Carl Dix sobre el 22 de octubre de 2000

Redoblar la lucha contra la brutalidad policial:
Nuevos retos

Obrero Revolucionario #1073, 8 de octubre, 2000

Ya se acerca el 22 de octubre, el 5º Día Nacional de Protesta para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación.

Ese día, todas las luchas contra la brutalidad policial se hacen oír como una sola voz para proclamar la resolución de confrontar la epidemia nacional de brutalidad policial.

Ese día, toman la palabra los que han perdido un ser querido por culpa de la violencia policial.

Ese día, los que viven bajo las armas y cachiporras de policías salvajes y asesinos le dicen al mundo lo que viven a diario, y en otros sectores sociales también se condena el abuso oficial.

Ese día, la juventud expresa su indignación ante el constante acecho de la policía, y recibe muchas manifestaciones de apoyo.

Ese día, gente de todas las nacionalidades, inmigrantes y nacidos aquí, se unen para PARAR la brutalidad policial y el programa general de represión oficial.

Este año, es imperativo que el 22 de octubre sea todo eso y más. Las autoridades han escalado los ataques contra el pueblo. Veamos no más lo que han hecho en lo que va de este año:

* Febrero: un tribunal de Nueva York absolvió a los asesinos de Amadou Diallo.

* Marzo: la policía de Nueva York mata a cinco negros, y no acusan a ningún policía.

* Primera mitad de septiembre:

• En Detroit, matan a dos negros, uno sordomudo.

• En Modesto, California, matan a un joven de 11 años que se preparaba para ir a la escuela, cuando invaden la casa que no era buscando droga.

• En Washington, D.C., un detective persigue a un alumno de la Universidad Howard a través de tres jurisdicciones y lo acribilla.

* En Texas, ejecutan a Shaka Sankofa, a pesar de clara evidencia de que su juicio fue una parodia de la justicia.

* ¡Mumia Abu-Jamal sigue en el pabellón de los condenados a muerte!

Todo esto demuestra lo importante que es para el sistema tener policías asesinos, dispuestos a matar y maltratar con el fin de mantener este injusto sistema.

Para el pueblo es igualmente importante redoblar esfuerzos para construir un movimiento que ponga en jaque a los policías asesinos.

Lo tenemos que hacer porque hay mucho en juego. Yo creo que tenemos que hacerlo porque nos prepara para hacer la revolución: la única manera de acabar de una vez por todas con la brutalidad policial y todas las formas de opresión.

Durante este año, la lucha contra la brutalidad policial ha crecido. El año pasado más de 10.000 personas, en 60 ciudades, se lanzaron a la calle el 22 de octubre, y miles más se vistieron de negro en solidaridad.

En Nueva York y otras ciudades, hubo masivas protestas contra el veredicto del asesinato de Amadou Diallo. En Detroit, 10.000 personas protestaron cuando unos guardias de seguridad mataron a un negro. Miles fueron al entierro de Patrick Dorismond, uno de los cinco negros que mataron en Nueva York en marzo, y cuando la policía atacó la marcha fúnebre se mantuvieron firmes y contraatacaron.

Miles de personas viajaron a Washington, D.C., para participar en la manifestación Realizar el Sueño, convocada por el reverendo Al Sharpton y otros líderes religiosos contra la práctica de detener por el color de la piel y la brutalidad policial. Grupos religiosos y de derechos civiles, que por lo general no participan en estas acciones, lo están haciendo.

Durante las convenciones de los partidos Republicano y Demócrata, miles de chavos condenaron la brutalidad policial y forjaron nuevas alianzas para combatir a los opresores, lo cual fue muy apropiado en vista de las feroces embestidas policiales en Filadelfia y Los Angeles. Además, muchos de los chavos que luchan contra las instituciones capitalistas internacionales, en donde sea que se reúnan, ya sea Seattle o Praga, desean tener más contacto con las masas básicas.

Nuestra lucha también se está manifestando por medio de la música, gracias a cantantes y conjuntos como Wyclef, Bruce Springsteen, Rage Against the Machine, Black Star, Dead Prez y otros que tienen canciones sobre asesinatos policiales.

Así que nuestra lucha está creciendo, pero no por eso ha dejado de atacarnos el sistema; la policía no ha dejado de maltratarnos o asesinarnos; los tribunales siguen absolviendo a los policías asesinos; los politiqueros, como Bush y Gore, dicen muy poco sobre la epidemia nacional de brutalidad policial y prefieren hablar de que hay que hacer cumplir la ley. Todo eso es razón más que suficiente para redoblar la lucha, y el 22 de octubre es el día para hacerlo.

