La semana pasada, la deliberada política de Israel de matar de hambre a la población de Gaza, especialmente a los niños vulnerables, se intensificó con más masacres de personas que esperaban comida, más ataques a la distribución de ayuda y la continuación del bloqueo de todo lo que pudiera servir de la ayuda necesaria simplemente para evitar que la gente muriera de hambre y enfermedades. Todo eso con el respaldo de Estados Unidos.

Al mismo tiempo, el líder de la mayoría demócrata del Senado de Estados Unidos, Chuck Schumer, pronunció un discurso en el Senado que apoyó abrumadoramente la matanza genocida de Israel en Gaza y el respaldo de Estados Unidos a ella. ¡Indignante! Pero nada nuevo. Lo que fue notable, sin embargo, fue la insistencia de Schumer en que Israel no puede “sobrevivir” como un guardián esencial de los intereses estadounidenses en Medio Oriente y más allá sin reemplazar a su Primer Ministro Netan-NAZI, también conocido como Benjamín Netanyahu. Al insistir en que Netan-NAZI renunciara, Schumer supuestamente “violó las reglas” de la “relación especial” entre Estados Unidos e Israel, y la mierda tocó el ventilador.

En las dos partes de este artículo a continuación, les ponemos al día sobre lo que ha estado sucediendo en Gaza; y profundizamos en el discurso de Schumer: cuáles reglas rompió y las que definitivamente NO rompió.

Estos acontecimientos son parte de un mundo de horrores y crisis que se intensifican rápidamente. Y una época de conflictos explosivos entre quienes están en la cima de este mundo de explotación y opresión. Pero también son parte de una situación en la que, como ha identificado científicamente el líder revolucionario y autor del nuevo comunismo Bob Avakian (BA), una REVOLUCIÓN REAL en Estados Unidos es mucho más posible, SI se arranca esa posibilidad a todo este sufrimiento y locura.

Parte 1: Israel intensifica el asesinato-en-masa-mediante-hambruna en Gaza

El jueves 14 de marzo Israel lo volvió a hacer. Sólo dos semanas después de masacrar a más de 100 personas que buscaban ayuda alimentaria cerca de la ciudad de Gaza el 29 de febrero, las tropas israelíes abrieron fuego contra personas que esperaban comida en la ciudad misma, matando a 21 palestinos e hiriendo a 150 más.

Los testigos dijeron a Al Jazeera que las fuerzas israelíes utilizaron helicópteros, tanques y drones para atacar a miles de personas que esperaban camiones de alimentos. El ejército israelí no negó que las tropas abrieron fuego contra la gente, pero repitió la misma excusa que utilizaron el 29 de febrero: que la gente desesperada por comida “corrió en estampida”. Más temprano ese mismo día en el mismo punto de distribución de alimentos, las fuerzas israelíes habían matado a tiros al menos a seis palestinos. Sin embargo, el hambre es tan extrema en el norte de Gaza que la gente se arriesgó la muerte, y murió, buscando comida en el mismo lugar.

Israel bombardea almacén de ayuda de la ONU

Además de disparar contra personas que esperan comida, Israel ataca los centros de distribución de ayuda de la ONU. La ONU explica la ubicación exacta de estos centros de distribución al ejército israelí con la esperanza de evitar que sean bombardeados. Pero en lugar de utilizar esa información para evitar bombardear los centros de distribución de ayuda, Israel utiliza esas coordenadas GPS para identificar objetivos a bombardear. La ONU ha documentado más de dos docenas de ataques desde enero contra habitantes de Gaza que esperaban ayuda.

El 12 de marzo, Israel bombardeó un almacén de ayuda en Rafah, en el extremo sur de Gaza, adonde han huido más de un millón de personas desplazadas por los ataques israelíes. Al menos un miembro del personal de socorro de la ONU murió y otros 22 resultaron heridos.

El New York Times informó: “Fotos y videos que tomaron los fotógrafos de Reuters en el lugar mostraban sangre salpicada en varios lugares alrededor de la instalación: manchas en el piso de un almacén rodeadas de pilas de ayuda, empapadas en el costado de una caja de artículos para bebés y charcos de sangre en el suelo afuera. En el cercano hospital Al-Najjar, adonde se trasladaron a muchos de los heridos, los trabajadores de la ONU lloraron al cuerpo de su colega muerto, que yacía en una camilla todavía con la chaqueta azul distintiva [de la ONU ]”. El jefe de ayuda de la ONU, Martin Griffiths, publicó en las redes sociales: “¿Cómo vamos a mantener las operaciones de ayuda cuando nuestros equipos y suministros están constantemente amenazados?”

