El pasado sábado 26 de agosto, a medio día, un joven blanco entró en una tienda Dollar General en Jacksonville, una ciudad de 900.000 habitantes en el noreste de Florida. Llevaba un rifle de asalto con esvásticas nazis y una pistola. Abrió fuego y asesinó a tres personas negras, dos hombres y una mujer (mató a una víctima en el estacionamiento), gritando, según informes, “nigger”. Los asesinados fueron Angela Michelle Carr, de 52 años; Jerrald Gallion, 29 años; y Anolt Joseph “AJ” Laguerre Jr., de 19 años.

El asesino quería que el mundo lo supiera: justo antes de abrir fuego llamó a sus padres y les dijo que miraran su computadora. Allí había publicado tres manifiestos racistas y supremacistas blancos, uno para sus padres, otro para los medios y otro para el FBI. No se han hecho públicos al momento de escribir este artículo.

Esta masacre se produce un año después de que 10 personas negras fueran asesinadas a tiros por otro asesino racista en Buffalo, Nueva York, y apenas ocho años después de la masacre a sangre fría de nueve personas negras en una iglesia de Charleston, Carolina del Sur, también por un supremacista blanco declarado.

El sistema: una vez más encubre las causas reales de estas masacres

Tras esta despiadada matanza, los medios de comunicación y los representantes políticos de este sistema están una vez más culpando a los “sospechosos” de siempre: la “violencia sin sentido”, la falta de control de armas, los problemas generalizados de la salud mental, etc.

También hablan de modo vago sobre el “legado del racismo”, pero sus palabras se quedan muy, pero muy lejos de profundizar en las raíces reales de esta violencia racista. Esas raíces se remontan a la historia y los documentos fundacionales de este país, están entretejidas en el sistema económico y político moderno del capitalismo-imperialismo y se ven reforzadas por las innumerables formas en que esta cultura condiciona a la gente a pensar que los negros son menos que humanos.

¿Qué dice acerca de lo profundamente que está la violenta supremacía blanca entretejida en el tejido de Estados Unidos y su sistema capitalista-imperialista el hecho de que

• el día de los asesinatos de Jacksonville fue el aniversario 149 del linchamiento de 15 hombres negros en la ciudad de Trenton, en el condado Gibson, Tennessee, por una chusma de unos 200 blancos;
• el día siguiente (domingo 27 de agosto) se cumplió el 63 aniversario del “Sábado de Mangos de Hachas” de Jacksonville, cuando más de 200 alborotadores blancos (en reacción a las protestas a favor de la integración de comedores allí) armados con bates de béisbol y mangos de hachas, persiguieron, golpearon y amenazaron a los residentes negros, mientras los policías se mantenía al margen;
• y que el día siguiente (28 de agosto) se cumplió el 68 aniversario del secuestro y linchamiento del joven de 14 años Emmett Till?

¿Y qué dice acerca de cuán inextricablemente esta opresión ha estado entretejida en el sistema, que hoy, 60 años después del apogeo del movimiento por los derechos civiles, los negros todavía sufren una intensa discriminación, desigualdad y opresión en materia de vivienda, atención médica, educación y empleo? Además de todo eso, los negros son objeto especial de la policía y del sistema de encarcelación en masa. De hecho, en muchos sentidos (incluido la encarcelación en masa) ¡las cosas son aún peores hoy que hace 60 años!

Este odio y violencia se están desatando aún más... y esta opresión se atrinchera más profundamente

Como si eso no fuera suficientemente malo, el movimiento fascista encabezado por Trump está decidido a reimponer una supremacía blanca descarada y vengativa contra los negros, los latinos, los indígenas, los asiático-americanos y los inmigrantes, tan violentamente como sea necesario. Estos fascistas ya se están esforzando por prohibir la enseñanza de la verdad sobre la historia de Estados Unidos y difunden mentiras como que los esclavos supuestamente se beneficiaron de la esclavitud, como ha hecho el gobernador Ron “Da Fascista” en el plan de estudios escolar en Florida. Ni habían pasado 24 horas después de este enfermizo asesinato, cuando uno de los políticos que compite por la nominación presidencial republicana, Vivek Ramaswamy, dijo que simplemente hablar de racismo y otorgar algunas concesiones mínimas a la lucha por la igualdad son medidas que “arrojan queroseno sobre ese racismo…” Refiriéndose a tales concesiones, Ramaswamy dijo: “No se me ocurre mejor manera de alimentar el racismo en este país que quitarles algo a otras personas en función del color de su piel... He estado diciendo eso durante años y creo que eso está impulsando tristemente una nueva ola de racismo contra los negros y los hispanos en este país”. Traducción: Ramaswamy no culpa al racismo tan profundamente arraigado en este país por los actos lunáticos como la masacre de Jacksonville; no, ¡culpa a las medidas, incluso las más mínimas medidas, adoptadas contra ese racismo!