Un día de resistencia: Nuevos retos

En 1996, cuando inició el Día Nacional de Protesta para Parar la Brutalidad Policial, la Coalición 22 de Octubre le dio un carácter nacional a la lucha contra la brutalidad policial. Las batallas contra la brutalidad policial en una ciudad contribuyen a la fuerza de la protesta nacional y esta, a su vez, fortalece las batallas locales, las ubica en un contexto nacional y las divulga por todo el país.

Leer los nombres recopilados por el Proyecto Vidas Robadas, de los muertos a manos de la policía, es un potente ingrediente del 22 de octubre. El Proyecto Vidas Robadas y el Libro vidas robadas, que documenta más de 2000 asesinatos policiales en Estados Unidos en la década pasada, son una fuerte denuncia de lo profundo y amplio que es el problema. Hace poco la coalición anunció que pronto saldrá la edición en español del Libro de vidas robadas, lo que forjará unidad entre los inmigrantes y los nacidos aquí.

En los últimos cuatro años, nuestro movimiento ha elevado la conciencia de la brutalidad policial y dado nuevo vigor a la resistencia. Se ha mantenido fiel a su base, diciendo la pura verdad sobre lo que este sistema les hace a las masas.

Como decía Mao Tsetung, hemos creado nuevas condiciones favorables por medio de la lucha. Y ahora nos encontramos ante nuevos retos.

Creo que podemos superar estos nuevos retos desarrollando los puntos fuertes del 22 de octubre: la plataforma que le da a los que viven bajo la bota de los policías asesinos; el honor que le rinde a las vidas que nos han robado; la unidad que forja entre amplias y diversas fuerzas; y la concentración de nuestras acciones hacia la meta de parar la brutalidad policial.

Sabemos que será una lucha dura y que se necesitará un gran esfuerzo para rechazar todos los ataques que las autoridades lanzan en este frente.

Esto se ve en el hecho de que el Departamento de Justicia les ha dicho a los padres de varias víctimas de asesinatos policiales, que llevan años luchando por justicia para sus hijos, que la investigación ha concluido. A otros padres les ha dicho que ni siquiera va a abrir una investigación.

Piénsenlo. La policía asesina a un muchacho y los medios lo calumnian y dicen que se lo merecía. Luego la familia recibe una carta oficial de que no hay suficientes pruebas para acusar a los puercos que le robaron la vida. Imagínense la frustración y el dolor de esa familia.

Por eso muchos de los que han participado en esta lucha se están preguntando qué se necesitará para acabar para siempre con todo esto. Esa impaciencia es un ingrediente necesario para redoblar la lucha. El sello de aprobación que tiene la policía para maltratar y asesinar a gusto es intolerable. Es intolerable que Mumia Abu-Jamal todavía está en el pabellón de la muerte por ser revolucionario. Es intolerable que las autoridades traten a nuestra juventud, que son nuestro futuro, como si fueran criminales y los consideren culpables por definición... si es que no los matan a balas primero. El pueblo no lo debe tolerar.

Para rechazar el terror policial que han desencadenado, tendremos que redoblar la resistencia popular. A mi juicio, para acabar con la brutalidad policial, la criminalización de la juventud, la degradación de la mujer y todas las demás infamias de este sistema, tendremos que ir más allá de la resistencia y tumbar este sistema por medio de la revolución. Se necesita una revolución para acabar de una vez por todas con esta opresión.

Para hacerlo, tenemos que organizar los lugares donde vivimos y trabajamos como centros de resistencia revolucionaria a los ataques del sistema. Tenemos que crear una atmósfera de resistencia que anime a los de abajo a luchar. Tenemos que desencadenar la furia de la juventud contra el sistema que nos explota y nos oprime. Tenemos que forjar alianzas con la clase media para que se ponga de nuestro lado y defienda a los que pelean. Tenemos que denunciar el sistema. Y tenemos que forjar una organización revolucionaria, especialmente de los que el sistema ataca con la mayor saña, con raíces tan profundas que no puedan extirparlas. Para hacer la revolución en un país como este, tenemos que hacer todo esto y más.

Todavía no es hora de lanzar la embestida revolucionaria. El sistema no está lo suficientemente empantanado en dificultades, y los capitalistas no están suficientemente divididos. Por su parte, el pueblo no está listo para arriesgarlo todo para luchar por el cambio. Pero esta situación podría cambiar y tenemos que prepararnos.

La lucha que libramos y la resistencia que forjamos hoy, como por ejemplo un poderoso Día Nacional de Protesta para Parar la Brutalidad Policial el 22 de octubre de 2000, es un elemento importante de esos preparativos.