La escalada del uso de la hambruna en masa como arma de CRÍMENES DE GUERRA

Los ataques a los centros de distribución de alimentos y a las personas hambrientas que buscan alimentos constituyen una política sistemática de matar de hambre al pueblo de Gaza. Y esa hambruna continúa intensificándose a un ritmo terrible. El 15 de marzo, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (FNUI, en inglés UNICEF) informó que “la desnutrición aguda se ha duplicado en un mes en el norte de la franja de Gaza... Se informa que al menos 23 niños en el norte de Gaza han muerto de desnutrición y deshidratación en las últimas semanas, lo que se suma al creciente número de niños asesinados [en Gaza] — alrededor de 13.450 reportados por el Ministerio de Salud palestino”.

UNICEF y otras agencias de ayuda en el norte de Gaza descubrieron, en febrero, que más de cuatro de cada cien niños en refugios y centros de salud sufren emaciación severa, la forma más mortal de desnutrición. Su causa es la falta de alimentos nutritivos y casos repetidos de enfermedades, incluida la diarrea, que comprometen la inmunidad del niño. Estos niños morirán a menos que reciban alimentación y tratamiento terapéuticos urgentes. Pero como Israel ha bombardeado, baleado y cerrado la mayor parte de la infraestructura médica de Gaza, ese tratamiento no está disponible.

Las autoridades israelíes también bloquean la ayuda para salvar vidas imponiendo protocolos y criterios de inspección aleatorios, prolongados y sádicos que ralentizan gravemente la entrada de camiones de ayuda. El 11 de marzo, Philippe Lazzarini, Comisionado General de la agencia de ayuda humanitaria de la ONU, la UNRWA, publicó en X (Twitter):

[U]na población entera depende de la asistencia humanitaria para sobrevivir. Llega muy poco y aumentan las restricciones. Un camión cargado con ayuda acaba de ser rechazado porque llevaba tijeras utilizadas en los botiquines médicos para niños. Las tijeras médicas se añaden ahora a una larga lista de artículos prohibidos que las autoridades israelíes clasifican como “de doble uso” [lo que significa que, además del uso normal de un artículo, Hamás supuestamente puede utilizarlo con fines militares]. La lista incluye artículos básicos y que salvan vidas: desde anestésicos, luces solares, cilindros de oxígeno y respiradores, hasta pastillas para limpiar el agua, medicamentos contra el cáncer y kits de maternidad. Es necesario facilitar y acelerar el despacho de suministros humanitarios y la entrega de artículos básicos y críticos. De ello depende la vida de 2 millones de personas, no hay tiempo que perder.

El mes pasado, Biden prometió instalar un muelle flotante para entregar ayuda a Gaza por mar. Mientras se construye, Estados Unidos entregó un primer envío de ayuda por mar. Ese envío entregó ayuda que sólo equivale a 10 camiones. En las condiciones actuales, extremas y desesperadas, ni siquiera los 500 camiones de ayuda diarios que llegaban a Gaza antes del 7 de octubre podrían satisfacer las necesidades existentes de alimentos, refugio y medicinas. Y como hemos revelado en un artículo anterior, todo lo que llegue por mar tendrá poco impacto significativo. Israel bombardea centros de distribución de ayuda, almacenes, rutas de transporte y dispara a personas que intentan recoger alimentos.

Como otra arma de hambruna en masa, Israel permite a “manifestantes” genocidas bloquear camiones de ayuda en el cruce de Kerem Shalom, la única ruta de gran volumen de camiones hacia Gaza.

