22 DE OCTUBRE DE 1999:
¡ATIZAR LA LUCHA CONTRA LA BRUTALIDAD POLICIAL!

¡Todos a parar la brutalidad policial, la represión y la criminalización de una generación!

Obrero Revolucionario #1024, 3 de octubre, 1999

22 de octubre de 1999, el cuarto Día Nacional de Protesta para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación, llega en un momento sumamente crítico.

Un nuevo escándalo policial sacude a Los Angeles: un policía admitió que golpearon y balearon a un hombre esposado; lo dejaron paralizado y le colocaron un rifle como "prueba". A raíz de eso se cuestiona la validez de centenares de arrestos y condenas, y han suspendido a 12 policías en medio de gran indignación popular. En Nueva York, unos agentes encañonaron a la cabeza a Ramón y David Báez (padre y hermano de Anthony Báez, asesinado por el DPNY hace cinco años) y le pusieron una llave estranguladora a David, ¡por una supuesta infracción de tránsito! En Chicago, hay gran inquietud popular por dos asesinatos policiales que ocurrieron la misma noche de junio; ¿el "delito"?: "ser negro y manejar".

Cada día hay un nuevo atropello, y el pueblo clama justicia y se moviliza para un poderoso día de protesta el 22: los compañeros pegan afiches, distribuyen el libro de Vidas Robadas, organizan reuniones, hablan con organizaciones e individuos, hacen publicidad en los medios, recaudan fondos, reparten volantes, dan charlas en las escuelas y reclaman el derecho (y los permisos oficiales) de manifestarse.

Pero en medio de esos preparativos, tenemos que reflexionar sobre los avances del movimiento contra el terror policial, la represión y la criminalización de la juventud, y las metas de este cuarto Día Nacional de Protesta.

El movimiento por la justicia ha crecido a pasos agigantados. En septiembre de 1998, Amnistía Internacional inició una campaña de un año aquí en Estados Unidos contra el asesinato policial, la crueldad de las cárceles, la pena de muerte y los métodos aprobados de tortura (como los cinturones que dan choques eléctricos). El 22 de octubre de 1998, más de 10.000 personas acudieron a las protestas (3000 en Nueva York y 1600 en Los Angeles) y muchas más se vistieron de negro en solidaridad. En los meses siguientes, hubo protestas contra el asesinato policial de Brennan King en Chicago, Tyisha Miller en Riverside (California) y Amadou Diallo en Nueva York, donde hubo manifestaciones diarias en febrero y marzo, y el Rdo. Al Sharpton movilizó a 1200 personas para que se dejaran arrestar. En New Jersey, se armó un gran escándalo por la práctica de la policía de caminos de parar a conductores negros y latinos ("racial profiling"). En abril, el Centro pro Derechos Constitucionales convocó una manifestación nacional en Washington, D.C. En fin, un sinnúmero de organizaciones y miles y miles de individuos se han sumado a la lucha.

Por eso, el asesinato policial y el racismo del sistema judicial son tema de primera plana en todo el país: hasta la revista Mademoiselle publicó un artículo sobre la brutalidad policial contra la mujer. Se debaten soluciones muy diversas: de "integración de la policía a la comunidad" a milicias populares, de juntas de revisión de quejas y cursos de capacitación a la revolución armada. Incluso Clinton, el paladín de la policía, se vio obligado a abordar el problema de la brutalidad policial por primera vez en su presidencia y a proponer "reformas" para calmar la situación.

Así que la lucha ha avanzado a otro nivel, pero muchos de los que participan en el movimiento están inquietos porque a pesar de tanta protesta, tanta polémica y tantas promesas de las autoridades, la epidemia de asesinato policial sigue sin parar.