Cuando nos lanzamos a la calle el 22 de octubre, cuando los familiares de las víctimas de policías asesinos cuentan la verdad sobre el terror policial en sus barrios, cuando los chavos llevan su indignación a la calle: todo esto fortalece nuestra lucha de hoy contra el sistema y sus capataces. Y también contribuye a forjar un movimiento revolucionario más fuerte, un movimiento que puede dirigir la lucha de hoy, y dirigir al pueblo a levantarse y hacer la revolución cuando llegue la hora.

Entiendo lo difícil que es seguir luchando. Es especialmente difícil perseverar cuando nuestro enemigo nos dice que somos insignificantes y que no hemos logrado nada. Pero eso no es verdad. Todo lo contrario, nuestras acciones han forjado este poderoso movimiento y nuestra resistencia lo llevará a un nivel más alto.

El ejemplo de los familiares de víctimas de la policía que siguen luchando en medio del dolor de tener que enterrar a un ser querido y que se lanzan a la calle el 22 de octubre ha sido una gran fuente de inspiración. Cuando hablan en los mítines del 22 de octubre, y condenan al sistema que tiene la culpa de toda esta brutalidad y todos estos asesinatos policiales, les dan alas a los chavos, la generación criminalizada, para ponerse de pie y entrar a la lucha.

Ver a los familiares avanzar de la lucha por justicia para sus seres queridos asesinados a la lucha por justicia para todas las víctimas de la brutalidad policial ha instado a muchos a redoblar la resistencia y a ampliar las miras. Ver a gente común y corriente como ellos--lanzados a la lucha porque la policía asesinó a un ser querido--dirigir este movimiento nos da una visión de la sociedad y el mundo totalmente diferente que podríamos construir cuando nos quitemos de encima este sistema de explotación.

Todos a la calle el 22 de octubre de 2000

Por todo esto tenemos que llevar mucha más gente a la calle el 22 de octubre. Tenemos que proclamar que esta injusticia es intolerable y que no vamos a aguantarla más, por medio de unidad entre gente de diferentes razas, entre los inmigrantes y los nacidos aquí, entre gente de diversos sectores sociales. Puede ser que las autoridades y sus tribunales hayan dado por terminadas ciertas investigaciones, pero para el pueblo siguen abiertas, y seguirá luchando por la justicia. Tenemos que estar presentes el 22 de octubre porque hemos visto el impacto que han tenido nuestras acciones ese día.

Sé que no todos los luchadores del 22 de octubre comparten mi punto de vista revolucionario. Hay una gran variedad de grupos e individuos que participan en la Coalición 22 de Octubre y muchas más fuerzas que participan en el día de protesta. Tenemos una variedad de puntos de vista y programas. Lo que nos une es una consigna y una demanda común: ¡ALTO A LA BRUTALIDAD POLICIAL, LA REPRESION Y LA CRIMINALIZACION DE UNA GENERACION! En el marco de esta unidad, todos pueden presentar sus ideas, demandas y objetivos, si luchan hombro a hombro contra el enemigo común. Esa diversidad, y el diálogo, es un punto fuerte de la coalición.

Pero para nosotros, los comunistas revolucionarios, el 22 de octubre tiene una dimensión que va más allá de la resistencia actual a la brutalidad policial. Nos unimos con otras organizaciones para contrarrestar los ataques del sistema hoy, pero también hacemos preparativos para la revolución en el futuro, cuando maduren las condiciones.

Visto desde esta perspectiva revolucionaria, el 22 de octubre es un día para que el pueblo se ponga de pie y fortalezca la lucha contra la brutalidad y degradación del sistema. Por otro lado, la unidad de varios sectores, la energía y creatividad de la nueva generación y nuestra fiera lucha contra el enemigo común alimentan al movimiento revolucionario para acabar con este sistema que somete al pueblo a la brutalidad policial y a mil y un atropellos más.

Que el 22 de octubre sea un imponente día de resistencia, un día de rechazo a la sentencia de muerte de Mumia Abu-Jamal. ¡Junto con la nueva generación, lucharemos por un mundo mejor en el nuevo milenio sin toda la locura de hoy!

Como dice la convocatoria del 22 de octubre de 2000:

"Este año, muchos más deben hacerse presentes. Nos toca hacerlo a nosotros porque los asesinados por la policía no pueden hacerlo y porque cualquiera de nosotros podría ser la próxima víctima. Además, nos toca hacerlo por el futuro. Unete para cambiar la intolerable situación de que la policía joda con impunidad a los que viven en un barrio pobre, no saben inglés o no son blancos, o mate al que saque la billetera o un celular".

Tienes que hacerte presente el 22 de octubre, al lado de muchas más personas, para gritar firme y claramente: ¡ALTO A LA BRUTALIDAD POLICIAL, LA REPRESION Y LA CRIMINALIZACION DE UNA GENERACION! Tienes que vestirte de negro ese día. Y tienes que llevar a mucha gente.


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