Dos audaces acciones de la guerra popular de Nepal

Guerrilleros maoístas matan a 80 policías

Obrero Revolucionario #1101, 6 de mayo, 2001, en rwor.org

El 13 de febrero, millones de nepaleses saludaron el quinto aniversario de la guerra popular con centenares de mítines y reuniones, ceremonias, celebraciones y visitas a los presos y los familiares de los mártires. También se realizaron acciones militares contra la policía y el gobierno.

Por cinco años la guerra popular, dirigida por el Partido Comunista de Nepal (Maoísta), ha cobrado fuerza y echado profundas raíces. Aplicando la estrategia maoísta de la guerra popular prolongada, el ejército popular ha crecido y logrado avances, y actualmente realiza acciones en las que participan centenares de combatientes. En una serie de audaces acciones la primera semana de abril, mató a más de 80 policías.

Golpe devastador a la policía en Rukum

El 2 de abril, los guerrilleros del ejército popular atacaron dos puestos policiales en los distritos de Rukum y Dolakha, y dejaron 36 bajas (la mayor cantidad de policías que han caído en un día desde el inicio de la revolución).

En el corazón de la tormenta de la guerra popular en el distrito occidental de Rukum, los guerrilleros atacaron un campamento en Rukumkot y mataron a 31 comandos especiales con el comandante y subcomandante, y dejaron 31 heridos.

Se suponía que ese puesto policial, con 78 comandos especiales, era impenetrable. Hace apenas seis meses lo trasladaron a un cerro a fin de tener la ventaja estratégica en caso de un ataque por los guerrilleros maoístas.

Alrededor de las 11 de la noche, se celebró una protesta con antorchas en la aldea al otro lado del río. El propósito, según la policía, era distraer la atención para que los guerrilleros lanzaran la primera ola de ataques contra el puesto.

El puesto estaba resguardado con cercas y un grueso muro de barro y piedras, y rodeado de cinco minas. Una trinchera separaba el cuartel del dormitorio de tropa y había ocho puestos de observación en los muros. Sin embargo, el ataque rebelde, primero con bombas caseras y después rifles, logró penetrar todas esas defensas.

El Kathmandu Post informó que abrumaron a la policía con una fuerza superior y gran potencia de fuego. Según informes, más de 500 guerrilleros rodearon el puesto, rompieron la cerca, abrumaron los puestos de observación uno y ocho, y lanzaron una serie de ataques contra el cuartel. Arremetieron contra los policías en las trincheras de defensa, donde según versiones oficiales, muchos cayeron y algunos recibieron disparos de cerca.

Un sargento dijo: "De repente nos cayeron encima y nos tocó luchar mano a mano. Penetraron nuestras defensas y se lanzaron contra el cuartel en oleadas. No podíamos hacer nada".

Cuando las municiones estaban por terminarse, unos policías abandonaron el puesto (y regresaron al día siguiente cuando los guerrilleros se habían retirado). Los demás se rindieron. Los guerrilleros separaron a los heridos. A los demás (unos 20) se los llevaron como prisioneros de guerra; permitieron que los heridos se quedaran. Se apoderaron de 64 rifles, tres revólveres, tres revólveres 22 magnum, dos pistolas, granadas, bombas, explosivos y tres equipos de comunicaciones, alimentos y otras provisiones.

Al día siguiente, los altos funcionarios del gobierno y oficiales de la policía encontraron una destrucción total: dormitorios, el cuartel, y las cercas y muros construidos para defender el puesto quedaron arrasados.

Acción en Dolakha

Esa misma noche, los guerrilleros lanzaron otro ataque contra un puesto de 39 policías en la aldea de Mainapokhari, distrito de Dolakha, en el oriente del país.

A las 3:20 de la madrugada, rodearon el puesto, abrieron fuego y lanzaron bombas. La batalla duró hasta las 5:30 a.m., y dejó cinco policías muertos y 20 heridos.

Un comisario de policía informó que los refuerzos no pudieron llegar porque los rebeldes bloquearon la carretera con troncos y la policía tuvo que trabajar cinco horas para quitarlos.

Otras acciones

El 3 de abril, los guerrilleros atacaron otros dos puestos policiales.

En Mujhung, en el distrito de Palpa, dejaron un saldo de dos policías muertos y nueve heridos. Rodearon y atacaron ese puesto de 22 policías, y cortaron las líneas de comunicaciones. La policía se rindió; los guerrilleros se apoderaron de armas y municiones; dieron una breve clase política y primeros auxilios a los policías heridos.

