Una horca construida frente al Capitolio, un intento de golpe de estado, tribunales repletos de fascistas trituran el estado de derecho... todo esto fue sólo el comienzo.

En Algo terrible, O algo verdaderamente emancipador: Crisis profunda, divisiones crecientes, la inminente posibilidad de una guerra civil — y la revolución que se necesita con urgencia, Una base necesaria, una hoja de ruta básica para esta revolución, el líder revolucionario Bob Avakian analiza:

Si las cosas aún no se hubieran hecho erupción por completo anteriormente, es muy probable que las elecciones presidenciales programadas para 2024 sean un punto focal crítico y un punto de viraje, por lo cual los republicanos fascistas intentarán ganar y consolidar a martillazos el poder sobre la sociedad, y poner fin a cualquier posibilidad de una futura “transferencia del poder” que se les saliera de las manos.

A lo largo de las últimas semanas, las escisiones entre los gobernantes se están agudizando, y el inexorable monstruo fascista se está acelerando. La pregunta que se plantea agudamente es si las masas de personas llegarán a reconocer hacia dónde se están encaminando rápidamente las cosas, a menos que haya un desafío fundamental a todo el sistema, una revolución para un sistema completamente nuevo. Para que eso suceda, se plantea una segunda pregunta: si las fuerzas para la revolución están empezando a ocupar una posición de aprovechar esta situación, no para rescatar las normas de este sistema de pesadilla... sino para derrocarlo, para crear ese sistema radicalmente diferente.

#1. Deslegitimar a Biden mediante procedimientos de juicio político infundados

** El martes 12 de septiembre, un líder del Partido Republicano, el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, anunció una investigación de juicio político contra Joe Biden. Este sería el tercer juicio político contra un presidente en cinco años. Esto deja a Biden ante lo que podrían ser meses de investigación por parte de los fascistas sobre lo que llaman “la familia criminal Biden”. Biden está acusado de corrupción por utilizar su puesto en el gobierno para ayudar en los tejemanejes de los negocios de su hijo Hunter. De hecho, esta es realmente una respuesta contundente a los dos juicios políticos de Trump cuando era presidente, y ahora a las cuatro pliegos de acusaciones contra Trump, con un total de 91 cargos penales, casi todos derivados de delitos que se le imputan durante su mandato en la Casa Blanca¹.

#2. Uso de leyes para negar los resultados de las elecciones

** En abril del presente, los demócratas vertieron millones de dólares en las elecciones a favor de un nuevo juez de la Corte Suprema estatal en Wisconsin. La jueza que respaldaban los demócratas, Janet Protasiewicz, ganó por una mayoría aplastante, lo que dio a los liberales en la Corte una mayoría de 4 a 3. Esto podría socavar gravemente el gobierno republicano en Wisconsin, un estado donde los republicanos han manipulado (amañado) distritos electorales para tener una super mayoría del 65 por ciento en la legislatura estatal (y casi la mayoría de dos tercios necesaria para anular cualquier veto del gobernador), aunque a veces obtienen menos del 40 por ciento del total de votos en todo el estado y rara vez obtienen la mayoría. Han utilizado esta “super mayoría” para aprobar todo tipo de legislación reaccionaria.

¿Cuál es la respuesta fascista ante la pérdida de estas elecciones, algo que podría poner fin a su capacidad de amañar las elecciones en general en su estado? El 10 de septiembre en el estado de Wisconsin, un líder del Partido Republicano amenazó con un juicio político a Protasiewicz, aunque todavía ella no ha conocido ni un solo caso. El juicio político es un proceso con el propósito de destituir a un funcionario electo si se descubre que ha abusado de su cargo o si ha cometido delitos graves mientras estaba en el cargo. Pero según los fascistas, que se joda eso y que se jodan las normas si las normas significan “nosotros perdemos”. No, no dijeron eso abiertamente, ¡pero bien podrían haberlo hecho!

#3. Desafían a los tribunales para privar a los negros del derecho al voto

** En enero de 2022, un tribunal federal ordenó a Alabama que dejara de manipular los distritos del Congreso de una manera que restringiera severamente el impacto de los votos de los negros. Básicamente, la legislatura dominada por los fascistas había trazado mapas electorales en violación de la Ley de Derecho al Voto aprobada en 1965. Esto significó que los votantes negros no tuvieron una oportunidad realista de elegir a su candidato preferido porque los mapas fueron trazados deliberadamente para diluir sus votos. Finalmente, en julio de 2023, Alabama elaboró un nuevo mapa, que todavía estaba configurado para limitar la representación negra, desafiando una vez más al tribunal federal. El 5 de septiembre, el tribunal desestimó eso, afirmando que estaba “profundamente perturbado” por el desafío de Alabama, y ordenó que expertos independientes elaboraran nuevos mapas. En respuesta a eso, Alabama está ignorando la orden del tribunal federal mientras apela ante la Corte Suprema de Estados Unidos, de mayoría fascista. Si bien nadie sabe lo que hará la Corte Suprema, existe un peligro real de que aproveche la oportunidad para derogar lo que queda de la Ley de Derecho al Voto de 1965 (que permitió votar a millones de negros a quienes anteriormente se les había negado ese derecho). Y nuevamente, ¿cuál es la respuesta de los fascistas ante un intento de restringir sus violaciones de “las normas”? Una vez más: que se joda eso y que se jodan las normas si las normas significan “nosotros perdemos”.