Nada más en agosto, la policía de Nueva York mató a siete personas. En Los Angeles, Houston, Chicago y muchas otras ciudades no se les quedaron muy atrás. Hace poco, el alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, quien se tuvo que echar para atrás ante las protestas masivas de la primavera, lanzó un vil ataque contra Margarita Rosario, una resuelta luchadora contra la brutalidad policial desde que el DPNY asesinó a sangre fría a su hijo y su sobrino. (Los ataques a familiares de las víctimas de la policía no son "incidentes aislados", como afirman las autoridades. Además de los ataques a Margarita Rosario y a David y Ramón Báez ya mencionados, han atacado a Nicholas Heyward, Sr.; Arnetta Grable; Danny García, Jr., del sindicato Teamsters; Errol Maitland, de la emisora WBAI; etc.)

Eso no le resta importancia a los avances de nuestro movimiento, pero demuestra que no será fácil obligar a las autoridades a retroceder. La estructura de poder y sus matones están emperrados en su programa represivo, y la batalla por justicia será dura; para ganar es preciso reconocer nuestros avances, sobre todo la presencia que tiene el movimiento y el papel decisivo que ha jugado de transformar la opinión pública.

En este momento nos encontramos ante un gran reto: el movimiento tiene que seguir creciendo e incorporando a más gente, y tiene que responder medida por medida a las contraofensivas del enemigo y dejar en claro que no nos rajaremos. El 22 de octubre tenemos que llevar la verdad sobre la brutalidad policial a millones de personas y captarlas a la lucha por la justicia. Hay grandes posibilidades; mucha gente acudirá a nuestro llamado: participará en las actividades del día 22, organizará sus propias protestas o se vestirá de negro ese día. Otros están muy receptivos a nuestro punto de vista, y como ha empezado a participar gente prominente y organizaciones conocidas, se atraerá a más gente.

Pero otro reto que tenemos es el de mantenernos fieles a las bases del movimiento. La Coalición 22 de Octubre se propone construir un movimiento nacional para PARAR la brutalidad y el asesinato policial y la criminalización de una generación: ni más ni menos. Por su lado, los que detentan el poder tienen a sus "duros" como Giuliani y a sus "mañosos" como Clinton; este dice que "comparte nuestro dolor" y busca desorientar y desviar al movimiento, apaciguar a la clase media (alarmada por las medidas fascistas que ve a su alrededor) para aislar y silenciar a los de abajo, que a diario experimentan el salvajismo del programa represivo del sistema.

Por todo eso, tanto los de arriba como los de abajo (y los de en medio) estarán muy pendientes del 22 de octubre, este año más que nunca. Así que tiene que ser una declaración contundente que da voz a las preocupaciones e indignación de más gente de todos los sectores. El Día Nacional de Protesta tiene que ser más amplio y decidido, y repudiar rotundamente las migajas y palabras almibaradas del sistema.

LO QUE REPRESENTA EL 22 DE OCTUBRE

Al incorporar a nuevas personas y organizaciones, el 22 de octubre tiene que mantenerse firme a los principios que representa: los miles que protestan en las grandes ciudades, los centenares o docenas que protestan en ciudades más pequeñas y los miles que se visten de negro en solidaridad... todos se unen en una declaración nacional unitaria de condena a la EPIDEMIA NACIONAL de brutalidad policial.

Esta protesta nacional se nutre de las batallas contra la brutalidad policial en todo el país y, a la vez, las fortalece, poniéndolas en un contexto nacional y dándoles publicidad. El 22 de octubre una amplia gama de organizaciones con distintos programas y reivindicaciones se unen y brindan su apoyo a una poderosa protesta unitaria, a la vez que plantean sus propias ideas, programa y reivindicaciones.

El 22 de octubre es un día de UNIDAD. Gentes de todas las nacionalidades se unen contra el racismo y la represión policial. Los que nacieron aquí se enteran de las luchas de sus hermanos y hermanas inmigrantes y les brindan apoyo.

El 22 de octubre es un día de la JUVENTUD, pues ese día se siente y se aprecia la gran combatividad y decisión de los chavos.