Asimismo, atacaron y destruyeron un puesto de 15 policías en Dharke en el distrito de Dhading. Según la prensa, más de 500 maoístas atacaron el puesto policial a las 11:00 p.m. y la policía se rindió sin bajas cuando se le terminaron las balas. Los guerrilleros se apoderaron de armas, equipo de comunicaciones y documentos.

El 5 de abril, vísperas de un bandh (paro) nacional convocado por los maoístas, los guerrilleros del ejército popular atacaron varios puestos policiales, y se apoderaron de armas, municiones y dinero.

El 6 de abril, el bandh paralizó muchas zonas urbanas; escuelas, universidades y comercios cerraron, y casi no hubo tránsito.

El Kathmandu Post informó que al día siguiente, unos 300 rebeldes armados atacaron seis edificios en Tikapur en el distrito de Kailali. Los edificios (recién construidos) estaban destinados para dormitorios de 2000 efectivos de la propuesta Fuerza Policial Armada. Los guerrilleros se apoderaron de seis vehículos y una suma de dinero, y dañaron las máquinas de construcción.

Ataque en Dailekh

El 7 de abril, apenas seis días después de los ataques en Rukum y Dolakha, el ejército popular lanzó otra acción audaz contra un puesto de 72 policías en la apartada aldea de Naumule en el distrito de Dailekh, 550 kilómetros al oeste de Katmandú. Cayeron 30 policías; hubo 12 heridos y tomaron 10 prisioneros.

Se informa que a las 10:30 p.m. de 400 a 600 guerrilleros atacaron el puesto desde distintos puntos, aprovechando el hecho de que estaba rodeado de una quebrada, bosques y altas montañas. Lanzaron varios ataques con bombas y lo dejaron en escombros. Según informes, antes del ataque se prendieron antorchas en tres puntos en las montañas. Al tomar el puesto, los guerrilleros se apoderaron de 72 rifles; los 28 policías sobrevivientes se rindieron, prometieron dejar su oficio y los guerrilleros les permitieron irse.

Policías desmoralizados

La prensa informa que muchos policías están desmoralizados y no quieren combatir. Tras el ataque en Dhading, arrestaron a 16 policías y los acusaron de deserción. Según un oficial: "Ese grupo se rindió el 2 de abril cuando los maoístas anunciaron por altoparlantes que muchos policías murieron en Rukum y que todos saldrían bien si se rendían". Si los declaran culpables, podrán sentenciarlos a cadena perpetua.

El policía Arjun Kharel, el único que tenía trabajo en su familia, murió en el ataque en Rukumkot; tres semanas antes les escribió a sus familiares que en tres ocasiones quiso renunciar: "Pero no me lo permiten. La última vez me arrastraron al puesto a punta de fusil y ahora me encuentro en este cerro donde me espera la muerte".

Según informes, han evacuado algunos puestos policiales y hay muchos desertores. El Kathmandu Post informó que de 35 a 40 policías abandonaron el puesto de Dhurkotwastu el 8 de abril: una patrulla tropezó con unos 300 guerrilleros, regresó al puesto e informó a los demás y, acto seguido, todos desertaron. Asimismo, 100 policías abandonaron el puesto estratégico de Singati, en una zona donde los guerrilleros maoístas han cobrado mucha fuerza. Además, se informa que algunos de los sobrevivientes del ataque al puesto de Naumule han desertado.

La respuesta del gobierno

Los exitosos ataques de los maoístas en la primera semana de abril dejaron 80 policías muertos. El primer ministro, Girija Prasad Koirala, afirmó que el país vive una situación de emergencia y pidió a las fuerzas de seguridad elaborar nuevas estrategias para combatir la guerra popular.

Tras los ataques del 2 de abril, el Consejo Nacional de Defensa (encargado de la seguridad de la nación) celebró una reunión de emergencia para "examinar detenidamente" el deterioro de la seguridad; después el ministro de Defensa aseguró que se tomarán "todas las medidas necesarias" para defender el imperio de la ley.

Unos días después, el primer ministro se reunió con el rey para que este autorizara la movilización del Real Ejército de Nepal (según la Constitución, es necesario que el rey autorice dicha medida).

Por su parte, la Unión Europea se pronunció a favor de que el gobierno nepalés movilice las fuerzas de seguridad en esta crisis; Estados Unidos respaldó esa declaración y el embajador estadounidense celebró una reunión con el rey sobre el tema.

Si bien el gobierno ha desplegado soldados en las zonas donde la guerra popular arde, hasta la fecha el ejército no ha entrado a la guerra. Al parecer, eso podría cambiar ahora. El 12 de abril, el rey aprobó una ley que establecerá una Fuerza Policial Armada especial de 15.000 efectivos para combatir la insurgencia; el ejército los entrenará y abastecerá de rifles automáticos; realizarán patrullas conjuntas.


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