La semana pasada, Donald Trump fue imputado en el Tribunal Federal de Distrito en Washington, D.C., de cuatro cargos en relación con su intento de anular las elecciones de 2020 — con indicios relacionados con el intento de golpe de estado el 6 de enero de 2021. Estas nuevas imputaciones contra Trump se suman a otras dos imputaciones criminales y a una cuarta que se rumorea está en preparación.

Nada ni remotamente parecido a esto nunca había ocurrido antes en la historia de Estados Unidos. Ningún candidato perdedor había intentado nunca anular los resultados mediante el fraude, intimidación y violencia. Ningún candidato presidencial de importancia había sido imputado nunca en el periodo previo a unas elecciones, y mucho menos cuatro veces, y ¡mucho menos por cargos relacionados con el fomento de un golpe de estado para anular unas elecciones anteriores!

Los fascistas se movilizan

Y, no obstante, la gran base fascista de núcleo duro del Partido Republicano está tan estrechamente ligada a Trump que ningún “rival” republicano serio a Trump ha hecho otra cosa que defenderlo. Kari Lake, que estuvo a punto de ganar la gubernatura de Arizona en noviembre de 2022, amenazó hace poco: “Si quieren llegar al presidente Trump, van a tener que pasar por mí, y van a tener que pasar por 75 millones de estadounidenses como yo. Y les voy a decir que la mayoría de nosotros somos miembros con carnet de la NRA [Asociación Nacional del Rifle]”.

La imputación —que conlleva potenciales penas de prisión para Trump— eleva enormemente lo que está en juego y subraya el hecho de que la amenaza de Lake debe tomarse realmente en serio. Pero no se trata simplemente de una amenaza “para más adelante” — los fascistas ya están a la ofensiva. Lo están haciendo:

• cambiando las leyes electorales para favorecer más a los fascistas;
• intimidando a los profesores, a los miembros de los consejos escolares y a los bibliotecarios, mientras despojan al sistema educativo de cualquier cosa que deje salir aunque sea un poco de la verdad sobre la fea historia de Estados Unidos de oprimir al pueblo negro;
• empuñando armas para clausurar eventos LGBTQ y utilizando el poder del estado, donde ocupan cargos, para estigmatizar a las personas LGBTQ y negar la atención médica a los jóvenes trans; y en general...
• respondiendo a cada paso de la “persecución” jurídica, como ellos dicen, contra Trump para eviscerar aún más las normas e instituciones que han mantenido la articulación de este sistema en Estados Unidos durante 150 años, mientras preparan a su base social para luchar por una forma de gobierno abiertamente fascista-supremacista-blanca-teocrática.

Los fascistas vean en estas imputaciones un ataque en su contra por parte de un sector de los gobernantes a los que consideran totalmente ilegítimos. Se están movilizando para luchar contra esto, no sólo más tarde, sino ahora.

A medida que los gobernantes se escinden entre sí, no elijas entre ellos — Aprovecha este momento para HACER LA REVOLUCIÓN

Pero a este acontecimiento NO hay que responder tratando de mantener la articulación del sistema (o esperando que los demócratas o el Departamento de Justicia mantengan su articulación) tal como ha estado hasta ahora. Primero, ello es poco realista — es muy poco probable que cualquier maniobra para realmente declarar culpable a Trump y condenarlo a la cárcel sea fácilmente aceptada por los Kari Lakes del mundo y por los millones de lunáticos en nombre de los que ella habla. Piénselo. Esta gente puso muchísimo en riesgo en torno a unas elecciones que Trump claramente perdió — ¿de verdad usted cree que ellos simplemente van a encogerse de hombros si a su “mesías” lo condenan y/o lo envían a prisión?

Pero eso no es ni la mitad de la cosa. Existe la posibilidad muy clara de que, sea cual sea el resultado del juicio, Trump hasta podría llegar al cargo “legalmente” mediante alguna combinación de manipular la maquinaria electoral, intimidar a las masas de personas en zonas contrarias a Trump y despojarlas del derecho al voto, y la violencia abierta. Recuerde la manera en que Trump entró en funciones la primera vez — de hecho perdió el voto popular, pero debido a que el colegio electoral está ponderado a favor de los fascistas, pudo ganar “oficialmente”. Piense en la forma en que se han cambiado las leyes estatales de modo que favorecieran a la base de votantes fascistas y desfavorecieran a aquellos que tienden a oponérseles (vea aquí y aquí). Piense en la forma en que una turba de fascistas intimidaron el recuento de votos la última vez en los “estados disputados”.