Estados Unidos respalda la matanza genocida de niños pequeños suministrando a Israel miles de millones de dólares en bombas, drones, tanques, misiles y armas de fuego. Pero también permite que el hambre sea un arma de guerra. Estados Unidos cortó la financiación a la agencia de la ONU que distribuye ayuda en Gaza. Tres veces Estados Unidos ha vetado resoluciones ante la ONU que pedían un alto el fuego que podría haber hecho posible la distribución de ayuda. Estados Unidos trata repetidamente de dar credibilidad a las increíbles excusas que da Israel para matar a gente hambrienta que busca alimentos y para bombardear almacenes. Y en general, Estados Unidos sólo registra las críticas más insensatas —críticas que sirven sus propios intereses y esconden su propio papel— a la política de Israel de convertir Gaza en un campo de exterminio.

La semana pasada, cuando la muerte por inanición impuesta por Estados Unidos e Israel comenzó a extenderse entre los niños, escribimos:

Pause un momento. Deténgase usted y sienta la angustia, el dolor que nunca desaparecerá, la furia de un padre, un hermano, un ser querido que debe ver a su hijo consumirse y morir por falta de fruta y leche. Mientras tanto, en este mundo de enormes recursos alimentarios, el acceso a los alimentos, un elemento básico de la supervivencia humana, está estrangulado por un sistema de explotación y opresión. Y ese mismo sistema usa como arma de guerra para mantener su dominio la muerte de hambre de niños.

Hablando de ese sistema de explotación y opresión, Bob Avakian ha dicho:

Nosotros, la gente del mundo, ya no podemos darnos el lujo de permitir que estos imperialistas dominen al mundo y determinen el destino de la humanidad. Hay que derrocarlos cuanto antes. Y es un hecho científico que no tenemos que vivir así.

La situación en Gaza pone de manifiesto el urgente imperativo moral de esa declaración.

Parte 2: Chuck Schumer pide reemplazar a Netan-NAZI… para que Israel pueda seguir siendo el guardián genocida del imperio estadounidense

El 14 de marzo, el mismo día en que Israel mataba de hambre a niños en Gaza y abría fuego contra palestinos desesperados que intentaban recolectar ayuda alimentaria en la ciudad de Gaza, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, pronunció un discurso sobre Israel que, según la CNN, envió “ondas de choque desde Washington a Jerusalén”. El New York Times lo llamó “Un momento decisivo para la política de Israel…” El discurso pedía elecciones en Israel para reemplazar a Netan-NAZI.

En su discurso Schumer hizo una referencia lo más somera, casi de pasada, a los horrores que Israel está infligiendo al pueblo de Gaza, con el respaldo de Estados Unidos. En cierto sentido, esto es todo lo que se necesita saber sobre cuánto cuentan la humanidad y las vidas del pueblo palestino en los cálculos de un destacado representante de este sistema de explotación y opresión despiadadas.

Pero el discurso, y el respaldo de Biden al mismo, sí reflejaron el conflicto intenso y cada vez más agudo entre la administración Biden y Netan-NAZI. También reflejó el conflicto correspondiente entre diferentes facciones de la clase dominante israelí. Esos conflictos se centran en si Israel se describirá como judío y democrático, como ha intentado hacer desde su fundación, o si simplemente abandonará la pretensión [la tapada] de ser algo más que un Estado racista y supremacista judío.

Esos conflictos son reales e intensos. Y el discurso desató una tormenta de controversia entre los gobernantes de Israel y entre los de Estados Unidos. Pero estos conflictos NO son sobre si se debe mantener a Israel como un Estado genocida de apartheid con armas nucleares que impone los intereses de Estados Unidos en Medio Oriente. Son conflictos sobre cómo hacer eso.

Lo que Schumer condenó y por qué

Gran parte del discurso de Schumer eran los tipos de mentiras que justifican tanto la fundación violenta de Israel en lo que había sido principalmente tierra palestina como su posterior horrible opresión de los palestinos durante los últimos 75 años. Para una refutación exhaustiva de estas mentiras, consulte los despachos 4 a 7 de Bob Avakian en las redes sociales.

Entonces, ¿qué fue lo que provocó las “ondas de choque” y los titulares de “un momento decisivo”?