Es un día para HONRAR A LOS CAIDOS. Las acciones del 22 realzan la humanidad de las vidas robadas por la policía, y dan a sus amigos y familiares la oportunidad de hacerse oír.

Además, el 22 de octubre los que por lo general no experimentan la brutalidad policial se solidarizan con las víctimas de la violencia oficial. Eso es de importancia primordial porque la estructura de poder busca engatusar y asustar a la clase media para reprimir "libremente" a los oprimidos, o sea, necesita enemistar a la clase media y a los de abajo. Pero nuestra lucha ha empezado a cambiar esta situación.

EL PROYECTO VIDAS ROBADAS

Hace varios años la Coalición 22 de Octubre, la Fundación Anthony Báez y el Gremio Nacional de Abogados iniciaron el Proyecto Vidas Robadas, cuya meta es documentar los asesinatos policiales de la presente década.

Según la ley, el Departamento de Justicia debe recopilar esos datos, pero no lo hace, ¡dizque por falta de fondos! El Proyecto Vidas Robadas sí lo ha hecho y hasta la fecha ha recopilado los nombres de más de 2000 víctimas. La nueva edición del libro de Vidas Robadas ha hecho algo que el gobierno nunca hará: dar a conocer la verdad de esas vidas robadas con gran respeto y amor.

El libro les abrirá los ojos a los que creen que el asesinato de Amadou Diallo o Tyisha Miller son "incidentes aislados", o que simplemente no ven las proporciones de esta epidemia. Incluso los activistas que elaboraron el libro se quedaron asombrados, pues es una prueba innegable de la realidad de la brutalidad policial y, por otro lado, de la humanidad de las víctimas.

El libro de Vidas Robadas desempeñará un papel importante en el 22 de octubre este año: su amplia distribución es imprescindible para un poderoso día de protesta; debe llegar a las manos de todos los que aman la justicia social, y a una amplia gama de organizaciones: de negros y de latinos, de derechos humanos, religiosas, sindicales, de inmigrantes, estudiantiles y de abogados. Debe estar a la venta en las librerías y servir de fuente de información de los periodistas y gente que influencia a la opinión pública. Asimismo, el 22 de octubre los estandartes y obras de arte inspirados por el Proyecto Vidas Robadas tienen que salir en los noticieros.

ESTAR ALERTA

El año pasado la policía fue a impedir la asistencia de inquilinos de proyectos habitacionales en Chicago y Los Angeles: los paró, los hostigó, los esposó; hasta los arrestó justo cuando iban subiendo al camión para ir a la protesta. Este año las coaliciones tienen que prevenir eso: hay que informar a los medios de antemano, organizar abogados observadores, etc. Nuestra experiencia demuestra que hay que estar alerta ante la posibilidad de otros ataques, como son: negar permisos para las marchas, filmar a los manifestantes o crasas campañas de última hora contra "el crimen". Ante tales ataques, hay que responder medida por medida, para que les salga el tiro por la culata y así se unirá más gente a la lucha.

LO QUE DECIMOS LOS REVOLUCIONARIOS DEL PCR

Mucha gente y muchas organizaciones se unen a las protestas del 22 de octubre bajo el lema ALTO A LA BRUTALIDAD POLICIAL, LA REPRESION Y LA CRIMINALIZACION DE UNA GENERACION. Cada una plantea su punto de vista y metas dentro del marco de la coalición. Los miembros de la coalición discuten muchos temas y tienen sus discrepancias, pero se unen para combatir al enemigo común. En esta coalición siempre ha sido así y creemos que el diálogo y la diversidad son muy sanos y fortalecen nuestra unidad.

Así que, ¿cuál es el punto de vista de los revolucionarios del PCR? Somos partidarios de la justicia y nos unimos con todos los que reclaman justicia YA para cada una de las víctimas de la policía.