Y ciertamente no se trata simplemente de las elecciones de 2024. Incluso ahora, será muy probable que haya conflictos aún más grandes entre los fascistas, por un lado, y aquellos que se les oponen, por el otro — incluidos los políticos y los funcionarios agrupados en torno al Partido Demócrata o los republicanos anti-Trump, así como las masas de personas, incluidas las fuerzas radicales y revolucionarias. Estos conflictos podrían estallar o intensificarse en coyunturas clave como el hecho de ir a juicio, los veredictos, etcétera, y luego en las elecciones mismas. Al mismo tiempo, vivimos en un polvorín político e ideológico, y cualquier cosa podría hacerlo estallar.

Pero si dejamos que esta situación se quede en una lucha entre los fascistas y aquellos de entre los gobernantes que luchan por la forma en que han sido las cosas durante los últimos 150 años en Estados Unidos, si dejamos que esta situación se quede bajo los términos de este sistema, pues ello será una terrible traición a la gente de este planeta y a los oprimidos al interior de Estados Unidos, así como a las generaciones del futuro cuya propia existencia este sistema pone en peligro. La humanidad necesita desesperadamente quitarse de encima este monstruoso sistema entero.

Este sistema capitalista-imperialista en sí, quienquiera que lo haya gobernado, siempre ha sido un horror para decenas de millones de personas en Estados Unidos y literalmente miles de millones de personas por todo el mundo. Es este mismo sistema el que engendró a Trump y al resto de estos fascistas. Necesitamos una forma completamente diferente de vivir y un sistema fundamentalmente diferente. Necesitamos una revolución — y la necesitamos pronto. Mire a su alrededor —el medio ambiente está que arde, una guerra nuclear es más probable hoy que ha sido en 50 años, millones de personas han sido expulsadas de sus países en una desesperada búsqueda a dónde ir... necesitamos un mundo totalmente nuevo y emancipador.

El hecho de que aquellos los que gobiernan sobre nosotros estén divididos —el hecho de que la sociedad entera esté escindida, de arriba abajo— hace que las oportunidades concretas de hacer una revolución sean más grandes. Significa que la situación está obligando a las personas a preguntarse si ésta es la única forma posible en que pueden ser las cosas. Significa que se intensificarán las escisiones que alcancen el interior de las instituciones centrales de los gobernantes de Estados Unidos.

Pero esto no terminará en nada —y probablemente ni siquiera se reconocerá— a menos que haya un pueblo revolucionario, que cuente con millones de personas, con la dirección, la estrategia y el método científico para reconocer y aprovechar las oportunidades potenciales, y el plan para construir una sociedad emancipadora. Tenemos esa dirección, esa estrategia y ese método (así como una gran humanidad) en Bob Avakian (BA) — en el trabajo que él ha realizado, en el análisis continuo y la dirección que da en estas páginas y en otros lugares (vea por ejemplo, Algo terrible, O algo verdaderamente emancipador: Crisis profunda, divisiones crecientes, la inminente posibilidad de una guerra civil — y la revolución que se necesita con urgencia, Una base necesaria, una hoja de ruta básica para esta revolución), y en los revcom que siguen a esa dirección. Tenemos la Constitución que él escribió para la nueva sociedad socialista, que brinda una visión panorámica, unos cimientos firmes y un plano concreto para la nueva sociedad. Pero si queremos al pueblo, con millones de personas —nosotros y ustedes— debemos ponernos a trabajar en ello con todo lo que tengamos.

Como decimos en nuestra proclama, SOMOS LOS REVCOM:

Este también es un “momento poco común” cuando los capitalista-imperialistas que nos gobiernan, en Estados Unidos, están profundamente divididos como no lo han estado desde la Guerra Civil en la década de 1860, y el país se está desgarrando, de modo que un sector avanza hacia una forma de gobierno totalmente fascista mientras que el otro sector lucha por la forma horrorosa en que han sido las cosas. Ellos no pueden resolver estas divisiones profundas y “mantener la articulación del país” sobre la base de la “manera habitual” que ha operado este sistema y, en todo caso, esa “manera habitual” está llena de opresión, destrucción y el verdadero peligro de aniquilar la humanidad. Por estas razones, esta revolución por la que estamos trabajando se necesita con urgencia — y es más posible.

Además, BA dice:

Es importante no desperdiciar, despilfarrar, desaprovechar este momento poco común. Más bien, es necesario prepararnos activamente para una revolución y trabajar vigorosa y sistemáticamente para una revolución —ahora, y de manera continua— para acumular las fuerzas científicamente orientadas y poderosamente organizadas para esta revolución, y preparar el terreno para ésta. (“Algo terrible O algo verdaderamente emancipador”)

La cuestión no es si esto es posible; la cuestión es si usted participará ahora en el trabajo para hacer realidad esa posibilidad.