Mientras tanto, al otro sector de los gobernantes, centrado en los demócratas, les gusta autoproclamarse defensores de la igualdad y el “hogar político” del pueblo negro. Pero lo único que hacen es tratar de canalizar cualquier ira hacia defender el sistema mismo. Estos demócratas no tienen otra respuesta que intentar preservar el funcionamiento tradicional y “normal” de este sistema, que siempre ha sido un horror violento para los negros de este país y para la gente de todo el mundo. Estos impostores no han hecho nada respecto a la eliminación por la Suprema Corte de la acción afirmativa que había abierto unas puertas a un sector de los negros. Y mientras el derecho al voto de los negros está siendo recortado y efectivamente despojado en las legislaturas estatales por todo el país, los demócratas han limitado en gran medida su “resistencia” a demandas judiciales... en tribunales cada vez más controlados por los fascistas. ¿En cuanto a la brutalidad policial y la encarcelación en masa? Lo único que pueden hacer estos demócratas es repetir como loros a su líder, Joe Biden, quien pía constantemente: “financiar a la policía, financiar a la policía, financiar a la policía”.

Pero EXISTE liderazgo y un camino para DETENER esta locura

Hace mucho que terminó la hora de suplicar a las autoridades a quienes les importa un bledo, si es que alguna vez existió tal hora. Asimismo se ha acabado la hora de reunirse en círculos de oración (como según se informa lo hacía la gente en Jacksonville) para buscar consuelo en dioses inexistentes, si es que alguna vez existió esa hora. Ya es hora de tomar acción, y la oportunidad de hacer que esa acción cuente para algo verdaderamente liberador.

De hecho, una sociedad y mundo sin explotación, opresión y conflictos destructivos entre las personas (incluidas la supremacía blanca y toda la violencia que genera) ES posible. Pero sólo es posible a través de una revolución para derrocar este sistema de capitalismo-imperialismo... y crear un sistema fundamentalmente diferente, basado en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, escrita por Bob Avakian (BA), el líder revolucionario, autor y arquitecto de un marco completamente nuevo para la emancipación humana, el nuevo comunismo.

En este momento, la intensificación de los horrores de este sistema y las marcadas divisiones dentro de la sociedad, de pies a cabeza, han creado una situación en la que la revolución es más posible que nunca. Existe una estrategia para hacer la revolución necesaria para llegar a esa sociedad y para hacerlo en estos tiempos extremadamente explosivos. Hay dirección para esa lucha, en BA y los revcom.

Los revcom están organizando gente para defender al pueblo de los ataques de estos matones fascistas uniformados y no uniformados, como parte de la preparación para la revolución. Si odias estos ataques, si anhelas un mundo mejor en el que toda la humanidad sea emancipada, debes ser parte de eso.

Nuevamente, el momento es AHORA. Y como ha dicho BA:

Existe el potencial de que algo de una hermosura inaudita surja de una incalificable fealdad: de que el pueblo negro juegue un papel crucial para, por fin, deshacerse de este sistema que no sólo lo ha explotado sino que por tanto tiempo y de tantas formas lo ha deshumanizado, aterrorizado y atormentado —deshacerse de todo este sistema de la única manera posible— luchando por emancipar a la humanidad, para poner fin a la larga noche en que la humanidad ha estado dividida en amos y esclavos, y en que las masas de la humanidad han sido azotadas, golpeadas, violadas, masacradas, encadenadas y amortajadas en ignorancia y miseria.