Schumer criticó al poderoso ministro de Finanzas de Israel, Smotrich, por pedir abiertamente “la subyugación o el desplazamiento forzado de todos los palestinos en Cisjordania”. También lo denunció por oponerse a toda “ayuda humanitaria a Gaza, llegando al extremo de detener los envíos de harina ya acordados”. Y criticó al jefe de “Seguridad Nacional” de Israel, Ben Gvir, por provocar indignación entre los musulmanes al insultar uno de los lugares sagrados de esa religión y armar a los “colonos” en la región palestina de Cisjordania. (Para más información sobre estos “colonos”, consulte Decenas de miles de “colonos” israelíes son terroristas genocidas, pero Biden castigó a tan sólo 4 de ellos con “sanciones”... Aquí explico el porqué). Schumer dijo: “Puede que los ministros Smotrich y Ben Gvir no digan directamente que quieren matar a todos los palestinos, pero sí son claros en su deseo de desplazarlos de sus hogares y reemplazarlos con colonos israelíes”.

Al proponer nuevas elecciones en Israel¹ Schumer dijo que Netanyahu “con demasiada frecuencia ha cedido ante las demandas de extremistas como los ministros Smotrich y Ben Gvir, y los colonos en Cisjordania”. Y, continuó Schumer, Netanyahu “ha estado demasiado dispuesto a tolerar el número de víctimas civiles en Gaza, que está provocando que el apoyo a Israel caiga a niveles históricamente bajos. Israel no puede sobrevivir si se convierte en un paria [aislado y odiado]” (énfasis añadido).

Con eso encubrió los crímenes de Israel y el papel de Netan-NAZI en ellos. No es que Netan-NAZI esté “dispuesto a tolerar” el número de muertos en Gaza. Lo está dirigiendo. Ha pedido la destrucción genocida de las vidas, los hogares y la sociedad del pueblo palestino en Gaza en repetidas ocasiones y en los términos más explícitos. El 28 de octubre del año pasado, por ejemplo, le dijo a la gente en Israel: “Deben recordar lo que Amalec hizo a ustedes”. Se refería a un pasaje de la Biblia que instruye a los israelíes a “matar por igual a hombres y mujeres, niños y lactantes [bebés amamantados]”.

Si Schumer hubiera reconocido eso, se plantearía la pregunta: ¿¡Por qué Estados Unidos suministra equipo militar, fondos y apoyo diplomático a Israel como vetar tres resoluciones de alto el fuego ante la ONU a las que Israel se opuso!?

Sin embargo, cuando Schumer pidió el fin del gobierno de Netanyahu y nuevas elecciones en Israel, la mierda tocó el ventilador. Ningún representante destacado del gobierno estadounidense ha dicho jamás algo así en relación con Israel. Los republi-fascistas reaccionaron indignados. El presidente de la Cámara de Representantes, el fascista cristiano Mike Johnson, condenó a Schumer por criticar a Israel cuando “tenemos que apoyar a Israel”. Figuras de la clase dominante israelí, incluidos los opositores de Netanyahu, condenaron a Schumer por interferir en los asuntos de Israel, aunque Schumer ha sido un paladín en financiar todos los crímenes que Israel está cometiendo contra los palestinos, incluidos los perpetrados por Netanyahu, Ben Gvir y Smotrich.

La “solución de dos Estados” es una forma de esclavitud genocida

Entonces, ¿cuáles eran las intenciones de Schumer? El discurso de Schumer pretendía en parte aplacar y engañar a las personas en Estados Unidos que están horrorizadas e indignadas por la matanza genocida de Israel en Gaza. Quería que pareciera que la administración Biden (que aprobó públicamente el discurso de Schumer) estaba “escuchando” a los manifestantes aquí y en todo el mundo, y que por fin “se estaba poniendo dura” con Israel. Y pretendía aplicar otra fina capa de encubrimiento en el ámbito de la opinión pública mundial sobre la realidad de que Estados Unidos facilita, arma, financia y respalda todos los crímenes de Israel.

Pero como elemento central de sus intenciones y de la controversia en torno a su discurso, Schumer insistió en que aspirar a una “solución de dos Estados”, o al menos mantener la pretensión de aspirar a ella, es necesario para que Israel “sobreviva”. Netan-NAZI, por otra parte, ha rechazado la “solución de dos Estados”, al menos en el futuro previsible. En otras palabras, Netan-NAZI rechaza cualquier pretensión de un autogobierno palestino aunque sea lo más simbólico y falso. El problema para los demócratas, en particular, es que les gusta presentarse, tanto aquí como en todo el mundo, como los grandes “defensores” de la democracia. Si bien la falsa solución de dos Estados ha sido en realidad un fracaso durante más de 20 años, el rechazo rotundo de ella en este momento por parte de Israel eliminaría cualquier pretensión de siquiera intentar la versión más mísera del supuesto “autogobierno democrático” palestino.