Pero sabemos que no hay justicia completa bajo este sistema porque la verdadera justicia requiere acabar con el terror policial. Pero en una sociedad dividida en ricos y pobres, los de arriba reprimirán a los que nada tienen, salvo la esperanza de un futuro mejor. En Estados Unidos, donde la supremacía blanca impregna toda la sociedad, esa represión es racista. El resultado es una epidemia de brutalidad y asesinato policial, y un programa oficial de zampar a la cárcel a los jóvenes negros y latinos.

Los que detentan el poder se jactan de que esta es una sociedad capitalista. ¿Y eso, qué significa? Que gobiernan los que tienen capital, o sea, los que controlan la maquinaria y los recursos para crear riquezas y pueden obligar a los demás a trabajar para ellos. Los capitalistas tienen el poder político, un brazo del cual es la policía, y con ella "controlan" a los que oprimen y explotan. Por eso, mientras exista el capitalismo, existirán el terror y la brutalidad policiales, porque la policía es parte del sistema opresor. Para conseguir justicia, hay que tumbar ese sistema.

Es decir, hay que hacer la revolución... la revolución proletaria. El proletariado es la clase que solo tiene su capacidad de trabajar y vive explotado por los capitalistas; es la clase obrera, los que nada tienen, los pobres de todas las nacionalidades, y los más pobres son los inmigrantes y la gente de las nacionalidades oprimidas. El proletariado dirigirá al pueblo a forjar una sociedad totalmente diferente, donde los medios de crear riqueza sean propiedad común, una sociedad que arrancará de raíz a todos los vestigios del capitalismo. La misión histórica del proletariado es crear un nuevo poder político por la fuerza de las armas de las masas, un nuevo poder dedicado a eliminar completamente la explotación, el racismo y todos los demás males del capitalismo. Este nuevo poder no necesita la brutalidad policial ni la tolerará; castigará a los brutales guaruras del viejo sistema.

¿En qué clase de sociedad queremos vivir: en una sociedad donde matan con 41 tiros a Amadou Diallo porque no sabe inglés, o donde asesinan a Tyisha Miller porque ser negra es "causa probable" de haber cometido un delito? ¿En una sociedad que no ofrece nada a la juventud, solo la calle o la cárcel? ¿O mejor nos dedicamos a crear una sociedad donde se realizará el potencial de las vidas que nos roban todos los días?

Para los comunistas revolucionarios, el 22 de octubre tiene un aspecto que va más allá de esta importantísima batalla contra la brutalidad policial: al unirnos en lucha contra esta epidemia y contra la criminalización de la juventud, nos estamos preparando para la revolución, cuando maduren las condiciones.

La revolución requiere la unidad del proletariado de todas las nacionalidades; el apoyo de millones de personas (entre ellas, gente de las clases medias); la osadía, iniciativa y creatividad de la nueva generación; una atmósfera de debate político y resistencia a las autoridades; y un poderoso partido revolucionario, con raíces en el proletariado e influencia en muchos sectores. Todo eso solo se forja al unirnos en lucha contra nuestro enemigo común en batallas como el 22 de octubre. Por eso al empeñarnos en el trabajo para un poderoso 22 de octubre y en unir a todos los que se puedan unir bajo su lema, tenemos los ojos fijos en el futuro y en la revolución.

Es decir, para los revolucionarios, el 22 de octubre es un día para redoblar la lucha del pueblo contra los opresores. ¡Eso sí!, y además es un elemento clave de nuestra estrategia revolucionaria.

La resistencia crece, pero el sistema y sus guaruras intensifican los ataques contra el pueblo. Hay que responder medida por medida. Ahora en vísperas del 22 de octubre, que todos aportemos nuestras ideas, actividad y recursos para que este Día Nacional de Protesta sea más amplio, más poderoso y más resuelto que nunca. ¡Todos a parar la brutalidad policial, la represión y la criminalización de una generación el 22 de octubre!


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