisis política fuerte de tal calibre, la situación podría obligar a unos sectores de los que están en el poder a reconocer que más les convendría encontrar las formas de resolver una crisis política extraordinaria y sin precedentes y sacar del poder a este régimen. Recordemos que tanto el presidente Nixon como su vicepresidente fueron obligados a dejar el cargo.

Tenemos que tener un firme entendimiento base, tenemos que difundirlo, de que este sí es un régimen fascista que representa un peligro existencial para la humanidad. La gente presenció algo de esto la semana pasada con las amenazas a Corea del Norte y luego el respaldo abierto de Trump a los golpeadores klanistas-nazis asesinos. ESTO NO ES NORMAL y VAMOS A LANZAR UNA LUCHA EL 4 DE NOVIEMBRE QUE TAMPOCO ES NORMAL: ¡que miles y con el paso del tiempo, millones de personas se tomen las calles para exigir que el régimen tenga que marcharse! Será y debe ser extraordinario. Con valor y convicción... y con un plan serio y una campaña de organización, Pondremos Fin a esta Pesadilla.

 

 

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