De hecho, la “solución de dos Estados” no es de ninguna manera una solución a la opresión del pueblo palestino. Se refiere a la creación de un pequeñito dizque Estado para los palestinos, confinado a regiones pequeñas y desconectadas, e indefenso frente a la violencia y dictados o las órdenes arbitrarias de Israel. Pero permitiría un autogobierno extremadamente limitado y de pequeña escala dentro de esos límites, y una pretensión de respetar la existencia del pueblo palestino.

Netan-NAZI y las fuerzas dominantes en el gobierno israelí consideran eso inadmisible. Para ellos, implica demasiado reconocimiento de que los palestinos tengan cualquier derecho. Ven a la creciente población palestina, ahora la mayoría de personas dentro de áreas bajo dominio israelí, como una amenaza existencial. Y están convencidos de que sólo se puede responder a esa amenaza con violencia y terror descarados, y que el pueblo palestino debe ser expulsado por completo de su patria o aplastado por completo.

¿Por qué Schumer se sintió obligado a oponerse también a un Estado único con igualdad entre judíos y palestinos?

Además de insistir en al menos promesas de una “solución de dos Estados”, Schumer consideró necesario plantear, y descartar como fuera de lugar, cualquier idea de que pudiera haber un Estado único con igualdad formal para palestinos y judíos. Afirmó que “esta hipotética democracia de un solo Estado podría costarle la seguridad a los judíos israelíes”. Traducido: permitir que los palestinos incluso voten en unas elecciones que incluyan a todos los habitantes del territorio gobernado por Israel sería el fin de un Estado supremacista judío que sería un guardián estable de los intereses estadounidenses en Medio Oriente y más allá.

Vale la pena señalar que Schumer siente que debe dedicar una cantidad significativa de tiempo en su discurso a oponerse a esta solución, que evidentemente está ganando terreno entre las personas que quieren la justicia a las que los demócratas tienen la tarea de atraer y acorralar. Por eso queremos concluir con la respuesta de Bob Avakian a esta misma pregunta y con el camino adelante que BA señala:

¿Qué debería hacer Israel? Israel “debería” dejar de oprimir brutalmente al pueblo palestino. Pero Israel, siendo un estado racista, supremacista-judío (sionista), no puede hacer eso: no puede porque la opresión asesina del pueblo palestino se ha integrado en el estado de Israel desde su fundación, e Israel no podría existir sin oprimir brutalmente al pueblo palestino.

Y, ya que Israel no puede dejar de oprimir brutalmente al pueblo palestino, Israel —como un estado sionista racista— tiene que dejar de existir.

La verdadera pregunta es ¿cuál es la forma legítima para luchar contra el estado de Israel y cuál es una solución justa a todo esto?

La respuesta definitivamente no es “matar a todos los judíos en Israel” o “empujarlos al mar”. La respuesta es abolir el estado de Israel, y en su lugar crear un estado revolucionario en que el gobierno y las leyes no promuevan ninguna religión y no favorezcan a ningún pueblo más que otro, sino en que haya igualdad entre judíos y palestinos.

La respuesta definitivamente tampoco es la “solución de dos estados” promovida por la administración Biden. Semejante “solución de dos estados” en realidad equivaldría a nada menos que un poderoso estado de Israel que continuaría ocupando las tierras robadas al pueblo palestino, mientras el supuesto “estado palestino” creado mediante esta “solución” sería una burla amarga, un estado títere — meramente un mosaico de minúsculos territorios separados, cercados y dominados por Israel, en que el pueblo palestino todavía estaría sometido a una terrible opresión y privaciones.

La respuesta es que hace falta librar la lucha contra el estado de Israel sobre una base revolucionaria, con el objetivo de poner fin a toda relación opresiva y toda desigualdad entre las personas que se base en la raza y la nacionalidad, el sexo y el género, y toda relación en la que una parte de la sociedad explote a otras. Y lo que se necesita con urgencia es que surja una fuerza revolucionaria para dirigir la lucha sobre esa base.