Lo que ha mantenido la articulación de este sistema ya no “se mantendrá”

Estos ejemplos ilustran tanto la determinación de los fascistas, como por qué confiar en que las “normas políticas” de este sistema sirven para derrotar a estos fascistas, es mortífero. Las fuerzas fascistas se están moviendo para rehacer la sociedad con una forma de gobierno teocrático (con base bíblica). Han desatado a una base social organizada y armada de millones de personas que creen que tienen una “misión desde dios” para imponer una agenda de supremacía blanca abierta, la subordinación patriarcal de las mujeres y la purga de las personas LGBTQ de la vida pública, terror contra los inmigrantes y la demencia anticientífica. Para lograr esto, necesitan y tienen ganas de “hacer reventar” el funcionamiento normal del gobierno político de este sistema.

Esta misma semana, Mitt Romney, uno de un pequeño número de republicanos abiertamente anti-Trump, habría dicho en la revista Atlantic que muchos compañeros republicanos no votaron a favor del juicio político contra Trump por temor a la violencia contra sí mismos, e incluso al asesinato, a manos del propio movimiento fascista que fueron parte de azuzar. El propio Romney dijo que ha gastado personalmente 5.000 dólares cada día en seguridad desde el intento de golpe de estado de enero.

Al hablar de una discusión que tuvo lugar con los republicanos durante el segundo juicio político contra Trump, el Atlantic dijo: “Cuando un senador, miembro de la dirigencia, dijo que se inclinaba por votar para condenar [a Trump], los demás lo instaron a reconsiderar. No se puede hacer eso, recordó Romney que alguien le dijo. Piensa en tu seguridad personal, dijo otro. Piensa en tus hijos. El senador finalmente decidió que tenían razón”.

Piense en eso.

¡Despiértese, gente, maldita sea!

¿Cuál es la respuesta de los demócratas? Un articulista del New York Times caracterizó la posición de la gente de la administración Biden respecto a estos acontecimientos como: “que al final todo saldrá bien porque ya ha funcionado bien antes”.

En primer lugar, en boca de los demócratas, un partido gobernante de este sistema opresor, ¡esto es perverso! No está “funcionando bien” para millones de mujeres sin acceso legal al aborto, muchas de ellas ahora están obligadas por el estado a tener hijos en contra de su voluntad... para los negros, latinos e indígenas continuamente y de manera desproporcionadamente hostigados, brutalizados, encarcelados e incluso asesinados por la policía... no está “funcionando bien” para los jóvenes LGBTQ a los que están aterrorizando golpeadores fascistas dentro y fuera del gobierno... o para los millones de migrantes brutalmente satanizados, ahora atrapados en centros  de detención en México u obligados a arriesgarse a la vida cruzando el Río Bravo / Grande simplemente para encontrarse con una balsa flotante de alambre de púas y sierras circulares.

Pero no obstante, esto sí encierra un delirio muy extendido entre millones de personas las que sí les importa pero mantienen la cabeza bajo tierra, haciendo caso omiso activamente hacia dónde se encaminan las cosas. Hacer caso omiso del peligro existencial de destrucción climática —el agravamiento de las inundaciones, los incendios y las sequías— causada por este sistema del capitalismo-imperialismo. Hacer caso omiso cuando Biden dice que la guerra de sustitutos que está librando con Rusia en Ucrania representa la amenaza de un “Armagedón nuclear”. Hacer caso omiso cuando la ex candidata a la vice presidencia, Sarah Palin, les dice a los acusadores de Trump: “¿Quieren que estemos en una guerra civil? Porque eso es lo que va a pasar... No vamos a seguir aguantando esto”. Hacer caso omiso de lo que el ex gobernador de Arkansas y ex candidato presidencial, Mike Huckabee, dice sobre el intento legal de impedir que Trump se postule porque éste intentó incitar a una insurrección: “Aquí está el problema: si estas tácticas terminan por servir para evitar que Trump gane o siquiera se postule en 2024, serán las últimas elecciones estadounidenses que se decidirán con votos en lugar de balas”.

¿Qué se necesita ahora?

Todo esto es la realidad y nadie puede escapar a esta realidad. O la cambiamos radicalmente, de manera positiva, o todo cambiará de manera muy negativa. 

— Bob Avakian (BA), Algo terrible, O algo verdaderamente emancipador

En este momento, cambiar esto de manera positiva significa hacer la revolución para derrocar este sistema del capitalismo-imperialismo. Es este sistema el que es la fuente de ese sufrimiento innecesario y aparentemente interminable. Y son las dinámicas subyacentes de este sistema los que están impulsando las cosas hacia una crisis total, donde se podría batallar por el rumbo fundamental de la sociedad de una manera que no ha ocurrido desde la Guerra Civil en los Estados Unidos en la década de 1860... y ese momento podría llegar antes de lo que se piensa. 

Si no examinas con seriedad la obra de Bob Avakian frente a esto: su análisis de esta situación, la estrategia para la revolución que ha desarrollado, la visión y el plano para una sociedad completamente nueva encarnada en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, y el método y enfoque científico que sustentan todo esto, como ser humano eres omiso e irresponsable.

¡No hay tiempo que perder!