Chicago

Contra la policía en Cabrini Green

Obrero Revolucionario #1174, 10 de noviembre, 2002, posted at http://rwor.org

Chicago: El 30 de octubre, más de 200 inquilinos del proyecto de vivienda pública Cabrini Green realizaron una marcha para pedir justicia para Michael Walker, un joven de 21 años muerto por la policía el 27 de octubre. Es la persona número 30 que ha caído víctima de la policía en Chicago desde el 11 de septiembre de 2001.

La versión oficial es que Michael vendía drogas, que huyó del agente y que este disparó "accidentalmente" durante una pelea.

Pero como en muchos incidentes de brutalidad y asesinato policial, los testigos cuentan una versión muy diferente. Dicen que el agente mató a Michael por represalia pues lo había arrestado antes y le enfureció que saliera bajo fianza. Los testigos dicen que primero le pegó con la pistola y que luego le disparó en la cara a sangre fría. Después, dejó el cadáver en la escalera varias horas.

La policía no ha divulgado el nombre del agente asesino, pero salió a flote que lo trasladaron a Cabrini tras un incidente parecido en otro barrio en abril de 2001.

La Brigada de la Juventud Comunista Revolucionaria organizó la protesta. Los participantes condenaron las constantes redadas y golpizas como parte del plan de la alcaldía de destruir la vivienda pública. La llamaron "ley marcial" y "estado policial".

Un representante del Proyecto Vidas Robadas expresó condolencias y leyó, junto con los demás manifestantes, la Promesa de Vidas Robadas: "Prometo que no se olvidará ni la vida ni la humanidad de estas vidas robadas. Prometo que sus máximas esperanzas y aspiraciones vivirán en nosotros y que seguiré buscando justicia para estas y todas las vidas robadas. De esa manera, prometo que su memoria vivirá en nosotros y nos inspirará a seguir luchando por la justicia y por un mundo mejor".

Los compañeros de Michael dicen que era una persona suave que nunca andaba armado. En la protesta uno dijo: "Muchos jóvenes tienen que vender droga, pero solo lo hacen para sobrevivir, para dar de comer a su familia". Otros dijeron que vender drogas no es un delito que merezca la pena capital.

Marcharon de edificio a edificio pidiendo apoyo. Se les unieron muchos chavos y padres con sus hijos. Corearon "¡Si no hay justicia, no habrá paz!", "¡Al bote los policías asesinos!" y "No más vidas robadas". Pararon frente a dos delegaciones. La alcaldía construyó una nueva delegación para dirigir la destrucción de los edificios de Cabrini, y ya tiene programada la demolición del edificio donde vivía Michael.

En 1998, la última vez que demolieron un grupo de edificios de Cabrini, la policía asesinó a tres personas: Michael Russell, Leroy Reed y Brennan King. Tras el asesinato de Russell, la policía recorrió el edificio donde vivía con una advertencia a los inquilinos: si no se iban, les harían lo mismo a ellos. Esta vez quieren sembrar la misma clase de terror, pero los inquilinos están contestando con resistencia.

Al final de la marcha los manifestantes se tomaron la calle y bloquearon el tráfico frente a la delegación. No se dejaron intimidar cuando les mandaron irse. La policía golpeó y arrestó a un muchacho de 12 años, y los chavos les tiraron botellas y ladrillos.

Un comandante dijo que los manifestantes "incitaban a los adolescentes". Tobe, una militante de la Brigada de la Juventud Comunista Revolucionaria, le dijo al Chicago Tribune: "Coreábamos: `Justicia para Michael Walker y justicia para los policías asesinos'. Eso no es incitar; todo lo contrario, es lo que toda la comunidad quiere".

Al cierre de esta edición, está programada otra protesta el 3 de noviembre.


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